El Plan Ceibal lanzó hace pocas semanas Matific, una nueva plataforma para aprender y enseñar matemática, compuesta por actividades lúdicas que apuntan a estudiantes y docentes desde nivel inicial 5 hasta sexto grado de primaria; es una plataforma israelí que se adaptó al currículo de matemática uruguayo y ya está disponible para descargar en las páginas de Plan Ceibal. A pesar de ser una innovación en el ámbito educativo del país, hace tiempo que este tipo de plataformas y sus resultados son estudiados por investigadores a nivel internacional. Alejandro Maiche, psicólogo, docente de la Universidad de la República (Udelar) y miembro del Centro Interdisciplinario en Cognición para la Enseñanza y el Aprendizaje (CICEA) de la Udelar, ha encabezado estudios sobre los beneficios de este tipo de intervenciones educativas y aseguró a la diaria que “a los chiquilines que ya vienen desde sus casas con una base sólida en la que asentar el aprendizaje estos entrenamientos no les hace la diferencia, pero para los otros son muy importantes”.
Maiche y su equipo no están involucrados en la creación de Matific, pero en 2013 realizaron un estudio junto con Plan Ceibal para evaluar qué tan útiles eran este tipo de entrenamientos para los estudiantes de primaria y de esa investigación se pueden sacar varias conclusiones. Utilizando el programa de tablets que se implementó como plan piloto ese año, estudiaron a 1.000 niños que estaban en el primer año escolar: les tomaron una prueba de matemática antes de darles una serie de juegos que diseñaron y una prueba un mes después; además, midieron los resultados según el nivel socioeconómico de cada uno. “Lo que mostró esa investigación es que este tipo de entrenamientos son muy útiles, fundamentalmente para aquellos que vienen con muy poca estimulación de base, que me animo a decir que son 40% o 50% de los niños de la escuela pública. El crecimiento fuerte está en los niños de los quintiles 1, 2 y 3”, aseguró el psicólogo cognitivo.
El psicólogo agregó que según sus estudios “las clases más desfavorecidas son las que necesitan estas plataformas. Hay que entender que no todos los niños tienen un estímulo fuerte en el hogar; por ejemplo, muchos niños, para poder leer, necesitan un entrenamiento fonético, pero cuando no tienen un ambiente con mucha estimulación, este tipo de actividades son la única posibilidad de asentar el conocimiento. Hacen la diferencia en los niños que llegan a la escuela con menos estímulos”. Según los resultados de su investigación en los quintiles más altos, que concuerdan por lo general con los niños que cuentan con un entorno familiar más estimulante, este tipo de plataformas “no hace la diferencia, porque ya tienen una base sólida en la que asentar el aprendizaje”.
Matific permite, entre otras cosas, que el docente mande los ejercicios de forma individual, por lo que los niños no tienen por qué hacer todos el mismo ejercicio. Para Maiche esta es una tendencia que se debería repetir en todas las aristas de la educación: “Se debería ir a hacia un proceso de individualización. Tenemos que entender más profundamente la idea de que la igualdad de oportunidades no puede ser nunca la igualdad de oferta, porque la igualdad de oferta, cuando venimos de contextos muy distintos, nunca es igualdad de oportunidades”.
Intervenciones cortas y efectivas
Otra de las ventajas de Matific es que plantea actividades interactivas cortas, de entre cinco y 15 minutos. Más allá de que están diseñadas para niños y por eso son breves, Maiche destacó que las intervenciones cortas tienen un gran impacto. “Lo que hay que entender es cómo se miden los resultados. Si se mide en el aprendizaje de la matemática, esos pocos minutos no son suficientes, pero estas plataformas apuntan a mejorar la sensación de manejo que tienen los niños cuando les empiezan a enseñar números; si se mide eso son muy efectivas”, comentó el psicólogo, y agregó: “No necesariamente un niño va a usar la plataforma y saber mucha más matemática. Tenemos que olvidarnos de esa idea porque no existe, no hay entrenamientos mágicos de tres minutos”.
El especialista detalló que con estas intervenciones se busca estimular el sistema de números aproximados (ANS, en inglés), una función perceptiva que está en la base del conocimiento matemático. “La idea en el aprendizaje de los números simbólicos es entender que el 6 es más que el 5, que el 10 es más que el 9 por más que se forma con un 1 y un 0. Este aprendizaje se asienta en una capacidad perceptiva que es entender que cuando hay X cantidad de puntos, es más o menos que otra cantidad. Estimular esta habilidad va generando mayor capacidad para entender después las operaciones matemáticas”. De todas formas, Maiche subrayó que mejorar esta capacidad perceptiva no es aprender matemática: “Para eso se necesita un docente que enseñe que 6+5=11, pero la base en la que se sostiene la explicación del docente es la que se fortalece con este tipo de entrenamientos”.