Nueve estudiantes cubanos obtuvieron su diploma de Especialización en Producción e Industria Láctea, tras cuatro meses de trabajo en la Escuela Superior de Lechería de Colonia Suiza, gracias a un acuerdo entre el ex presidente José Mujica y el mandatario de Cuba, Raúl Castro.
Son cuatro estudiantes de Industria y cinco de Producción, que llegaron a Uruguay luego de una selección a nivel de país: “Al curso no vino nadie de improvisado ni nadie inventado, son personas que están capacitadas y que se lo ganaron”, aseguró a la diaria uno de ellos, José Miguel Hernández Rodríguez, en la entrega de diplomas que se llevó a cabo el viernes en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
“Nuestra experiencia ha sido algo productivo porque pudimos, tanto el grupo de Industria Láctea como el de Producción, llevarnos nuevas alternativas para Cuba. En Industria llevamos dos alimentos: la bebida láctea y la ricota”, explicó el estudiante Milton Daniel Alvan. El cubano detalló que hasta el momento en la isla sólo se utiliza el suero –líquido obtenido durante la coagulación de la leche al hacer queso– para alimento de cerdos; y ahora los estudiantes se llevan el conocimiento de la preparación de dos nuevos productos que se podrán insertar en el mercado cubano.
Hernández detalló que los alumnos de Producción enfocaron su trabajo en la alimentación del ganado: “Sobre todo la producción en base a maíz, por los niveles proteicos que tiene. Nuestra ganadería está consumiendo altos contenidos de fibra y bajos niveles de proteína, y el maíz aportaría estos últimos”, explicó. De esta forma, los estudiantes buscan ayudar con los problemas de mastitis que hay en la isla. “El curso nos ha dejado muchas enseñanzas sobre qué tenemos que hacer en Cuba. Valorando que no podemos aplicar todo lo que se hace aquí, porque el desarrollo tecnológico es superior al de nosotros, nos llevamos experiencias muy buenas”, destacó Hernández.
Durante su estadía, que calificaron de “muy confortable”, los estudiantes cubanos convivieron en la UTU con sus pares uruguayos. “Los profesores y los estudiantes nos acogieron muy bien, nos sentimos como en casa”, destacó Alvan.
El docente de Práctica de Campo, Dany Tabárez, afirmó que los uruguayos también aprendieron mucho de los caribeños, a pesar de las carencias en tecnología: “Ellos encontraron soluciones a problemas muy simples, como el cálculo de la alimentación de los animales: planteaban una manera más sencilla que no se nos había ocurrido”. A su vez, el docente señaló que “en comparación [con los uruguayos] ellos se enfocan mucho en la capacitación para un solo objetivo. En Uruguay hay mucho conocimiento general, se enfoca en varias partes. Ellos adquieren mucho más en la experiencia lo que acá adquirimos en lo teórico”.
Los cubanos comenzaban su jornada académica a las 7.30, con clases hasta las 11.30, y la reanudaban en un segundo turno de 13.00 a 17.00. Además, los estudiantes de Producción hacían práctica en el campo los sábados, mientras que los de industria recorrían las fábricas uruguayas, como Conaprole, además de realizar las prácticas en la propia fábrica de la UTU. “Tenían una amplia carga horaria, pero no era tan agotador porque a ellos les interesaba y entusiasmaba”, detalló Tabárez.
La titular del MEC, María Julia Muñoz, dijo a la diaria: “para Uruguay es realmente muy importante este intercambio, en el que los estudiantes están en un centro especializado muy moderno, como el de Nueva Helvecia”, y destacó la relación de cooperación entre los dos países latinoamericanos. Además, la ministra no descartó la posibilidad de extender el intercambio a otras materias: “Podemos recibir estudiantes cubanos en otras áreas que le interesen a Cuba, aunque ahora están muy interesados en el área de la industria láctea”.