Para el economista serbio Branko Milanovic,1 “el 20 de enero de 2025 asistiremos a uno de esos acontecimientos en los que la mayoría de las personas, incluidos los actores principales, no sabrán lo que están haciendo, inconscientes de que son fundamentalmente las herramientas de la historia”.2 Se trata del fin del neoliberalismo global, producto de la disolución o desaparición de sus dos componentes esenciales.
Por un lado, el globalismo, que le ha cedido el lugar al nacionalismo. Por el otro, el neoliberalismo, que ha quedado restringido únicamente a la órbita económica, dado que sus componentes sociales, como la igualdad racial y de género, la libre circulación de trabajadores y el multiculturalismo, han desaparecido. Ante este fenómeno, “sólo quedan los bajos impuestos, la desregulación y el culto al beneficio”.
Esta aventurada conclusión parte de la caracterización de la ideología de Donald Trump, analizada previamente en estas páginas a partir de otros artículos de este mismo autor.3 De forma sintética, se trata de una extraña conjunción que integra el mercantilismo, el nacionalismo estadounidense no imperialista y la captura de beneficios a cualquier costo y sin reparo alguno: “Cada uno de estos elementos individuales puede definirse fácilmente, y ninguno de ellos es nuevo o desconocido. Pero, como suele ocurrir con los puntos de inflexión históricos, estas visiones del mundo sólo definen una nueva ideología cuando se juntan”.
A pesar de que no ha recibido todavía un nombre que la sintetice, esta nueva cosmovisión supone un apartamiento de la ideología que ha orientado el funcionamiento del mundo desde la década de los 80, y que ha favorecido desproporcionadamente a individuos como él, dadas sus preferencias, género, edad y nacionalidad. Sin embargo, “por razones que probablemente tienen más que ver con la vanidad que con la ideología, decidió desafiarlo”. Y ahora, más que nunca, está en condiciones de lograrlo dado su exitoso retorno a la oficina oval de la Casa Blanca.
El problema, uno de los tantos, es que “ni él mismo sabe adónde llevará a Estados Unidos, al Occidente político y al mundo” esta singular amalgama de cosas. De hecho, puede ser Elon Musk, y no el propio Trump, el que mejor la represente. De alguna manera, es una suerte de “cesarismo global”, que aboga por la creación de una élite global, “desvinculada del nacionalismo ideológica, sentimental y psicológicamente”, pero que lo utiliza con fines políticos “para apaciguar a las clases bajas”.
Esto último no es necesariamente una novedad, pero “por su desnudez y frescura”, entre otras cosas, implica una ruptura con la ideología imperante en los últimos 40 años, una ideología “mendaz” que “abandona la escena con un aroma de falsedad y deshonestidad”: invocaba a la igualdad mientras generaba una brecha sin precedentes entre los que tienen y los que no, llamaba a la democracia al tiempo que “sembraba anarquía, discordia y caos”; despotricaba contra las clases dominantes al mismo tiempo que “generaba una nueva aristocracia de riqueza y poder”; reivindicaba las reglas, pero no cumplía ninguna, y “financiaba un sistema de mendacidad bien adiestrada que intentaba erigir semifalsedades como verdades”.
En su visión, la única certeza con la que contamos es que esto termina el 20 de enero, pero es difícil saber hacia dónde nos conducirá su reemplazo. A juzgar por los acontecimientos recientes, no será un mejor lugar.
“Los testigos de acontecimientos históricos casi nunca son conscientes de que están observando o participando en un acontecimiento que cambia la historia. A menudo, los propios protagonistas de los acontecimientos históricos tampoco son conscientes de ello”, Branko Milanovic.
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Economista y autor serbio-estadounidense especializado en desigualdad económica. Fue el economista principal del Departamento de Investigación del Banco Mundial durante casi 20 años. También se desempeñó como asociado sénior en el Carnegie Endowment for International Peace en Washington (2003-2005) y ha ocupado cargos docentes en la Universidad de Maryland (2007-2013) y en la Escuela Paul H Nitze de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins (1997-2007), siendo además profesor visitante en el All Souls College de Oxford y en la Universidad Carlos III de Madrid. Es autor de múltiples libros, entre los que destacan The Haves and the Have-Nots: A Brief and Idiosyncratic History of Global Inequality (2010), Global inequality: A New Approach for the Age of Globalization (2016), Capitalism, Alone: The Future of the System That Rules the World (2019) y Visions of Inequality (2023). ↩
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Branko Milanovic (2024). To the Finland Station. Trump as a tool of history: branko2f7.substack.com/p/to-the-finland-station ↩
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Branko Milanovic (2024). To the Finland Station. Trump as a tool of history: branko2f7.substack.com/p/to-the-finland-station ↩