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Aprender siempre

Foto: Rodrigo López

A 10 años de su creación, el Programa Aprender Siempre apuesta a la educación en cárceles

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Este año el programa recibió un premio de la UNESCO que le permitirá crear lazos internacionales.

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Aprender sobre documentales o películas de ficción, saber elaborar productos de farmacia natural y vivir la experiencia del circo son algunas de las posibilidades que ha brindado en los últimos diez años el Programa Aprender Siempre (PAS) del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Inició en 2008 como una de las propuestas de la Dirección de Nacional de Educación para incentivar el aprendizaje durante toda la vida, apuntando a personas mayores de 20 años que no habían terminado la educación formal, pero con el pasar de los años logró consolidar algunas propuestas particulares y pasó a ser uno de los pilares fundamentales de la educación no formal del ministerio. Cuando desde el MEC decidieron apostar a la educación de las personas privadas de libertad, el PAS tomó la posta y pasó la mayor parte de sus propuestas a contextos de encierro con adultos y adolescentes.

Este año, el PAS recibió el premio de alfabetización UNESCO-Rey Sejong por su trabajo en las cárceles. “Este premio nos permitió poner en valor el programa porque se presentaron muchísimas propuestas de todo el mundo”, destacó en diálogo con la diaria Rosita Ángelo, directora de Educación del MEC. Como parte del premio ella viajó a Corea, donde se establecieron “varias posibilidades de intercambios”: “En Corea también tienen un programa fuerte de trabajo con adultos y programas que están vinculados a población joven; estamos intercambiando con su Ministerio de Educación y Cultura y en 2019, a través de los equipos de cooperación, tenemos que empezar a concretar los acuerdos de trabajos específicos”, comentó Ángelo.

Asimismo, la coordinadora general del PAS Andrea Gil viajó a París a recibir el premio y allí también se puso en contacto con otros programas similares y se establecieron posibles vínculos de trabajo a futuro. Además, Gil detalló a la diaria que con el dinero que recibieron, en 2019 planean organizar un seminario internacional de educación de personas jóvenes y adultas, además de crear una sistematización del trabajo y hacer una evaluación externa del PAS “que dé un panorama más real de la situación”.

Las autoridades evalúan estos diez años de forma positiva, pero admiten que hay detalles para pulir a futuro. Por un lado, Ángelo marcó como desafío la acreditación: “Hay valoraciones muy interesantes por parte del equipo y uno de los puntos que aparece es el hecho de que aún debemos lograr que esos procesos que se vienen desarrollando sean reconocidos y acreditados, tanto en el caso de las poblaciones que necesitan culminar un ciclo dentro de la educación formal o que sean reconocidos desde las competencias laborales”. Para mejorar esta situación, la jerarca dijo que el MEC está trabajando con planificación educativa de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y en un grupo de trabajo que tiene como foco el tema de la acreditación, con varios actores del sistema nacional de educación pública.

En cuanto a los puntos a mejorar para 2019, Gil aseguró que apuntan a “continuar fortaleciendo el trabajo en privación de libertad”, donde se plantean como desafío “buscarle un anclaje más efectivo a la articulación con el INISA [Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente], ya que si bien se trabaja en conjunto desde 2015, todavía hay algunas dificultades y se está viendo cuál es la mejor manera en la que se puede pensar la intervención”.

Según Ángelo, el desarrollo de la educación no formal es clave para el MEC. “A lo largo del tiempo vimos que todos los países reconocen que la educación no se agota en el sistema educativo formal. Cuando uno mira todos los espacios educativos, hay poblaciones que están dentro del sistema educativo formal, pero también hay una enorme cantidad de personas que optan por otros espacios. El ministerio siempre está alineado a todos los acuerdos internacionales que afirman que la educación es a lo largo de toda la vida, la idea del MEC es que haya la mayor cantidad de espacios que le permitan acceder a la continuación de ciclos o espacios que les permitan expresarse y así tener una mejora en la calidad de vida”, indicó.

Varieté

Las propuestas del PAS son muchas y variadas, y a lo largo de estos diez años más de 10.000 personas han participado, ya sea en privación de libertad o en comunidad. En 2018 más de 800 estudiantes ―la mayoría presos― y 70 talleristas formaron parte del programa. Para Gil, la cantidad de docentes es muy importante, y al respecto dijo que durante estos años lograron consolidar un equipo que se repite, lo que hace que el trabajo esté cada vez más aceitado: “Hemos visto un fuerte compromiso de los educadores, si bien no son fijos hay un núcleo que se ha mantenido desde hace muchos años”, puntualizó, y aclaró que también “es una preocupación constante del programa poder potenciar la formación de los educadores”.

