En el marco de los talleres que estudiantes de la educación media están realizando en la diaria, se planteó la consigna de que los jóvenes escribieran sobre lo que implica para ellos ir al liceo o a la UTU. Estudiantes del liceo rural de Curtina, en el departamento de Tacuarembó, reflexionaron a partir de esta premisa.
Ir al liceo rural de Curtina
Para mí, ir al liceo significa levantarme todos los días a las 7.15 de la mañana, lo que, casi siempre me cuesta mucho, más cuando hace frío o llueve. Pero en el liceo me siento como en mi segunda casa, porque ahí paso la gran parte del día con mis compañeros, que siempre me están dando para adelante. Me gusta estar con gurises de mi edad, hablando y haciendo cosas de adolescentes. Significa pasar y aprovechar el tiempo, aunque a veces me aturden, me aburro y me dan ganas de irme. Pero me quedo porque sé que es lo que tengo que hacer.
Este año no tenía muchas ganas de estudiar, pero mis compañeros y mis profesores me hicieron pensar que siempre fui buen alumno y no puedo quedarme este año. Lo mismo hacen mis padres, que me dicen que tengo que ver el esfuerzo que hacen y que su vida es muy sacrificada, porque cuando tuvieron la oportunidad de estudiar no la aprovecharon.
En el liceo me siento cómodo, y los profesores siempre nos están incentivando y se interesan por nosotros. Todo esto me hizo comprometerme con mi futuro y esforzarme por aprobar este año, porque sé que es la forma de superarme y de tener mi profesión.
Este año me cuesta un poco más de esfuerzo dedicarme, organizarme y estudiar. Pero hago lo que puedo, porque veo el esfuerzo que mis padres hacen para que me supere.
Las cosas cambiaron bastante desde que eligieron nuestro proyecto para participar en la diaria. Le dio más sentido a lo que estudiamos y, por primera vez, veo que lo que estudio tiene sentido. Eso me motivó bastante y me siento diferente al ir al liceo.
Samuel Garance
Ir al liceo para mí
Para mí, ir al liceo es una oportunidad que no a todos se les da, porque hay mucha gente que quiere ir a aprender y no puede porque sus padres no tienen la posibilidad de pagar sus estudios, por eso muchas veces tienen que trabajar.
Para mí, ir al liceo es aburrido y cansador, y bueno, por eso yo a veces desaprovecho esa oportunidad que se nos da cada día. Pero luego reacciono y me pongo a pensar que tengo que aprovechar porque esas oportunidades no se dan toda la vida. Y hay mucha gente que no estudia cuando tiene que estudiar, después se arrepiente y se da cuenta del tiempo perdido.
Ir al liceo, por otra parte, me gusta también porque sé que se aprende mucho, tanto de los profesores (desde sus conocimientos hasta de sus experiencias) como de los compañeros. Es un buen momento y lugar para socializar, también para intercambiar ideas, hacer amigos, expresarte sabiendo que tu opinión vale, que manejamos los mismos códigos y vivimos experiencias parecidas.
Ir al liceo es saber que la formación que nos dan ahí nos va a servir para estudiar una profesión, la que elijamos; pero además se aprenden otras cosas que nos van a servir para la vida en sí: valores, normas, rutinas, estrategias y mucho más.
Ir al liceo, para mí, es enfrentarme cada día al viejo desafío de superarme y convencerme de que es el mejor camino hacia el futuro, pero es enfrentarse a desafíos nuevos: nunca sabés lo que te va a proponer cada clase. Ir al liceo es la oportunidad que uno tiene para aprender a ser más responsable y ser más dedicado.
Luisana Ferraz
Ir al liceo para mí…
Ir al liceo, para mí, es algo más que formarse para una carrera. Ir al liceo, para mí, es aprender a compartir todas nuestras cosas, nuestras opiniones, pensamientos, decisiones y gustos, nuestras experiencias de vida y todo lo demás. Es saber que dentro de esa aula está algo así como tu segunda familia. Tus compañeros, con los que te peleás pero sabés que están ahí y siempre terminan siendo tu apoyo para las tareas curriculares y extracurriculares. Sabemos que, de una forma u otra, nuestros mejores recuerdos van a quedar ahí en el liceo. Al ir al liceo aprendés a valorar lo que tenés, más allá de la formación de las bases para el aprendizaje de una carrera, la convivencia ahí te da conocimientos y experiencias que en ningún otro lugar vas a vivir.
Ir al liceo, para mí, es como ir a mi segunda casa, porque es donde paso gran parte del tiempo. El simple hecho de ir al liceo, para mí, es una experiencia única. Experiencia que cada uno vive de forma diferente y con fines diferentes.
Ir al liceo, para mí, es algo inexplicable. Cada día hay algo nuevo y cada año es diferente; te das cuenta de que el tiempo va pasando. Sin embargo, tus compañeros son los mismos con los que aprendiste a convivir conociendo sus mañas, compartiendo los mismos códigos. ¿Explicar una rutina? No hay una rutina porque siempre hay cosas nuevas, expectativas nuevas cada día. Sí hay reglas que cumplir y respetar.
Ir al liceo me permite crecer como ser humano al aprender a valorar a las personas, a escucharlas, comprenderlas y respetarlas, a ayudarlas cuando es necesario, a integrarlas, a tomarlas en cuenta, a entender que, además de mí, hay alguien más que también tiene metas. Ir al liceo, para mí, fue aprender que nadie es mejor que nadie, que todos somos iguales, que no hay privilegios sin sacrificios, que ni el color de tu piel ni la clase social de la que vengas te van a dar un lugar superior frente a los demás. Ir al liceo fue aprender que todos podemos hacer lo que sea, siempre y cuando haya entusiasmo y ganas, cuando nos gusta y estamos convencidos de lo que queremos. También aprendés a superarte y se van descubriendo nuevas motivaciones.
Ir al liceo, para mí, es ir al lugar donde puedo expresarme, demostrar mis valores y aprender nuevos. Es, muchas veces, ir a mi lugar seguro entre todos los demás. Es ir a un espacio donde tengo mi lugar, que me fui ganando. Es donde sé que mi opinión va a tener valor frente a todos y va a ser considerada a la hora de tomar una decisión. Es un espacio de aprendizaje mutuo, donde te llenás de orgullo al saber que los profes también aprenden contigo. Los días en que hay actividades recreativas me siento muy emocionada y entusiasmada, porque nos unen a todos como si fuésemos uno, son momentos en los que las estructuras se rompen y nos conectamos e integramos muchísimo más, nos divertimos mientras aprendemos más que los contenidos de cada materia, aprendemos a trabajar con el otro.
Flavia Toleto