En una temporada atípica, que comenzó por aquel lejano febrero de 2020, Nacional se coronó campeón uruguayo en abril de 2021. Un final diferente, en el Complejo Rentistas, sin gente en las tribunas y con un festejo más íntimo que lo habitual del joven plantel de Nacional dentro de la cancha.
Con datos de la empresa Newen Analytics repasaremos los puntos clave de Nacional en esta temporada. Un equipo que no pudo ganar el Apertura ni el Clausura pero se quedó con el Intermedio y, al ganar la Tabla Anual, se aseguró un lugar en las finales.
Una final que tuvo algo de sabor a revancha para Nacional, que había perdido la final del Apertura ante Rentistas en la primera parte del año y no le había podido ganar en sus duelos en el Apertura y el Clausura.
En el arco de enfrente
A lo largo del año, Nacional anotó 61 goles, incluyendo los que le convirtió a Rentistas en la final del torneo. Fue el tercer equipo que anotó más goles detrás de Liverpool y Montevideo City Torque.
Goles esperados (xG): Es una métrica que analiza la calidad de los remates, asignándoles una probabilidad de que un intento de esas características termine en gol, basado estadísticamente en cuántas veces una situación de ese estilo terminó concretándose en el pasado.
Si comparamos sus goles con sus xG, observamos que se esperaban 63,38 con los remates que generó Nacional. Eso lo convierte en el equipo con el segundo valor más alto de xG en el campeonato. Es decir que debería haber convertido al menos dos goles más de los que convirtió (ver gráfico de goles convertidos en cada partido sobre goles esperados).
A su vez, Nacional fue el equipo con el valor más alto de xG por remate. Esta fue la tónica de todo el torneo. Los tricolores, comparándolos con el resto de los equipos de primera división, buscaban zonas de remate con una mayor probabilidad de terminar en gol que sus rivales.
No se destacaba por ser uno de los equipos que más remataba, pero elegía mejor desde dónde rematar. Nacional remató 10,96 veces cada 90 minutos. Esto lo coloca como el octavo equipo que más remates hizo. De sus remates, 35,7% tenían como destino el arco rival. Este porcentaje de acierto dejó a Nacional como el noveno equipo con mayor acierto en sus remates.
El terror del área
Hubo un jugador en Nacional que se encargó de romper con todos estos números: su goleador, Gonzalo Bergessio. Incluyendo las finales en el análisis, Bergessio fue el jugador que anotó más goles en la temporada, con 25 goles en 37 partidos jugados.
Por si fuera poco, rindió muy por encima de sus goles esperados. Con 18,92 xG, consiguió marcar unos seis goles más que los que la probabilidad indicaba. Si lo comparamos con Juan Ignacio Ramírez, goleador de Liverpool con 24 goles, el Colo rindió prácticamente a la par de su xG, ya que de él se esperaban 24,41.
Otro punto interesante a analizar es que Bergessio remató tres penales en la temporada y anotó uno. Por lo tanto, si no tomamos en cuenta sus remates de penal, anotó 24 goles de 16,64 xG (cada penal tiene un valor de 0,76 xG). El argentino tuvo una temporada formidable y anotó prácticamente ocho goles más que los que la estadística indicaría con las ocasiones que tuvo. Si eliminamos los goles de penal, su seguidor en la tabla de goleadores, el Colo Ramírez, tendría 15 goles.
Como podemos observar en los goles convertidos por Bergessio, es un gran finalizador dentro del área. Siempre encuentra formas para anotar: 12 goles fueron con su pie derecho, ocho con el izquierdo y cinco de cabeza.
En cantidad de remates, Bergessio aparece en el puesto número 25, con 2,41 remates cada 90 minutos. El delantero se destaca por su acierto al arco rival: 55,56% de sus remates van entre los tres palos, lo que lo convierte en el tercer jugador del campeonato con mayor precisión.
