Hablamos distinto, jugamos distinto pero a lo mismo. Unos driblan, otros gambetean, otros bailan. El fútbol de hoy es vértigo, velocidad. La de Bolivia es una idiosincrasia luchona, de siempre salir a pelearla de visita. De gozar del clima local y hacerlo parte, y tener cada tanto esas estrellas que siempre nos harán recordar al Diablo Etcheverry.
La selección boliviana tiene técnico argentino como otras tantas. Sin duda aquello no es casualidad. Hay algo en esa estirpe que hace que las selecciones elijan técnicos como Gustavo Costas. El identificado con Racing le dio al equipo boliviano otra identidad sin perder la propia: la de la facha de Marcelo Martins Moreno, efectivo y estrella, la de Guillermo Viscarra, que se vistió de gala para la fiesta.
El arquero le contuvo un penal a Neymar con mucha plasticidad. El delantero había tenido una de pool en la previa. Al brasileño se le cayeron los ojos del mundo sobre el número diez, un empujoncito al que está acostumbrado, pero que también ha sido una veleta de su carrera. Definió con samba pero el arquero fue una goma.
Cuando el partido ya estaba 1-0, Viscarra se quedó con una jugada maradoniana del mismo astro brasileño nacido en el Santos como el honrado Pelé. La apertura del score llegó de los pies de Rodrygo, que esperó el rebote como a un novio. La jugada había sido exquisita. Bolivia supo desconcertarse.
El partido, sin embargo, se abrió con un gol fácil. Recién había arrancado el segundo tiempo. El abrazo con Neymar del autor del tanto fue un consuelo. Raphinha encontró un canal, un tubo imaginario entre hombres, por donde la pelota podía colarse. El partido comenzó a liquidarse, aunque Bolivia fue profesional y competitivo.
Rodrygo volvió a convertir casi enseguida. Dos intentos de cucharear la esfera terminaron con el delantero cómodo para el gol. El partido se acercó a lo predecible, quizás esa haya sido la mayor pena de Bolivia: no poder doblegar lo predecible, a pesar de estrategias y virtudes. Apenas pasados los 60 minutos, Neymar tuvo su revancha casi instantánea y convirtió el cuarto. Con ese gol superó a Pelé como máximo goleador de la selección brasileña.
Bolivia siguió peleando y encontró el del honor en una patriada de Víctor Ábrego, el futbolista aguantó con el cuerpo y definió para nunca olvidarse. Brasil manejó el partido con prestancia y el equipo de Fernando Diniz se quedó con el partido en el debut. Neymar coronó la lotería pasados los 90.
Detalles
Estadio: Olímpico de Pará
Árbitros: Juan Gabriel Benítez, Eduardo Cardozo y Milciades Saldivar (Paraguay)
Brasil (5): Ederson; Danilo, Marquinhos, Gabriel Magalhães, Renan Lodi; Bruno Guimarães, Casemiro, Neymar Junior; Rodrygo, Raphinha y Richarlison. Entrenador: Fernando Diniz.
Bolivia (1): Guillermo Viscarra; Jairo Quinteros, Adrián Jusino, Marcelo Suárez; Diego Medina, Gabriel Villamil, Roberto Fernández, Diego Bejarano, Boris Céspedes; Jaime Arrascaita, Marcelo Martins Moreno. Entrenador: Gustavo Costas.
Cambios: 57' Héctor Manuel Cuéllar Rosales por Diego Bejarano Ibáñez (Bo) y Carlos Daniel Roca Avellaneda por Roberto Carlos Fernández Toro (Bo); 69' Luciano Ursino por Boris Céspedes (Bo); 69' Caio Henrique Oliveira Silva por Renan Augusto Lodi dos Santos (Br); 70' Matheus Santos Carneiro Da Cunha por Richarlison De Andrade (Br), Joelinton Cassio Apolinário de Lira por Bruno Guimarães Rodriguez Moura (Br); Víctor Alonso Ábrego Aguilera por Marcelo Martins Moreno (Bo); 75' Jaume Albert Cuéllar Mendoza por Jaime Darío Arrascaita Iriondo (Bo).
Goles: 24' Rodrygo (Br); 47' Raphinha (Br); 56' Rodrygo (Br); 61' Neymar (Br); 77' Víctor Ábrego (Bo); 92' Neymar (Br).