Deporte Ingresá
Deporte

Jorge Severo, de Uruguay, tras la anotación del cuarto gol de Argentina, el 7 de febrero, en el Estadio Brígido Iriarte de Caracas.

Foto: Edison Gamez, AFP

Uruguay perdió 4-3 con Argentina y ya casi no tiene posibilidades de título en el Sudamericano sub 20

3 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Con dos derrotas al hilo en la fase final, los celestes ahora deben procurar empezar a sumar para clasificar al Mundial.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Una serie de errores y momentos de absoluto desencuentro cambiaron un partido que venía bien, que por momentos se transformó en un infierno y que terminó con una distancia mucho más corta de lo que parecía que sucedería.

Fueron diez minutos en el primer tiempo los que desencajaron el comportamiento acertado del equipo uruguayo y lo transformaron en un colectivo que no daba pie en bola y generaba posibilidades a su rival con errores no forzados. Así Argentina sacó la ventaja, que por dos veces llegó a ser de tres goles de diferencia. Los celestes se recuperaron en el último tercio del partido y achicaron diferencias, pero no les dio para recuperar por lo menos un punto que los dejara en carrera para el título y clasificación.

Ahora la celeste deberá pugnar el lunes ante Chile, después Paraguay y por último Colombia y sumar para entrar entre los clasificados al próximo Mundial de la categoría, que se desarrollará este año en Chile.

Cuando perdió el equilibrio

El comienzo del encuentro, fundamentalmente el primer cuarto de hora, mostró a un equipo uruguayo sin fisuras y sin arrastrar decaimiento en el juego, algo que podría haberse desprendido de la derrota ante Brasil.

El elenco de Fabián Coito mostró en esos momentos una impostura acorde a los equipos que siempre procuran dar lo mejor sin importar la calidad o capacidad de los rivales. En este caso, era la innegable buena conjunción de los argentinos.

El proceso de juego fue creciendo para el elenco celeste que en los primeros minutos se mostró firme y seguro en defensa, y con buenas conexiones del medio hacia adelante, pero que a medida que fueron pasando los minutos fue mejorando en cuanto al armado de jugadas ofensivas que podían generar peligro.

Buenas conexiones, cortos toques, y también cambios de frente permitieron a los uruguayos generar ataques y jugadas netas de gol como una que, después de una gran colección de toques, culminó con un remate del carmelitano Petit, que se fue apenas al lado del caño derecho de los argentinos. Ambos equipos contaban con espacio y tiempo para procurar la salida y las combinaciones ofensivas, donde la defensa uruguaya se paraba mejor con la vieja escuela de marca celeste para taponear los pocos intentos argentinos.

El equilibrio del juego uruguayo no alcanzó para poner a la oncena celeste en diferencia y tuvo el castigo de que, en una jugada rápida y llena de habilidad y calidad de los argentinos, el Diablito Claudio Echeverri, haciendo magia en el área, quedara solo frente a las redes para anotar a los 37' el primer gol del partido.

Ahí se cayeron todas las fichas como en un efecto dominó que desarmó e hizo colapsar al elenco celeste.

Efecto dominó

Los diez minutos que mediaron entre el primer gol argentino y el segundo, ya al final de los minutos agregados, fueron un pequeño infierno en su concepción futbolera, con la defensa siendo un colador y la sensación de que otro gol llegaría, como llegó otra vez de Claudio Echeverri, el futbolista que tempranamente, después de jugar y desequilibrar en River Plate argentino, pasó a jugar en el Manchester City.

En el segundo tiempo, Coito propuso tres cambios para mejorar urgentemente la producción ofensiva y pareció que en cinco minutos lo lograba, pero justamente una nueva falla defensiva de los uruguayos propició el 3-0 de los argentinos a través de Mader Carrizo.

Uruguay había empezado con Kevin Martínez; Lucas Agazzi, Alfonso Montero, Juan Rodríguez, Patricio Pacífico; Mauro Zalazar, Thiago Helguera, Gonzalo Petit; Alejandro Severo, Renzo Machado, y Joaquín Lavega. En la segunda parte entraron Mateo Peralta por Helguera, German Barbas por Petit y Esteban Crucci por Machado.

Un mazazo para Uruguay, que parecía que quedaba grogui, pero tomó aire, volvió a visitar el área contraria y a los 15', después de varios ataques, logró descontar con un derechazo cruzado de Joaquín Lavega. Por un rato, pareció que volvería a dar batalla, pero a los 68' otra falla defensiva permitió un nuevo gol albiceleste, otra vez de Mader Carrizo.

A recuperación

En la media hora del segundo tiempo Uruguay siguió dando la cara y, tras un centro de Lucas Agazzi, Joaquín Lavega atropelló por izquierda y colocó su segundo gol, poniendo el marcador 2-4.

Siguió atacando Uruguay, pero contragolpeando Argentina y, a falta de 5' para el final, el bohemio Esteban Crucci ganó las espaldas de la defensa argentina y puso el 3-4, pero ya no alcanzó.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el deporte?
Suscribite y recibí en tu email la newsletter de deporte.
Suscribite
¿Te interesa el deporte?
Recibí la newsletter de deporte en tu email todos los domingos.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura