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Los bitcoins, un economista y un ingeniero: entre la burbuja y la descentralización

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Un duelo dialéctico entre Gabriel Oddone y Nicolás Jodal sirvió para presentar los argumentos en disputa ante el auge de esta criptomoneda, que marca una disrupción a la vez que presenta riesgos latentes.

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Con el bitcoin como tema central y una sala teatral como ring dialéctico, por más de una hora el economista “escéptico” Gabriel Oddone y el ingeniero Nicolás Jodal, un “encantado” con las dimensiones de esta criptomoneda, mantuvieron una charla distendida y desafiante en un evento organizado por la plataforma Binance. El primero puso el foco en los riesgos latentes de estar ante una burbuja de inversión que explote y traiga consecuencias globales, mientras que el segundo defendió lo disruptivo del invento, que trae una descentralización del poder que permite vislumbrar un cambio de era con la tecnología como eje.

Cumpliendo el rol anunciado desde sus primeras palabras, Oddone jugó fuerte en el primer round: “Falta mucho para que los economistas viejos creamos que el bitcoin es algo que llegó para quedarse”. Se refirió así al debate sobre si esta criptomoneda puede ser considerada o no dinero, poniendo el foco en la volatilidad de la cotización y la falta de previsibilidad como activo de reserva. Subrayó que ninguna otra moneda en la historia tuvo vaivenes tan grandes en tan corto tiempo, y como un contraataque veloz su contrincante respondió que esos movimientos siempre han sido hacia arriba.

La limitada posibilidad de emisión de bitcoins genera riesgos de deflación –un fenómeno peor que la inflación, resaltó Oddone– y, más allá de que “se generó una comunidad”, aún no logró “la confianza de la gente”, añadió respecto del incumplimiento de las funciones del dinero. Además, el economista analizó que la creación y el auge actual del bitcoin deben verse como “un proceso cargado de ideología, de una actitud disruptiva hacia las instituciones, de gente joven que quiere un acuerdo diferente al de la sociedad del siglo pasado”.

Para demostrar el nivel de la pelea dialéctica, Jodal retrucó de entrada que las palabras que lo precedieron fueron “típicas” de un economista y relató su admiración por lo que está generando el bitcoin. Más allá de lo monetario y financiero, el ingeniero se refirió a las características que posee la moneda inventada por Satoshi Nakamoto. “Hizo un gran invento, un mecanismo bien pensado con soluciones increíbles”, manifestó.

A las críticas de Oddone sobre las funciones del bitcoin como dinero Jodal respondió que hoy la criptomoneda “no calza en la definición”, pero con el tiempo “la definición cambiará”, como ocurre con cualquier invento disruptivo. También dijo que Nakamoto pensó algo “contraintuitivo” y, según complementó Oddone, riesgoso en términos económicos, al limitar la cantidad de bitcoins que puede haber como circulante. “Una vez escuché la frase ‘Compre tierra, que no se fabrica más’”, apuntó Jodal, y alertó por el nivel de emisión de dólares en Estados Unidos –40% del circulante actual fue emitido en los últimos 18 meses–.

“Si es una burbuja o no nadie lo sabe”, dijo Jodal, y recordó que la crisis de las punto com –como se llamó a la burbuja bursátil de las empresas de tecnología que explotó en 2001– fue tal si uno compró acciones de Starmedia, pero si, en cambio, apostó desde sus orígenes a Amazon, le trajo grandes ganancias.

La afirmación de su contrincante hizo saltar a Oddone, quien asoció el tema con el rol del Estado como garante final del sistema financiero y el bienestar social: “¿Hay posibilidades de una burbuja [en torno al bitcoin]? Sí, y grande, según lo que los economistas sabemos. Con el diario del lunes todos quisiéramos haber invertido en Amazon, pero ese es el problema, que antes [de la crisis de las punto com] eso no se sabía”.

El economista subrayó que la historia del siglo pasado, vinculada al pacto social y el rol asignado a las instituciones, mostró que “cuando las cosas se complican de verdad, quien termina haciéndose cargo es el Estado y quienes pagan son las futuras generaciones, al utilizarse recursos futuros ante el riesgo devastador sobre la economía” de las crisis financieras. Por esos coletazos profundos es que “hicimos un contrato para que la autoridad monetaria [los bancos centrales] vele por la estabilidad de la moneda”.

Según Oddone, ese contrato social sigue en pie, “salvo que me convenzan de que vamos a una sociedad en la que eso no va a pasar, en la que nadie hará nada si todo explota; esa fue la historia del siglo XIX y terminó con el voto universal”.

Jodal: “El bitcoin surge como un mecanismo descentralizado y pensado para no ser regulado por los bancos centrales y los gobiernos.

Krugman y Odisea 2001

Jodal aceptó el término puesto sobre la mesa por su contrincante y definió al bitcoin como “una ideología”, pero aclaró que, a diferencia de otras, en este caso hay “un programa” escrito por su creador y tiene a la tecnología como centro, no al hombre. El ingeniero señaló que la idea de fondo es que el hombre va a terminar corrompiendo cualquier institución que exista para regular la vida en sociedad, entonces se recurre a “la tecnología para hacer cosas impensadas”. Así fue que surgió el bitcoin, asociado al blockchain, como “un mecanismo descentralizado y pensado para no ser regulado” por bancos centrales y gobiernos.

“Que la tecnología suplante a las instituciones ya lo vi, es 2001: odisea del espacio”, planteó Oddone, en referencia a la película de Stanley Kubrick que en 1968 mostró un futuro disruptivo en el que una máquina lideraba una misión espacial y fracasaba en su intento. Jodal consideró que “las instituciones no van a desaparecer” sino que deberán redefinirse, un proceso como el ya vivido en otros planos en que la tecnología cobró fuerza. “La televisión no reemplazó a la radio, sí la redefinió”, ejemplificó.

“Funcionará o no; soy optimista” acerca del futuro de la principal criptomoneda, dijo Jodal, y diferenció al bitcoin de las otras 8.000 que se calcula que hay alrededor del mundo. “Es una nueva manera de hacer las cosas porque lo que se inventó es algo increíble”, añadió.

Dentro del combate dialéctico, el ingeniero fue el primero que logró aplausos del auditorio y fue en respuesta a una frase que Oddone mostró del economista Paul Krugman, que viene advirtiendo sobre los riesgos del bitcoin. “No le creo nada, fue el mismo que dijo que el efecto de internet en la economía mundial no sería mayor al del fax”, retrucó Jodal ante las risas y los aplausos del público.

El economista reconoció a su rival que el blockchain es lo verdaderamente innovador y que llegó para quedarse en materia de tecnología. Ambos coincidieron en que, por la velocidad de procesamiento, este no permite micropagos, pero sí resulta efectivo para otro tipo de transacciones. Mientras Jodal subrayó que esta tecnología permite una trazabilidad total de los pagos y con eso se refuta el mito de que las monedas virtuales se utilizan para actividades ilícitas, Oddone respondió que se guarda el historial de pagos del usuario, pero este sigue siendo anónimo.

Jodal: “El bitcoin surge como un mecanismo descentralizado y pensado para no ser regulado por los bancos centrales y los gobiernos.

Para el economista, la decisión sobre si invertir o no en bitcoin forma “parte del instinto” de la persona y no puede atarse a la experiencia, porque falta evidencia para elaborar desde la economía una respuesta. Sí auguró que los actuales precios elevados de la moneda virtual será difícil que se repitan, porque, entre otras cuestiones, el auge del valor del bitcoin coincidió con un largo período de tasas bajas en los países centrales que comienza a revertirse. “No quiere decir que no sea algo atractivo dentro de un portafolio diversificado. No digo ‘no te metas’, pero hay que ser consciente de que es un juego peligroso y no pondría todo allí”, sentenció.

En tanto, Jodal enumeró en sus intervenciones algunos “costos a pagar” por una tecnología disruptiva y descentralizada como el bitcoin, como la velocidad lenta para procesar pagos y el consumo de energía que se necesita para activarlo. “No es lento porque sí, es lento por una razón” de transparencia, subrayó; mientras que sobre los recursos necesarios indicó que “es energía bien gastada” en comparación con el consumo de las secadoras de dinero de Estados Unidos –que estimó que es cinco veces más– y consideró que “la deuda” de las sociedades modernas es conseguir mayores fuentes de generación renovable.

Un laboratorio en el continente

Oddone y Jodal se mostraron interesados en lo que ocurre en El Salvador, como un banco de pruebas sobre los riesgos y las potencialidades del bitcoin como moneda en un país. La decisión del polémico presidente salvadoreño Nayib Bukele de dar curso legal al bitcoin y obligar así a aceptar dinero virtual en los comercios fue acompañada con la creación de una billetera electrónica con 30 dólares en bitcoin que llevó al mercado a unos cuatro millones de usuarios.

Jodal repasó que El Salvador no tiene moneda propia y depende del dólar, por lo que la idea fue cubrirse ante una eventual sobreimpresión del billete verde con efectos inflacionarios y reducir los costos de envío de las remesas desde Estados Unidos. Sobre esto último, dijo que representan cerca de 30% del PIB del país y una parte se va en comisiones, lo que queda atrás si se utilizan bitcoins para el envío.

Oddone advirtió un riesgo latente de este esquema que promueve el país centroamericano: al respaldar ese circulante de bitcoin con dólares, hay un banco central que depende de la evolución de ambas monedas para saber si al final del día tendrá respaldo suficiente para frenar “una corrida”, que no tiene ninguna capacidad de acción sobre esas variables.

“Hay un riesgo. Si fuera un ahorrista salvadoreño en dólares, vería que hay una contingencia adicional en la necesidad de respaldo de bitcoins con dólares y no sé si el banco central tiene lo suficiente. Entonces, empezaría a ver cómo me salgo, porque hay un riesgo grande de que no cobre, y allí entramos en un juego peligroso”, expresó Oddone. Esto mostró otro nuevo contraste con su contrincante ingeniero, que catalogó lo que ocurre en El Salvador como una apuesta “innovadora y arriesgada”.

El plan de Bukele también incluye ideas aún más extravagantes, como la construcción de una Bitcoin City con base en emisión de bonos soberanos en la moneda virtual, que se ubicará al lado de un volcán inactivo del que se tomará la energía necesaria.

Sobre el final se abrió una instancia para preguntas del público presente. La primera consulta fue si invertirían una parte de las reservas nacionales en bitcoin: Oddone dijo que “ni loco”, porque un país “pequeño y expuesto” como Uruguay debe asumir una estrategia “conservadora” para cuidar sus ahorros; mientras que Jodal expresó entre risas que si fuera por él “pondría cinco palitos” para ver qué pasa.

El blockchain, la clave del bitcoin

El blockchain es la tecnología detrás del bitcoin y consiste en un sistema encriptado de información que genera una base de datos que almacena en distintos servidores, lo que permite tener trazabilidad y que no haya ningún movimiento sin que se afecte todo el bloque encriptado –esto es el sistema blockchain–, pero que además mantiene la identidad de las dos partes de la transición sin revelar, con lo que se asegura el control de la información a través de una unidad externa, que no depende de ningún banco ni organismo que habitualmente cumplen ese rol de centralizar la información cuando pensamos en el dinero tradicional.

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