Desde la primera participación en la Libertadores, allá en el lejano 1962, hasta su último partido decisivo de ida y vuelta, Nacional nunca había enfrentado una situación similar a la de este miércoles en el Parque Central, a las 19.15, con una gran expectativa por seguir adelante, pero sin más hinchas en el estadio que el monumento al primer hincha, Prudencio Reyes, el que hinchaba –inflaba las pelotas en los primeros años del siglo XX en los tricolores–. Porque, como se sabe, la difícil revancha ante la relevante formación ecuatoriana de Independiente del Valle está inhabilitada al público y sólo se podrá ver por la señal Fox Sports.
No es la primera vez que Nacional se juega una clasificación a puertas cerradas, ya le sucedió el 12 de febrero de 2015 cuando en primera fase quedó eliminado ante Palestino, después de ganar 2-1, debido al gol de visitante. Sin embargo, esta vez los tricolores no juegan sin público por alguna sanción, sino por la pandemia.
El partido de este miércoles tiene una alta complejidad para ambos contendientes, después de ver el vibrante juego una semana atrás en Quito. Para Nacional, en particular, porque sólo podrá potenciar el punto traído de Ecuador si gana, pero además porque no puede armar su mejor oncena, porque otra vez no puede contar con Gabriel Neves, convaleciente de coronavirus, ni con el rodriguense Guzmán Corujo en la defensa, que sigue con problemas físicos, aunque sí estará Agustín Oliveros, que por la cuarentena, después de la selección, no pudo ir a Quito.
Jorge Giordano no ha confirmado el equipo ni el sistema de juego, que tendrá que tener un tono muy equilibrado para buscar la victoria, pero también para impedir cualquier gol, que, como Nacional no convirtió en Quito, se convertiría en trampa mortal para los tricolores.
El equipo ecuatoriano, de muy buena exposición futbolística a pesar de no haber podido convertir en la ida, viajó a Montevideo con la maravilla del fútbol ecuatoriano, Moises Caicedo, que en la ida no pudo jugar debido a un problema muscular.
Nacional formaría con Sergio Rochet; Mathias Laborda o Armando Méndez, Renzo Orihuela o Laborda, Agustín Oliveros, Ayrton Cougo; Alfonso Trezza, Emiliano Martínez, Joaquín Trasante, Ignacio Lores; Gonzalo Bergessio y Gonzalo Castro.
Los ecuatorianos, que con suplentes vienen de perder ante Delfín –de Manta– por su campeonato local, jugarían con Jorge Pinos; Richard Schunke, Luis Segovia, Ángelo Preciado, Beder Caicedo; Cristian Pellerano, Lorenzo Faravelli, Moises Caicedo o Christian Ortiz, Jacob Israel Murillo, Bryan García; y Gabriel Torres.