Con fútbol directo y precisión en el ataque, Cerro Largo ganó y se mantiene en la cima de la tabla del Torneo Apertura con 6 unidades; comparte la línea con Peñarol y Progreso. Sebastián Mosquito Sosa, en dos ocasiones, y Adolfo Lima fueron quienes marcaron los goles en la goleada 3-0 de los arachanes contra Defensor Sporting. ¿Sorpresa? Más bien, realidad.
1) Efectivo al toque
El uso de las situaciones suele ser determinante en el fútbol. Ayer fue una de esas veces en que queda plasmado de forma elocuente. A Cerro Largo le alcanzó con tres oportunidades en 16 minutos para convertir no una, no dos, sino tres veces. El primero en demostrarlo fue el Mosquito Sosa. Un corte en la mitad de la cancha y la salida rápida con pase filtrado dejaron al delantero, que picó por el centro de la defensa, solo con el arco enfrente. Definió magistralmente: pinchándola ante la salida abajo de Gastón Rodríguez. Iban 16 minutos. Nueves después, otra vez Sosa, en esta ocasión demostrando gran sentido de ubicación, aprovechó el despeje corto del arquero violeta y la mandó adentro con el arco desguarnecido. Sobre Sosa también fue la falta que derivó en el penal convertido por Adolfo Lima. Tres de tres es mucho. Defensor fue lo contrario: tuvo la pelota, pero no generó peligro, salvo cuando Pablo López tiró un chanfle que dio en la unión del palo con el travesaño.
2) Juega la táctica
Si los métodos empleados no dan resultados –o, lo que es peor, dan resultados adversos–, hay que buscar de otra forma. Tan grande fue la roncha y tanto el descontento de Jorge da Silva con los suyos que el técnico mandó los tres cambios juntos al inicio del complemento. Con esto, lo primero que se vio fue otro posicionamiento táctico. Defensor pasó del flojo 4-3-3 a un pretencioso 3-3-1-3.
Con el correr de los minutos quedó plasmado el nuevo escenario de juego: el violeta tirado arriba, los arachanes jugando a la contra. Entonces sucedió una cosa y la otra: Defensor fue, insistió por abajo con el siempre inquietante López, Martín Correa buscó abrir la cancha, Matías Santos se sumó a Martín Rabuñal en el armado y, con eso, se mantuvo cerca del arco rival. Pero parecido no es lo mismo y estar cerca no es sinónimo de chances, mucho menos de goles. Fue Cerro Largo, en cambio, el que pudo ampliar diferencias. Sosa tuvo un mano a mano que esta vez ganó Rodríguez, Fito Lima remató dos veces muy cerca de los palos, Mauro Luna también perdió con el arquero y hasta Yefferson Moreira, que se soltó a lo Diego Godín, contó con un tiro que se fue apenas arriba.
Nada cambió en el tanteador. Ganó Cerro Largo y estuvo bien. Esa es la realidad, aunque todos hablen de sorpresa.