La destitución de técnicos en equipos deportivos es un tema que siempre me ha generado perplejidad. Supongo que debo haber sido así toda la vida, pero sin lugar a equivocarme podría centrar este nadar contra la corriente desde el principio de mis 40 años de ejercicio en la profesión. Es que no logro entender cómo se puede evaluar el trabajo de un entrenador a mediano o largo plazo después de sólo unos pocos partidos o una racha de resultados negativos. Si la premisa es contratar a un profesional o un grupo de profesionales para establecer un proyecto basado en los desarrollos de un equipo, ¿no debería haber un margen de error y plazo razonable para evaluar su desempeño?
De hecho, administrativa y protocolarmente lo hay, porque se firma un contrato de trabajo que establece un año y hasta dos años para que el DT y su cuerpo técnico puedan desarrollar su sistema de trabajo con los resultados buscados. Sin embargo, un empate, una pelota en el palo o una definición equivocada terminan despidiendo al técnico que había sido recibido con bombos y platillos tres meses antes, e incluso muchas veces no están ni llegando a los tres meses, para volver a buscar a lo loco lo que sea. Cambiar por completo un proyecto establecido contradice absolutamente la lógica de la planificación y la estrategia a mediano o largo plazo.
En el fútbol uruguayo, pero podríamos hablar del sudamericano, el trabajo de un técnico es casi una carrera contrarreloj. Los contratos parecen pertenecer a otra dimensión ajena a cualquier noción de seguridad laboral. Cada partido puede ser un juicio, cada resultado un ultimátum.
Trabajo, repetición y consolidación
Las condiciones de desarrollo de la liga uruguaya y sus clubes son extremadamente difíciles, dado que por su condición de vendedores de jugadores sumado a su fragilidad económica casi no pueden sostener futbolistas de destaque por más de una temporada.
Es complicado, casi no hay forma de retener a los futbolistas. Pero ¿y los técnicos? Ni uno solo de los que empezó la temporada 2023 siguió en la 2024, y sólo uno, Diego Aguirre, que llegó al final de 2023, sigue estando al frente de su club. Aguirre y el santanense Jadson Viera son hoy, ya transitando el Clausura 2025, los únicos que tienen la posibilidad de completar dos temporadas completas y consecutivas en la A. Es muy loco, ¿no?
Por ahí, también, quizás esté una de las explicaciones de la falta de desarrollos colectivos que les dé a los clubes buena competencia más allá de la sangría permanente de sus jugadores.
Que pase el que sigue
Durante la temporada 2025 varios clubes han vivido atrapados en un torbellino de ceses, renuncias a pedido y ratificaciones de confianza que no duran más de 90 minutos.
Es impresionante. Los 16 clubes de Primera División han disputado 25 fechas de tres torneos (dos de ellos concluidos) y han pasado 25 cuerpos técnicos. Sólo Peñarol, Liverpool, Boston River, Cerro Largo, Juventud de Las Piedras y Plaza Colonia mantienen el cuerpo técnico con el que arrancaron.
Wanderers cambió tres veces de entrenador: Antonio Pacheco, Juan Manuel Martínez y Alejandro Apud; River Plate igual: Diego Memo López, Julio Ribas y está al confirmarse la llegada de Raúl Salazar; Progreso es el otro que se anota en tres cambios de cuerpo técnico: Javier Méndez, Alejandro Larrea y Leonel Rocco.
Nacional hizo dos contratos, con Martín Lasarte primero y Pablo Peirano ahora, pero en el medio estuvo el interinato de Martín Liguera.
Racing también registró dos, con Darío Rodríguez sustituido por Cristian Chambian. Danubio reemplazó a Alejandro Apud, que no había perdido ni un solo partido en lo que iba de la temporada, por Juan Manuel Olivera; Miramar Misiones arrancó con Walter Pandiani y siguió con Horacio Chino Peralta, y Montevideo City Torque incorporó a Marcelo Méndez en sustitución del argentino Martín Cicotello.
La sensación que queda es que ningún cuerpo técnico puede sentirse seguro. La presión y la exigencia marcan cada decisión y el tiempo para consolidar ideas o proyectos es casi nulo.
Continuidad, tan rara como valiosa
Entre tanto vértigo, algunos entrenadores y sus cuerpos técnicos han logrado consolidar o enderezar su proyecto por unos partidos o por un torneo, pero destacar por su capacidad de resistencia y algunos resultados no debería ser la idea.
