Educación Ingresá
Educación

Cierre de Verano Educativo en Atlántida, el 8 de febrero. Foto: Alessandro Maradei

Cerró con éxito el Verano Educativo de Primaria; las autoridades planean extenderlo a nuevas localidades y ampliar el horario

4 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

En el cierre de la 28ª edición del programa Verano Educativo, del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), se les pidió a los niños que describieran su experiencia en una palabra. La más repetida, por lejos, fue “piscina”; otras que surgieron en el ping-pong de descripciones fueron “divertido”, “disfrutar”, “campamentos” y el infaltable del verano: “helado”. La directora del CEIP, Irupé Buzzetti, comentó en diálogo con la diaria que el objetivo perseguido era que “todos los niños tengan una oportunidad, que tengan un recuerdo específico de un verano algo distinto”. 12.000 niños de 139 escuelas del país pasaron sus vacaciones con actividades del programa; el plan para 2019 es llegar a más escuelas y extender los horarios de participación, adelantó la directora.

Buzzetti evaluó como exitosa esta última edición: “La consigna era: menos escuela edificio, más educación en la comunidad, en la playa, en las piscinas, en los clubes, en los campamentos, y eso lo hemos logrado”. En particular destacó las modalidades que se pusieron en práctica en Canelones, Maldonado y Rocha, donde algunas escuelas planteaban, en conjunto con las intendencias, actividades desde las 8.30 hasta las 17.00, mientras que la gran mayoría estaban listas para trabajar hasta las 13.30. El horario extendido “es una necesidad para los padres, pero a partir de escuchar a los niños podemos rescatar lo importantes que resultan para ellos cosas que para nosotros son cotidianas: playa, amigos, juegos”. “Cuando uno se pone a pensar, parece que son cosas comunes, pero no siempre hay tiempo para destinarlo a estas actividades en las casas”, señaló. Por eso, para el año que viene se evalúa la posibilidad de extender el tiempo completo de Verano Educativo a más escuelas, donde la comunidad lo necesite.

Otro de los cambios que se discutirán el 22 y el 23 de febrero en Piriápolis, cuando los inspectores se reúnan para planificar el año lectivo y evaluar lo hecho en 2017, será el de poder “llegar a lugares en los que hasta ahora no se había pensado”. “Padres de escuelas de contextos que no son vulnerables nos están pidiendo Verano Educativo; barrios como Carrasco, Malvín, Pocitos o el Prado podrían disfrutar también”, dijo Buzzetti a la diaria. A su vez, remarcó la importancia de llegar a la mayor cantidad de niños posible: “Creemos que muchos padres trabajan y no tienen la oportunidad de una salida didáctica a los humedales [del río Santa Lucía], como han tenido [muchos de los niños que participaron en el programa], o de ir a las playas acompañados de gente preparada para diseñar actividades específicas”.

Más de 150 niños participaron ayer en una actividad en la plaza Varela de Atlántida, donde pudieron bailar y cantar al ritmo de la banda Frutas Planetas, además de escuchar a las autoridades de la educación y del municipio canario. La escuela 75 de Atlántida, junto con la 159 de San Luis, la 171 de Colonia Nicolich y la 195 de Pando, fueron las representantes de los niños de todo el país en el acto de cierre. Ansiosos de tomar el micrófono para explicar su paso por el programa, los niños detallaron cuáles habían sido sus actividades favoritas y los mejores momentos del verano: además de los campamentos y piscinas –algo que el CEIP destacó como fundamental para esta nueva edición–, los niños participaron en talleres de ajedrez, arte, danza y música, entre otras actividades ideadas por cada institución. Además, todos los niños recibían el desayuno en la escuela antes de empezar el programa del día, y luego de terminar las actividades, almorzaban juntos.

Uno de los principales cambios que ha tenido el programa en los últimos años fue la incorporación de actividades acuáticas. Para el consejero del CEIP Pablo Caggiani, este es un elemento fundamental de recreación que no puede faltar en actividades de verano. En la misma línea se expresó Buzzetti, quien también destacó que Uruguay, como “país que está pensando en la Universidad del Mar, tiene que acompañar desde la educación inicial y primaria las piscinas y las actividades acuáticas”.

Detrás de los niños

El equipo docente es una de las principales herramientas con las que cuenta Verano Educativo. En sus palabras ante los niños Caggiani resaltó, entre otras cosas, la participación de los docentes: “Las 139 propuestas se sostienen con adultos que desde marzo a diciembre son maestros, profes de Educación Física, talleristas que trabajan todo el año en sus escuelas, y en su verano se toman unas pequeñas vacaciones en las fiestas y vuelven para trabajar con los niños”.

Por su parte, Buzzetti destacó la importancia de que los niños estén rodeados de adultos profesionales: “No hay que olvidar que están con interlocutores como maestros, profesores de Educación Física, de arte, que están aprovechando todas las oportunidades para enseñar”. Concordó con Caggiani, quien resaltó lo beneficioso que es para los maestros ver nuevas formas de hacer educación: “Muchas veces nos quedamos dentro del aula, cuando tenemos las oportunidades de enseñar fácilmente desde lo cotidiano que ellos viven”.

En cuanto a los desafíos que debieron sortear, la jerarca señaló la presentación de proyectos por parte de las instituciones: “Se presentan proyectos con equipos fuertes, pero a veces ocurría que cuando hacíamos visitas no veíamos las consecuencias, veíamos a un niño escribiendo en un cuaderno... No es eso lo que queremos para nuestros hijos y nietos; el desafío es el cambio de mentalidad”. Con ese fin, el CEIP propuso este año, por primera vez, una reunión previa al lanzamiento del programa, un encuentro de dos días en la Colonia de Vacaciones de Malvín, en la que participaron todos los maestros que formaron parte de la experiencia, para ponerse a punto y proponer líneas de trabajo conjunto. Como contrapartida, se destacaron varios proyectos en los que, mediante ejes temáticos que unieron todo el programa, se iban hilvanando diferentes contenidos con las actividades recreativas.

Además de la iniciativa del CEIP, el programa contó con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, Antel, el programa Pelota al Medio a la Esperanza del Ministerio del Interior, el Sindicato Único de Telecomunicaciones y la empresa Unilever.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la educación?
Suscribite y recibí la newsletter de Educación en tu email.
Suscribite
¿Te interesa la educación?
Recibí la newsletter de Educación en tu email todos los jueves.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura