Para gran parte del ambiente futbolístico era la final más despareja de la historia, y lo fue, pero ganó por paliza el equipo que a priori era el débil. Chelsea goleó 3-0 a París Saint-Germain jugando su mejor partido en el Mundial de Clubes.
Los ingleses salieron decididos, presionaron en toda la cancha desde el pitazo inicial y no dejaron que los franceses circularan el balón. Con la pelota lastimaron con espacios y juego directo a los parisinos, que no defendieron bien y se vieron sobrepasados constantemente por los londinenses, que tuvieron una tarde brillante.
Cole Palmer, con dos remates secos y certeros, puso los dos primeros goles de Chelsea. El 10 tiene calidad para entrar en la mesa chica de los que mejor tratan la globa en el planeta; con constancia, puede marcar una época, ya que en lo físico y en técnica no le falta nada.
El mismo Palmer puso un pase filtrado de lujo para João Pedro, que quedó mano a mano y se la picó a Gianluigi Donnarumma. Típico desfachatado brasileño que se divierte, aun en las condiciones más tensas para definir.
El PSG, que venía con cuatro títulos en la temporada incluyendo la Champions League, nunca pudo volver al trámite y terminó con el mote de equipo mal perdedor. João Neves fue expulsado al agarrar de la enrulada cabellera a Marc Cucurella y el entrenador Luis Enrique agredió a João Pedro una vez finalizado el partido. Una imagen empañada para una institución que venía del mejor año de su historia.
Chelsea, que había salido cuarto en la Premier League y apenas tenía el título de Conference League como premio consuelo de la temporada, terminó siendo la grata sorpresa del certamen. Además, desmitifica eso de que “para ser campeón hay que ganarles a todos”.
João Pedro y Cole Palmer, de Chelsea, el 13 de julio, en el MetLife Stadium, en Nueva Jersey.
Foto: Franck Fife, AFP
A los ingleses, por diferentes motivos, se les fue abriendo el camino. Fue segundo en el grupo B, detrás de Flamengo, y clasificó en la última fecha al vencer a Espérance de Túnez. Tuvo la fortuna de que Bayern Múnich no fuera líder de su grupo y se cruzó en octavos de final con Benfica, al que venció en el alargue. Luego eliminó a Palmeiras en cuartos de final con un gol en contra de los brasileños sobre el final del partido y en las semis a Fluminense. En su recorrido no enfrentó a ningún poderoso de Europa, hasta la final, en la que justificó el título con un partido perfecto.
Aquel también cuenta
Chelsea no es un cuadro con una gran cantidad de títulos internacionales, solamente tiene 11 en su historia con el de este domingo. Si bien era otro formato, ya había ganado el Mundial de Clubes en 2021. En la final venció 2-1 a Palmeiras, en alargue, con goles del belga Romelu Lukaku y el alemán Kai Havertz.
Los ingleses se coronaron en la Champions League en 2012 y 2021. Ganaron dos veces la Europa League y esta temporada sumaron la Conference League. Su palmarés internacional se completa con dos títulos de Supercopa de Europa y dos de Recopa.