Después de seis semanas consecutivas de competición, 180 partidos presentados como series de televisión, 90 viajes transitando el continente con el mapa en rojo por casos de covid-19, y mínimo una centena de casos de infecciones pospartido, ha terminado la fase de grupos de los dos torneos de clubes que organiza la Confederación Sudamericana de Clubes.
De los 32 equipos que estaban participando en la Libertadores, 24 de ellos seguirán en la competición internacional, aunque 16 pasarán a octavos de final de la más antigua copa de clubes de América, y los ocho restantes cambiarán de campeonato y jugarán los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Como se recordará, en el asado de trabajo para celebrar las 50.000 dosis que Luis Lacalle Pou consiguió para la Conmebol, el presidente de la confederación y el presidente uruguayo empezaron a pergeñar la idea de que las finales de ambos torneos, La Libertadores, y la Sudamericana, se jugaran este año en Montevideo, en el estadio Centenario. Esa noche, la de la revelación de Lacalle Pou en una conferencia poco antes de ir al asado ‒cuando nos trasladó que si fracasa la libertad responsable fracasa la humanidad‒, se empezó a concretar lo que unos días después fue oficial.
Entonces, Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, calificó de “envidiable situación sanitaria” la de Uruguay, que ese día tenía 66 muertos por covid-19 y 3.805 casos nuevos. El día en que se hizo oficial la nominación de Montevideo para las finales del 6 y el 20 de noviembre, Domínguez abundó en su cuenta de Twitter, señalando que “Uruguay está listo y el Centenario empezará una remodelación para las finales únicas y seguirá con miras a la Copa del Mundo 2030”; y gobernando sin tecnocracia, y sin tener que revisar las previsiones del GACH, afirmó que Uruguay tiene un acelerado ritmo de vacunación contra la covid-19. Para julio, más de la mitad de la población debería estar inmunizada, por lo que algunos dirigentes proyectaban ingresos de millones de dólares, además de ingresos por la llegada de turistas a ver la final. Pero aún falta mucho tiempo, y mucha competencia.
¿Y ahora?
Lo próximo es el sorteo de los octavos de final, que se llevará adelante el 2 de junio tanto para la Libertadores como para la Sudamericana.
En ambos casos los cruces, que se decidirán a partido y revancha, se harán con dos vertientes. Para el caso de la Libertadores, los primeros de cada grupo se habrán de cruzar con los segundos, todo por sorteo, sin importar el orden de prelación de acuerdo a los puntos que hayan conseguido; el primer juego en casa de los segundos, y la definición con localía de los primeros. Para la Sudamericana, los ganadores de cada grupo, los únicos que accedieron a octavos, se enfrentarán con los ocho terceros de los grupos.
Es así que justamente los únicos dos equipos uruguayos que seguirán adelante en los torneos de clubes sudamericanos, Peñarol y Nacional, podrían llegar a cruzarse ya en la próxima fase de octavos de final de la Sudamericana. Los aurinegros estarán en el bollón de los ganadores de grupo, por haber terminado primeros en su serie de Sudamericana, por delante de Corinthians, River Plate de Paraguay y Sport Huancayo, mientras que los tricolores estarán en el otro agrupamiento, el de los terceros de Libertadores, que pasan a jugar en la Sudamericana. Nacional terminó tercero, detrás de Argentinos Jrs y Universidad Católica de Chile, y por encima de Nacional de Medellín.
A ver qué sale
Las pautas de Conmebol para el sorteo no implican restricciones de enfrentamientos. Habrá un bolillero 1 en que estarán Peñarol, Rosario Central, Independiente de Avellaneda, Libertad de Paraguay, Bragantino, Gremio, Arsenal y Paranaense, y el bolillero 2 , el de los que vienen de la Libertadores, que incluye a Nacional, Deportivo Táchira, Santos, Junior de Barranquilla, Sporting Cristal, América de Cali, Liga de Quito e Independiente del Valle.
A Peñarol le puede tocar cualquiera de los del bolillero 2, y a Nacional, cualquiera de los del 1.
Los partidos de ida están previstos para la semana posterior a la finalización de la Copa América, entre el 13 y el 15 de julio, y las revanchas, para la semana siguiente.
Sin uruguayos
La Libertadores sigue adelante sin clubes uruguayos, dado que ni Nacional ni Rentistas pudieron avanzar.
En el bolillero de los primeros estarán Palmeiras, Inter de Porto Alegre, Barcelona de Ecuador, Flamengo, Fluminense, Racing, Argentinos Juniors y Atlético Mineiro. En el de los segundos habrá bolillas de Defensa y Justicia, Olimpia de Paraguay, Boca Juniors, River Plate, São Paulo, Universidad Católica, Vélez Sarsfield y Cerro Porteño. Hay dominio absoluto de clubes brasileños (seis) y argentinos (seis), dos paraguayos, un chileno, y un ecuatoriano, por lo que hay alta probabilidad de que lleguen al Centenario, el estadio con más finales de copa Libertadores, argentinos o brasileños.