Ya 15 años después de la aparición de este espacio, aún recordamos aquellos días de mucho calor y falta de competencia en los que, frente a nuestra responsabilidad de dar información certera y desvestir rumores de noticias, inventamos la sección Pasarela (El mercado marcado).
Concebida en el plan inicial como una puesta al día de las transferencias, las altas, las bajas, y las telenovelas de las transferencias, ya de entrada, en su primera irrupción, tuvo el enorme aporte creativo y el desparpajo de compañeros y compañeras capaces de sugerir espacios como el exquisito “Mundifrut (un espacio dedicado a lo más lindo del período de pases: el sarangueo)” o “Transitan el sendero de lo posible (chances de concreción cercanas o superiores a 50%)”. También lucían, y lucen, “Puedesergio (efervescencias y burbujitas)” y “Terrible bolazo (incalificable creatividad de pichones de Paco, dirigentes, jugadores autopromocionales y periodistas con sirena)”.
Unir lo útil con lo necesario parecía ser una interesante propuesta en esos tiempos muertos de fútbol de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el típico “no hay fútbol” aunque la Organización del Fútbol del Interior (OFI) y sus decenas de canchas y clubes estuvieran en plena competencia, a pura emoción y con mucha gente. Zurcir buena lectura con mejor información, y en este caso creatividad y solvencia en la proyección de los hechos.
Ahora estamos en otra. No hay fútbol en verdad en todo el territorio nacional como consecuencia de la licencia de los futbolistas de la AUF, la determinación de OFI de posponer todos su campeonatos, y, fundamentalmente, por las medidas del Poder Ejecutivo para intentar paliar la emergencia de salud por el coronavirus, que entre otras cosas ha suspendido toda actividad pública, en principio, hasta el 10 de enero.
¿Y dónde está el piloto?
El miércoles 23, el Consejo de Liga de Primera División de la AUF, sesionando en el estadio Centenario, aprobó por unanimidad que el Torneo Clausura se juegue tal como está reglamentado (a una rueda, todos contra todos), empezando, si se puede, el sábado 16 de enero. Antes, entre el 11 y el 14 de enero, se deberá jugar la final del Intermedio entre Nacional y Wanderers, y los partidos de la séptima fecha de ese torneo Torque-Rentistas y Defensor Sporting-Boston River.
Se da el caso de que ni Nacional ni Peñarol, los clubes que tienen la mayor cantidad de seguidores del país, tienen director técnico confirmado. En el caso de Peñarol, el 31 de diciembre vence el contrato de Mario Saralegui, que desde hace días ya está en su casa en Artigas, y debido al cambio de gobierno y hasta a la administración de la gestión deportiva, y más concretamente del fútbol, se ha expresado que el artiguense no seguiría. A pesar de que no está descartado su nombre, el nuevo presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, que desembarcó en el club aurinegro con Pablo Bengoechea como eje de la gestión del fútbol, ha dado entender claramente que se inclinará por otro entrenador. Ahora habría que preguntarse quién. La pasarela virtual de Peñarol fue dejando nombres, más o menos verosímiles, para iniciar los nuevos procesos carboneros a falta de poco menos de medio campeonato: Mauricio Larriera, Paolo Montero, Gustavo Poyet, Martín García, Diego Forlán.
La falta de posibilidades concretas de que lleguen extranjeros al país estando las fronteras cerradas dificulta la posibilidad de que se concrete un acuerdo con algún entrenador que también ha pasado por la pasarela. En las próximas horas debería quedar confirmado el nuevo director técnico, que se vincularía por un tiempo necesario para permitir que se despliegue un proyecto.
Director o secretario
Nacional también está acéfalo en su dirección técnica, pero técnicamente, en los papeles y en las ideas, no es tan así: Jorge Giordano pasó de secretario técnico a entrenador del plantel principal por lo menos hasta el final del Intermedio, justamente el torneo al que el floridense lo llevó a la final. Ese partido ante Wanderers se jugará seguramente el 14 de enero, y hasta ese momento, por lo menos, Giordano debería seguir, de acuerdo a lo acordado. Una serie de acontecimientos que tienen que ver con lo que le sucedió a su plantel en un par de partidos, y también fuera de la cancha, parecieron devolver a Giordano a los escritorios.
La derrota en el clásico, en la Libertadores, y el problema disciplinario de parte del plantel parecieron remover la góndola supermercadista y aparecieron muchos nombres como candidatos para dirigir a Nacional en el Clausura, desde el siempre exitoso Álvaro Gutiérrez, que se autoexcluyó, a otros valiosos entrenadores, como Alexander Medina, que está en Talleres de Córdoba, Alejandro Cappuccio, el ganador del Apertura con Rentistas, y Martín Ligüera, que dirige a la tercera división.
Por estas horas la situación parece estar resuelta a favor de la continuidad de Giordano, quien a pesar de la mala semana en la que no fue posible el pasaje a las semifinales de la Libertadores, posibilidad que se esfumó con una dolorosa goleada, sumado al clásico del Intermedio, ha logrado enderezar con firmeza la situación disciplinaria, sumándole a ello a un buen andar deportivo que lo llevó a ser finalista del Intermedio.