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Jugadores de Universitario de Salto festejan tras convertir un gol a Nacional de Nueva Helvecia, por los cuartos de final de la Copa OFI de Clubes, divisional A, el sábado 28, en Nueva Helvecia.

Foto: Ignacio Dotti

Universitario ganó en Durazno y Río Negro empató en San Carlos

3 minutos de lectura
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Buenos partidos por semifinales de la Copa Nacional de Clubes A.

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Cientos de miles de nosotros y algunas nosotras que hemos tenido la dicha de criarnos con una pelota sabemos que el fútbol es fútbol cuando es en la cancha poniendo el cuerpo y todos los sentidos, jugando, mirando, gritando, sintiendo alegría, tristeza, valentía, miedo, realismo, nostalgia. El fútbol por y para televisión es otra cosa –como el Nikolo, que era símil chocolate–: es símil fútbol, aunque vale igual. Sucede que ahora debe haber muchachos y muchas futboleras a los que les apasiona el fútbol, pero sólo han comido Nikolo y unas pocas y contadas veces chocolate de verdad.

Menos tangerinas y maníes y más información, me aconsejó hace décadas un querido director de una radio en referencia a mis narraciones vestidas de la escenografía de las tribunas y perfumadas por los aromas de los vestuarios con las que descargaba información de sucesos acaecidos en el Centenario, en el Palermo o en el Nasazzi, que todavía se mantenían incólumes ante los informes llegados de Neuchatel, Mónaco o Dortmund.

Este fin de semana se jugaron los dos partidos semifinales en sus encuentros de ida correspondientes a la Copa Nacional de Clubes, que con ese nombre se juega desde hace 21 campeonatos, pero que es la Copa del Interior desde 1965.

Jugaron el sábado en Durazno, en el Landoni, el histórico Wanderers local ante el no menos histórico Universitario de Salto, y en el remozado estadio duraznense ganaron los salteños 2-1, para el regocijo de las decenas de salteños que llegaron a alentar a la U desde su solar natal, pero también de Montevideo y sus alrededores, donde están afincados, pero sin dejar de pensar que “aún humedecen mis lejanías las aguas dulces del Uruguay, el cielo abierto de tus otoños y el aire verde del naranjal”, como escribió Víctor Lima en la canción inmortalizada por Los Olimareños “Adiós mi Salto”.

Fue una gran victoria de la U, que, como en cuartos de final, arrancó ganando de visitante con una gran presentación. Empezó con un gol de penal del enmascarado zaguero Junior Rodríguez, pero lo empató también de penal el creativo atacante duraznense Alexander García; en la segunda parte, en gran jugada y mejor definición, llegó el 2-1 sobre la recién inaugurada tribuna Campeones del Sur y del Interior. Fue a los 26, cuando de cabeza, tras recibir centro de Valentín Fornaroli, Gastón Barrientos anotó el gol de la victoria para los salteños que no olvidaban cuando habían visto el último naranjal.

Semifinal en pagos carolinos

“Chiruzos y de izquierda”, rezaba un trapo de Libertad en el Álvaro Pérez de San Carlos, el escenario donde se desarrolló el empate entre Libertad y la Institución Atlética Río Negro de San José. “Chiruzo” es el masculino de “chiruza”, una voz del lunfardo rioplatense que definía a una persona de origen humilde y de escasa instrucción. Y entonces uno encuentra las coincidencias con un club que hace 94 años tomó su nombre de un tango del compositor y cantautor argentino Agustín Magaldi, que en 1929 vendió más de un millón de discos, y se llamó Penado 14, y al que esos mismos muchachos, 14 años después, debieron darle su gozosa Libertad porque para comprar el predio en donde hoy está el estadio había que tener estatuto para ser persona jurídica, y para el Ministerio de Instrucción Pública –hoy Ministerio de Educación y Cultura– de ese momento ese nombre no cuadraba con los valores de la época.

El Penado 14, entonces, tuvo que pelear y buscar y buscar el empate, que por 80 minutos lo impidió el valdense Bernardo Long, de enorme campeonato y partido.

El Álvaro Pérez, perfumado de tortas fritas y adornado por cáscaras de maníes, con su singularísima tonalidad de puteadas de tú, fue escenario de un vibrante espectáculo que no se vive de igual manera de atrás de las 32 pulgadas aunque tengas 4K y barra de sonido.

Es que a los 16 se puso en ventaja el elenco cebrita de San José con un gol de José Barreto de penal. Los maragatos no estuvieron lejos de ampliar la ventaja en la primera parte, pero en realidad fue Long quien impidió el empate. En el complemento, el equipo que este año es dirigido por Gerardo Diablo Cano fue un aluvión, pero recién al final del partido llegó el empate, también de penal, de Matías Tavares.

Hermoso partido que dejó abierto todo para la revancha del próximo fin de semana en el Casto Martínez Laguarda, de San José.

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