Las bochas son una disciplina poco difundida en nuestro país. Entre otras cosas, porque siempre se ha tenido la idea de que es un deporte de veteranos y poco divertido. No es lo que piensa Yamila Fernández, que tiene 32 años, es oriunda de Canelones, mamá de Delfina y trabaja como enfermera en el CTI pediátrico del hospital Pereira Rossell.
–¿Es un deporte de personas mayores?
–¡No! La gente que no conoce el deporte es lo primero que piensa. Se puede jugar a cualquier edad, desde un niño hasta una persona de 80 años. Se está trabajando para arrimar a más niños. Lo único que falta es más difusión y publicidad. Me encantaría que mi hija jugara y que algún día pudiéramos compartir una cancha. Ella decidirá. Más que un deporte, es un estilo de vida.
No es menor el tema hereditario. Los padres de Yamila jugaban a las bochas y ella, de pequeña, recorrió varias canchas. De tanto ver y sentir, con nueve años ya jugaba en el equipo del gimnasio Guadalupe de Canelones, a los 15 años vistió por primera vez la camiseta celeste y ha sido seleccionada casi ininterrumpidamente para defender a Uruguay hasta el día de hoy.
Su mayor logro deportivo fue un tercer puesto a nivel mundial individual en 2019, en Tucumán, Argentina. Además, fue campeona sudamericana en 2002 y varias veces plata y bronce a nivel sudamericano y panamericano, sumado a 11 campeonatos nacionales ganados.
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