En este largo camino electoral que ha atravesado la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), muchas voces se pronunciaron. Involucrados y no tanto. Pero faltaba una, hasta ayer: la Secretaría Nacional del Deporte (SND) dio una conferencia de prensa en la que se paró en la cancha y dio su punto de vista sobre la situación.
El comunicado fue claro. Ante el anuncio de intervención de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), la SND aspira a encontrar un camino alternativo. “Antes de que se pongan en práctica las medidas anunciadas, el Gobierno estima oportuno agotar los caminos de diálogo y transparencia y confiabilidad en las instancias electivas”, señala el comunicado.
El enfoque y la postura también son elocuentes. Fernando Cáceres, secretario del Deporte, dijo que esta alternativa es producto del trabajo directo de la SND y el presidente de la República, y que ambas partes han seguido con atención y preocupación lo que está sucediendo en el fútbol nacional. Además, subrayó que son respetuosos de la soberanía de las instituciones y señaló que la intención es “abrir un espacio de trabajo en el que estén los autores directamente involucrados, la FIFA y la AUF”. “La herramienta de la intervención está siempre a mano; sin embargo, esa herramienta debe ser la última medida, ante casos extremos y después de haber agotado todos los caminos de diálogo para enfrentar soluciones”, sostuvo. Más claro: el gobierno quiere mediar en el caso recorriendo todas las instancias que sean necesarias para garantizar la transparencia y la confiabilidad de la elección en la AUF, así como la aprobación del nuevo estatuto. Cáceres manifestó que se han hecho contactos con las partes involucradas. ¿Cuándo será? No se sabe.
Con respecto a las partes involucradas, la postura gubernamental fue clara. En dicho comunicado dice: “Estamos asistiendo a un nivel de enfrentamiento creciente entre grupos que sostienen posiciones diferentes. En ese sentido, el gobierno deja expresa constancia de que no se siente representado ni toma partido por ninguna de ellas”.
Cáceres ahondó en este punto. Dijo que no era conveniente tener un “abordaje binario entre buenos y malos, porque no corresponde a la realidad”. “Tan injusto es decir que todos los dirigentes deportivos son corruptos como negar la respuesta a los reclamos legítimos de los grupos que reclaman sus reivindicaciones”, sostuvo.