Este domingo, la final del Torneo Intermedio se vio opacada, pese a la fiesta en las tribunas y la cancha, por una bengala de barco que salió de la Colombes e impactó en el palco de prensa de la tribuna América sobre un policía que estaba trabajando. Iba apenas un minuto de partido. El recibimiento de ambos equipos y la previa colorida habían sido para agradecer. Un símbolo de la cultura implacable. La eterna pelea por el decanato –que en realidad ostenta Albion–, la tradición oral de las gestas fundacionales que se discutirá por siempre, todo en banderas enormes que se desplegaron en las tribunas.
Todo lo que era fiesta se tornó tenso. Quienes estábamos en el espacio de prensa quedamos en estado de alerta porque podía volver a pasar y pasó, aunque las dos bengalas que lanzaron luego cayeron en la cancha sin impactar a nadie. Quizás, si hubieran impactado sobre un jugador, o incluso sobre un periodista, el rumbo podría haber sido la suspensión. Son todos supuestos; lo cierto es que el partido siguió como si nada, mientras a un trabajador le cambiaba la vida. La bengala que impactó en la ingle del policía sería una náutica.
El ingreso de material pirotécnico está prohibido, y la voz del estadio reclamó varias veces, pero desde la cancha los árbitros no dieron señales. Apenas se generó una reunión entre miembros de la Republicana y encargados de la seguridad de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) al costado de la cancha mientras el partido seguía su curso. En ambas hinchadas, sobre todo en la Colombes, donde estaba la gente de Nacional, no dejaron de tirar pirotecnia durante el resto del partido.
El herido fue trasladado al Hospital Policial, donde quedó internado en cuidados intensivos luego de que tuvieran que intervenirlo para extirparle un testículo. La Comisión de Seguridad de la AUF elevará un informe a la Comisión Disciplinaria. Puede que haya sanciones a Nacional como quita de puntos y prohibición de ingreso de público en sus próximos partidos como local. La Justicia investiga el caso a través de la Fiscalía de Flagrancia de octavo turno.
Además, el clásico estuvo marcado por la exhibición de banderas robadas en las dos populares cuando transcurría el segundo tiempo, algo que tampoco llamó la atención de los árbitros. En la tribuna Colombes desplegaron una camiseta gigante que terminó de esconder cómo sacaban y luego guardaban, una vez mostrados como tesoros, los trapos del rival.
Hoy Nacional emitió un comunicado en el que “rechaza categóricamente cualquier manifestación de violencia y trabaja de forma permanente en su prevención y control. El Club está haciendo todo lo que está a su alcance para identificar a la persona responsable del hecho, colaborando activamente con las autoridades competentes”. La misiva también habla de un “compromiso con un fútbol familiar, seguro y libre de violencia”. El antecedente similar más reciente es el caso del Club Atlético Cerro en el Campeón del Siglo, donde un proyectil impactó a una hincha de Peñarol. El hecho le costó al albiceleste un punto y cuatro partidos sin público.
El subdirector de la Guardia Republicana, Jorge González, declaró en diálogo con Telemundo que “la inspección del estadio Centenario comenzó a las 10.30, con personal especializado y perros entrenados en detección de explosivos y pirotecnia. Se realizaron nuevos chequeos entre las 12.00 y las 13.00, con foco en banderas y elementos prohibidos”, aunque, según dijo, en los controles no se detectó pirotecnia.