Un tribunal de Justicia de San Isidro, en el Gran Buenos Aires, determinó llevar a juicio oral la causa por la muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020, cuando el astro de 60 años cumplía una internación domiciliaria tras una cirugía en la que se le extrajo un edema craneal.
Fuentes judiciales citadas por el eldiarioar.com informaron que fueron imputados por el fiscal los ocho profesionales de la salud que trabajaban directamente en la atención de Maradona, quienes son acusados por “homicidio simple con dolo eventual”. En el pedido de elevación a juicio, el equipo de fiscales comandado por John Broyad consideró que el equipo médico fue “deficiente”, “temerario” e “indiferente”, que sabía que su paciente podía morirse en el estado en el que estaba y que no hizo nada para evitarlo.
En su resolución, el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, dispuso que la causa sea remitida para que un tribunal oral de San Isidro juzgue por la muerte del exjugador, entre otros profesionales de la salud, al neurocirujano y médico de cabecera de Maradona, Leopoldo Luciano Luque, a la psiquiatra Agustina Cosachov y al psicólogo Carlos Ángel Díaz.
Si bien la autopsia realizada a Maradona inicialmente determinó que había fallecido como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”, la Justicia inició una investigación pedida por algunos de los hijos del excapitán de la selección argentina y convocó a una junta médica de expertos, la cual concluyó que el desempeño del equipo de salud fue inadecuado.