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Irupé Buzzetti (archivo, octubre de 2015).

Foto: Santiago Mazzarovich

50.000 niños faltan por día a la escuela; significa una pérdida de 600.000 dólares por día

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52% de las inasistencias en nivel inicial son catalogadas como “vacaciones”

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Faltar a la escuela para quedarse en la casa de la abuela o no volver el lunes a clase después de un fin de semana en el balneario son las razones más comunes para las inasistencias de los niños, explicó la directora general del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Irupé Buzzetti. 52% de las faltas se catalogan como “vacaciones por fuera de las vacaciones, no por enfermedad”, explicó la jerarca. Según dijo, más allá de las políticas de incentivo a la asistencia, como la campaña Cero Falta, “el tema pasa porque la gente entienda que la escuela es el único lugar donde se aprende y se enseña”.

Buzzetti destacó el gasto que implica la ausencia de los niños: “Estamos gastando 600.000 dólares por día por los 50.000 niños que faltan a clase; es una cifra asombrosa”, considerando que actualmente acuden a la escuela unos 340.000 niños. “Los padres tienen que saber que si no los mandan a la escuela, cuando se dice que se tira dinero, sí se está tirando”, subrayó.

Entre los motivos para faltar está “una costumbre” de no enviar a los niños cuando el clima no es el ideal. Buzzetti aseguró que muchos padres deciden que en un día de lluvia, aunque no haya alerta meteorológica, los niños no deben ir a clase. “Los chicos faltan aunque sea un día de lluvia normal, y sólo se debería faltar por problemas de clima en las zonas donde realmente eso es un problema, por ejemplo donde un arroyo no dé paso”, comentó.

Además, la directora del CEIP marcó que desde el punto de vista cognitivo, el ausentismo tiene consecuencias muy importantes: “Un niño que falta 20 días en el nivel de cinco años es un niño que va a tener dificultades en primero de escuela porque se perdió de escuchar cuentos y canciones, de contar, de jugar a las cartas, de todo lo que hacen los maestros de inicial con metodología de juego; peligran los aprendizajes de primer año, y puede quedar rezagado”.

Buzzetti comentó que las cifras son similares en la educación pública y en la privada; tampoco hay una gran diferencia con el pago de la asignación. En su opinión, “el tema no pasa por si quito o no los 1.100 o 1.200 pesos”, sino porque los padres “tienen que entender la importancia de la escuela”. Afirmó que para desestimar el ausentismo se está trabajando con organismos internacionales como la Organización de Estados Iberoamericanos, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.

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