Impresionante lo de Defensor. Van cuatro ediciones de la Copa AUF Uruguay, el campeonato más amplio y federal, en el que tienen lugar todas las expresiones del fútbol institucionalizado, y por cuarta vez se ha instalado entre los mejores de un campeonato que hasta ahora sólo lo ha visto campeón.
La viola le ganó 2-0 a Central Español, enorme rival, y en semifinales se deberá cruzar con Peñarol. El elenco de Punta Carretas anotó un gol en la primera parte, un golazo de Diego Abreu, y reforzó la diferencia promediando el complemento con anotación de Alexander Machado.
Noches de copa
Aunque nos quepan las generales de la ley, aunque los haters militen en su contra sin saber por qué, la Copa Uruguay es y seguirá siendo una maravilla que permite noches como la del Franzini, con dos clubes que llegaron hasta ese rincón del Río de la Plata plenos de expectativas y responsabilidades buscando dar lo mejor para seguir adelante.
Los primeros minutos fueron de Central Español, que sorprendió al elenco local llevándolo a su campo, e inclusive generando una acción plena de gol, además de pelotas paradas que permitieron poner la pelota con peligro en el área del coloniense Kevin Dawson. Tuvo al arranque una acción neta a orillas del área chica, que salvaron entre Juan Viacava y Dawson.
Las dos oncenas presentaron para este partido equipos que se podría decir eran mixtos, con una buena cantidad de jugadores de los titulares de todos los fines de semana y algunos otros que suelen ingresar en los encuentros. Para ambos, era un encuentro absolutamente trascendente.
Nahuel Furtado, de Defensor Sporting y Sebastián Viveros, de Central Español.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
Poco a poco, la viola se fue afirmando y empezó a generar acciones por afuera con la particular capacidad de velocidad y desborde de Lucas Agazzi, colocando buenas pelotas al centro del área palermitana. El equipo de Ignacio Ithurralde presentó un ataque con cuatro delanteros Agazzi, Xavier Biscayzacú, Abreu y Machado, y todos funcionaron a pleno, con grandes apariciones de Machado, que buscó de todas maneras el gol.
Está en el espíritu y en el imaginario de la Copa el otorgar posibilidades a todos. Es un poco también uno de los paradigmas más valiosos de la competencia en el fútbol, en el que los más chicos, no una sino muchas veces, pueden hacerles partido a los más grandes. No obstante ello, resultó gratificante ver cómo Central pudo plantear un partido de igual a igual sin necesidad de hacer tiempo o poner la bañadera.
Pasado el cuarto de hora, una gran maniobra por izquierda del Pepe José Álvarez terminó en una gran doble intervención del golero Rodolfo Alves, que fundamentalmente hizo un atajadón frente al remate a quemarropa de Biscayzacú.
Rodrigo Muñiz, de Central Español, Lucas Agazzi y Nahuel Furtado, de Defensor Sporting.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
Abreu es gol
A los 37 minutos llegó el primer gol del partido, y no fue sólo gol, fue golazo. Después de un ataque masivo y peligrosísimo de Defensor, que terminó con el arquero Rodolfo a los revolcones salvando una pelota increíble en asociación con su caño derecho, la pelota terminó afuera y vino un lateral que, peinado en el área, lo recibió en la cabeza Germán Barrios, quien como un salonista haciendo el pívot le jugó la pelota redonda a Abreu, que venía desde la izquierda y en diagonal metió un derechazo infernal que se incrustó en el ángulo superior izquierdo del golero brasileño, que no pudo hacer más que mirarla.
Era fundamental advertir cuál era la reacción del equipo de segunda división profesional, si seguía jugando de igual a igual o si la desventaja lo ponía en una situación dificultosa que impidiera seguir buscando el arco contrario. Eso no pasó porque los palermitanos salieron al ataque de primera y estuvieron muy cerca de generar una acción de peligro para después seguir asentándose en el partido sin perder la compostura y mirando al arco de enfrente.
Después de pasar por los vestuarios, de escuchar la cantinela de los técnicos, de gritarse a sí mismos y juramentarse dar todo para lo que quedaba, salieron a la cancha casi en la misma situación que en la primera parte, pero esta vez el dominio y las posibilidades de gol de Central fueron más agudas y otra vez los de la B estuvieron a nada de marcar y empatar.
Llegando a los 20 minutos, Pablo de Ambrosio, técnico palermitano, entendió que su equipo estaba para más, y para llegar al empate colocó a dos fijos de todos los sábados: Jairo Villalpando e Ignacio Panzariello; pero cuando parecía que estaba al caer el posible empate, vino el segundo de la viola, en una contra a toda potencia donde Nicolás Wunsch le filtró una pelota a Machado, que a la salida de Alves la puso contra el caño, justita, para poner el 2-0 y darle la tranquilidad perdida al único campeón de la Copa Uruguay.
Alexander Machado, de Defensor Sporting, tras convertir el segundo gol de su equipo.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
Después para la felicidad de los protectores del espíritu del fútbol Central, ya lejos en goles y sabiéndose inferior en categoría a su rival, siguió y siguió atacando buscando el descuento.
Defensor estuvo también cerca del tercero, pero para quienes no conocían al arquero brasileño, él es un trotamundos que está desde la C en Central y muchos lo descubrieron como un gran golero que voló una y tantas veces para salvar su arco.
Defensor resolvió muy bien la llave y por cuarta vez , tantas como las ediciones de la Copa Uruguay, se mete entre los cuatro mejores, y para llegar a la final deberá enfrentar a Peñarol, mientras que el otro finalista saldrá del encuentro entre Plaza Colonia y Racing.
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