En la hora y de manera impensada, Fénix empato con Liverpool 1-1 en un partido que fue casi todo de los negriazules, que dejaron escapar el triunfo al final. El Liverpool del Papa Pezzolano es un equipo paciente por convencimiento y seguramente es capaz de buscar y esperar un rato largo. Esta vez no fue necesario. A los 12 minutos, cuando Liverpool había llegado limpio por segunda vez al campo contrario, una jugada de Federico Martínez terminó en tiro de esquina que, ejecutado y plasmado en jugada pensada al segundo palo, terminó en un pase al centro y con un remate del propio Martínez que se convirtió en el gol inicial del partido cambiando la historia del primer tiempo.
Fénix salió a buscar el empate pero con un fútbol vertical y sin aciertos en tanto Liverpool siguió tocando, tocando y tocando, buscando la posición de la pelota pero sobre todo el hueco para encontrar a sus delanteros. Lo hizo con una pelota azucarada hacia Federico Martínez, quien desbordó por derecha, mandó el centro al medio y estuvo a nada de conseguir el segundo el Colo Juan Ignacio Ramírez.
Juan Ramón Carrasco empezó el partido con una oncena muy cambiada en nombres y en puestos, y ya a los 35 minutos hizo el primer cambio del partido dando ingreso a Emiliano Mozzone (que el sábado había hecho los dos goles de su equipo) por Rodrigo Tavares.
Con los cambios albivioletas (también ingresaron Juan Álvez por Raúl Ferro y Maxi Pérez por Adrián Argachá) el segundo tiempo tuvo otra estructura de juego con los de Capurro mucho más arriba, y el Indio Roberto Fernández taponeando los intentos de salida del eje central de Liverpool.
Aún así Fénix no parecía que podría empatar el partido como sí lo hizo al final y de penal. Maxi Pérez, siempre picante, fue derribado en el área, y Alex Silva, después de una discusión con Maxi por quién lo patearía, puso el 1-1.