Con dos partidos se cerrará este lunes la séptima fecha del Clausura, que ya el miércoles dará pasó a la octava, la última por un tiempo de las que se jugarán entresemana, dado que después Liverpool iniciará su campaña en la Copa Libertadores y después de la primera fase se incorporará el club que el domingo que viene acepte la posibilidad de ser Uruguay 3 para ir a enfrentar al Bolívar de La Paz.
Este sábado en el María Mincheff, Danubio recibirá a Progreso a las 17.00. Como todos, el partido es sin público y televisado en directo por VTV. A los danubianos les siguen quedando muchos puntos (27) por jugar para salvarse del descenso, pero su situación se viene proyectando, en resultados y sensaciones, como reservada. El equipo dirigido por Leonardo Ramos suma 67 unidades en la Tabla Anual y precisa descontar aproximadamente 15 puntos a los que este sábado están en la franja de los 80 para poder salvarse. Roza la ridiculez por el absurdo, pero si lo hiciera no sólo pelearía el Clausura, sino que hasta podría entrar en algún torneo internacional. Para ello deberá hacer algo que ninguna proyección sostiene y conseguir en nueve partidos lo que no ha podido lograr en 28.
Progreso, con su nuevo entrenador en cuarentena –Maximiliano Viera llegó de Estados Unidos, a donde había vuelto después de conseguir el ascenso con Sud América–, procurará volver a sumar, como lo hizo en su última presentación, ante Defensor. Los gauchos están casi tan mal como los danubianos en la Anual y en el Clausura, pero para el descenso tienen el crédito de una gran temporada 2019 que los salva por este año.
A las 19.15 en el estadio Centenario, pero fundamentalmente en las pantallas por las que se puede ver, jugarán un interesantísimo partido Boston River y Torque, en un partido que es por puntos trascendentes en el Clausura, en la Anual y en el descenso. En el actual campeonato Torque tiene 11 puntos y Boston River 10, detrás de los 15 de Liverpool y los 14 de Nacional, que, como se sabe, ya empataron en esta fecha con Cerro y Plaza respectivamente. En la Tabla Anual vale mucho para que Torque mantenga la segunda colocación, mientras que en la del descenso los puntos son vitales para que Boston River intente la complicada misión de jugar en la A la próxima temporada.
Mi cuadro, mi barrio, mi hogar
Caés en la cuenta de que te vas a la B cuando en tres minutos de partido perdés 2-0.
Salís corriendo del laburo porque hoy se juegan puntos fundamentales para seguir.
17.10 todavía no te dio para llegar a sentarte frente al televisor, y el relator de Oriental ya cantó dos goles de Plaza Colonia.
Un miedo, un escalofrío me sube por las tripas. Tengo que parar. Puteo. Freno. No puedo avanzar.
En esta corta y treintañera vida, nunca vi a mi cuadro en otra categoría.
Mi adolescencia me enseñó a recorrer canchas, a llorar cuando perdimos finales. A jugar finales.
La juventud nos enseñó a ganarlas, a ser campeones. A dar vueltas olímpicas y recorrer el país trayendo la copa.
La pandemia, el 2020 nos arrastró al final de la tabla.
La adultez y sus malditas responsabilidades me hablan, me dicen que tengo que madurar y tomar este fracaso deportivo como algo más, algo que pasa.
No es el fin del mundo.
Pero no quiero madurar. No quiero ser adulta. Quiero llorar. Gritar. No sé qué significa estar en la B, pero tampoco lo quiero experimentar.
Mi cuadro, mi barrio, mi hogar. Quiero que se termine esta pandemia para abrazarnos, para encontrarnos en la Curva, en el María Mincheff.
Quiero abrazar a esos hinchas que están en sus casas mirando por televisión esta realidad ajena y poder decirnos que esto ya pasará.
Victoria Licandro