Pablo Costanzo es docente de audiovisual y desde 2016 trabaja en el PAS en sus dos áreas. En comunidad lleva adelante un taller junto a Juan Sacco en el Instituto Nacional de la Juventud (Inju); la frecuencia es semanal y tienen tres ofertas, una trimestral, otra semestral y este año desarrollaron un curso anual. En diálogo con la diaria, Costanzo destacó que la articulación del MEC con el Inju les permite tener un espacio donde desarrollar todos los intereses de los estudiantes. En todas las versiones suele haber una amplia convocatoria de jóvenes que van desde los 13 hasta los 30 años y que llegan desde distintas partes de la ciudad e incluso desde el interior. Además, el docente señaló que últimamente participaron jóvenes migrantes de lugares tan diversos como China o Venezuela.

Las áreas artísticas son las que tienen mayor demanda de estudiantes y, al mismo tiempo, es donde hay mayor oferta de talleristas. Gil subrayó que son muchas las experiencias que se concretaron en estos diez años, pero se destacan los talleres de muralismo, de música ―en varios géneros, pero la murga y el candombe son los más solicitados― y de teatro. Además de las artes, el PAS tiene propuestas en otras tres áreas: salud y entornos saludables, en las que se apuesta a temas como los primeros auxilios, la sexualidad o el medio ambiente; juego, recreación y deporte, que al igual que las artes es un área muy demandada; y educación y trabajo, en las que se desarrollan temas como el empleo y la participación ciudadana. De hecho, Gil señaló que ahora están trabajando en algunas iniciativas vinculadas a emprendimientos productivos que surgen de otros talleres.

Los talleres que ofreció Costanzo son llamativos por el simple hecho de introducir cámaras en la cárcel. “El audiovisual gusta mucho después de que pierden la timidez a la cámara. Por una lado, hay una connotación de la cámara como un medio buchón, vinculado a la policía, y, por otra parte, está el imaginario de salir en la tele y ser famoso. Trabajamos mucho estos temas porque son los que intentamos deconstruir. Los gurises terminan haciendo cosas muy lindas, se divierten, construyen personajes y se les abre la cabeza”, contó el tallerista.

Para decidir las propuestas que el programa ofrecerá cada año se toman en cuenta los resultados anteriores: “Por ejemplo, en este momento estamos evaluando todas las propuestas de 2018 con los referentes como el INR [Instituto Nacional de Rehabilitación], el INISA [Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente] y con los distintos espacios en comunidad. Revisamos estas propuestas, si se quiere seguir igual o si se quiere cambiar. Por ejemplo, el INR nos hizo una propuesta de ampliación de actividades a algunas unidades a las que no estábamos yendo; con los recursos que contamos vamos a tener que distribuirlos para poder concretar las actividades”, afirmó Gil.

Mejor de a dos

Costanzo trabajó con adolescentes en la Colonia Berro y en el Complejo Belloni, y en ambos casos le tocó hacer dupla con talleristas que no eran del área audiovisual como él. Precisamente, el trabajo en duplas es una de las características que tiene el PAS. Para Ángelo, “la idea de la duplas de educadores es un tema que a lo largo de la educación no formal aparece de manera potente. Permite manejar todos los temas emergentes y articula la especificidad del educador que va a brindar el taller con otro actor que puede mirar de otra forma las prácticas de educación no formal”.

En esta línea también opinó Gil: “Creemos que las duplas se conforman como una unidad de trabajo, las dos personas que integran la dupla no necesariamente tienen el mismo perfil, buscamos duplas complementarias. Tiene la ventaja de trabajar en equipo, los educadores están acostumbrados a trabajar solos y en este momento particular, en el que tenemos la mayoría de las propuestas en un contexto de privación de libertad, contar el uno con el otro es un sostén importante. Además, buscamos que se aporten miradas distintas sobre lo mismo”. El docente de audiovisual también es un ferviente defensor de las duplas y afirmó que es una forma de trabajo que “te deja cruzar los saberes, trabajar con otros y llegar a acuerdos”. “Es una apuesta a encontrarse con otros, aprender, bajar el copete y poder conciliar y entender las miradas de otro”, agregó.

En los talleres que se realizan dentro de espacios de encierro la convocatoria no superó los diez adolescentes, sin embargo, las duplas valoraron como muy positivo el trabajo del año. “Son pocas propuestas que van en nuestro sentido, son procesos no acabados, nos vemos sólo una vez por semana. En realidad la herramienta audiovisual importa poco, lo que importa son las temáticas que trabajamos, que se puedan imaginar otros mundos”, enfatizó el docente. Al respecto, agregó que la baja convocatoria “no es falta de interés de los gurises” porque “a ellos les copa salir del encierro, pero la propia circunstancia que viven los adolescentes ahí lo hace complicado, les cuesta abrirse y poder hacer cosas nuevas, ellos mismos crean defensas ante la situación en que viven. Por esto también es importante la presencia de las instituciones en el lugar”. En resumen, dijo que los resultados son “muy buenos”. “La presencia de las instituciones importan, estamos en las cárceles y hay que lidiar con un montón de cosas difíciles, pero los espacios educativos y artísticos son importantes y siempre son positivos, a pesar de la convocatoria”, concluyó.

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