El goleador del campeonato rompió el 0-0 en 13 oportunidades. Fue la llave que encontró Nacional para abrir sus encuentros. A su vez, aseguró ocho triunfos con sus goles, si consideramos los partidos que estaban igualados en los que Bergessio anotó para que Nacional se llevara la victoria.
En el arco del fondo
Nacional fue el segundo equipo con el arco menos vencido en el año. Recibió 38 goles, dos más que Peñarol. Si consideramos el promedio de goles recibidos por partido, Nacional fue el equipo que menos goles recibió. Para analizar el rendimiento defensivo vamos a utilizar los goles esperados que generaron los rivales de Nacional (xGA).
Contra los tricolores se generaron chances con un valor de 51,95 xGA, por lo que les anotaron 14 goles menos que lo que se esperaba. Esto puede tener diversas explicaciones: malas definiciones de los rivales, defensores que interceptaron los remates o un gran rendimiento del arquero, entre otros.
Luis Mejía comenzó siendo el golero titular de Nacional. Disputó nueve partidos y recibió diez goles (frente a Progreso fue sustituido a los 33 minutos). Para analizar el rendimiento de los arqueros vamos a incluir una nueva métrica basada en los xG. Se trata del xCG, que se utiliza para medir el rendimiento del arquero. Es el valor posterior del remate, considerando no sólo la zona desde donde se remató, sino a qué zona del arco fue direccionado el remate.
El arquero panameño recibió remates de un valor de 9,38 xCG, por lo que dejó un saldo apenas negativo en cuanto a sus goles evitados: -0,62 goles evitados (xCG – goles recibidos = goles evitados).
La aparición de Sergio Rochet en el arco de Nacional fue fundamental en su camino hacia el título. Disputó 32 partidos, 31 de ellos como arquero titular. Recibió 28 goles de 33,53 xCG. Con sus atajadas logró evitar 5,53 goles. Rochet fue el sexto golero que evitó más goles con sus atajadas. Hay que tener en cuenta que los goleros que reciben más remates por partido también suelen realizar más atajadas (ver gráfico atajadas versus goles recibidos).
Nacional recibió 11,47 remates cada 90 minutos. Fue el sexto equipo al que patearon más. Progreso fue el equipo que recibió más remates por partido, y su arquero, Nicola Pérez, el que evitó más goles con sus atajadas (8,94 goles evitados en 24 partidos).
Otras yerbas
Otro jugador muy importante en la segunda parte del año fue Brian Ocampo. El extremo es un jugador peligroso en el uno contra uno, intenta 8,68 regates cada 90 minutos, lo que lo coloca entre los diez jugadores que más lo hacen en primera división.
En promedio es exitoso 57% de las veces con sus regates, números interesantes considerando la cantidad de regates que intenta por partido.
A su vez, Ocampo alcanzó diez asistencias, por lo que fue el mayor asistidor del campeonato y también el jugador que otorgó más asistencias cada 90 minutos, con 0,48. Prácticamente una asistencia cada dos partidos. Fue un jugador determinante en la primera final con Rentistas, donde ejecutó los tres tiros de esquina por los que Nacional anotó sus goles. Por si fuera poco, las diez asistencias las logró desde el Torneo Clausura en adelante, cuando empezó a ser un número fijo en el equipo titular.
Nacional no se caracterizó por ser un equipo de gran posesión de pelota. Promedió 51,1% de posesión por partido y fue el sexto equipo en este rubro. Realizó 327 pases cada 90 minutos (7°) con una precisión de 79,4% (5°). Gabriel Neves fue el principal pasador del equipo con 56,59 pases cada 90 minutos, el cuarto jugador del campeonato en realizar más pases cada 90 minutos, con una precisión de 85%.
La frutilla de la torta fue coronarse campeón con el segundo plantel más joven, una apuesta institucional a la hora de no renovar ciertos contratos y darles lugar a jugadores más jóvenes, que marca las bases sobre las cuales construir para las próximas temporadas.