Sebastián Díaz, en Plaza Colonia, lleva 74 partidos consecutivos desde el 27 de agosto de 2023. Llegó como ayudante de Adrián Fernández y asumió un equipo prácticamente condenado al descenso; logró el ascenso a Primera División y mantiene al equipo competitivo en 2025.
De los de continuidad absoluta en la A, Aguirre es el líder. En Peñarol comenzó su segundo ciclo el 21 de noviembre de 2023 y lleva 95 partidos consecutivos en todas las competencias. Dirigió las finales de 2023, en las que cayó ante Liverpool, y en la última temporada fue campeón uruguayo y semifinalista de la Copa Libertadores. Este año está batallando en todos los frentes y después de una larga sucesión de clásicos sin ganar aplastó a Nacional por 3-0 unas semanas atrás.
Joaquín Papa, en Liverpool, asumió tras Emiliano Alfaro el 17 de octubre de 2024, tomando un equipo que no había clasificado a torneos internacionales. Con él, el equipo ya fue campeón en el primer módulo del Uruguayo de 2025, el Apertura, y es hasta ahora el único que tiene un lugar asegurado en la definición de la Liga AUF Uruguaya.
El argentino Diego Monarriz, en Juventud de Las Piedras, asumió el 3 de octubre de 2024, logró el ascenso y mantuvo una regularidad destacable en el Apertura, lo que permitió al equipo pelear hasta los últimos minutos por un título histórico.
Viera, en Boston River, tomó un equipo nuevo, hizo un enorme campeonato, lo clasificó a la Libertadores 2025 y jugó la fase de grupos de la Sudamericana 2025; esta temporada ya pelea nuevamente en la parte alta de la tabla.
Danielo Núñez, en Cerro Largo, volvió el 1º de agosto de 2024 para su sexto pasaje por el club. Desde entonces en este periplo, identificado con la institución y el pueblo arachán, metió al equipo en la Sudamericana, llegó a superar la fase de grupos y ahora se mantiene en la pelea por seguir siendo internacional la temporada que viene.
La lógica del meta y ponga
Estos casos muestran que, aunque rara, la continuidad que permite consolidar ideas, proyectos y resultados es un lujo que pocos cuerpos técnicos pueden permitirse en la realidad vertiginosa y casi cruel del fútbol profesional contemporáneo. Para la mayoría, cada partido es una prueba, cada jornada un desafío a la paciencia y cada decisión un recordatorio de la fragilidad de su cargo.
En este escenario, la temporada 2025 confirma una verdad inmutable: sobrevivir en el banco uruguayo requiere mucha resistencia, espacio para mostrar la idoneidad y el talento y algo de suerte para que te blinde ante las redes sociales y los operadores, algo que pocos logran sostener más de unos meses.
La rotación de técnicos refleja la alta volatilidad del fútbol uruguayo, donde la continuidad es una excepción y no la regla. Pero eso no lo hace ni lo debería naturalizar, ni entre los que toman las decisiones ni entre los que creen verse afectados por tres o cuatro partidos sin ganar, o la presencia de un par de jugadores que ellos no los pondrían en la cancha.
Los casos de Aguirre, Papa, Viera, Núñez, Monarriz y Díaz muestran que mantener un proyecto a largo plazo puede traducirse en ascensos, títulos y cierta estabilidad deportiva, mientras que la mayoría de los clubes sigue corriendo detrás de resultados inmediatos.
Club | Cesado | Fecha de cese | Nuevo técnico |
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Progreso | Javier Méndez | Abril 2025 | Alejandro Larrea |
Progreso | Alejandro Larrea | Agosto 2025 | Leonel Rocco |
River Plate | Diego López | Marzo 2025 | Julio Ribas |
River Plate | Julio Ribas | Agosto 2025 | No confirmado |
Defensor Sporting | Álvaro Navarro | Marzo 2025 | Ignacio Ithurralde |
Wanderers | Antonio Pacheco | Febrero 2025 | Juan Manuel Martínez |
Wanderers | Juan Manuel Martínez | Mayo 2025 | Alejandro Apud |
Racing | Darío Rodríguez | Febrero 2025 | Cristian Chambian |
Danubio | Alejandro Apud | Marzo 2025 | Juan Manuel Olivera |
Miramar Misiones | Walter Pandiani | Febrero 2025 | Horacio Peralta |
Montevideo City Torque | Martín Cicotello | Julio 2025 | Marcelo Méndez |
Nacional | Martín Lasarte | Marzo 2025 | Pablo Peirano |