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Liceo 32, donde concurren estudiantes oyentes, así como también jóvenes con algún grado de pérdida auditiva (archivo, junio de 2017).

Foto: Alessandro Maradei

Liceales con discapacidad visual y auditiva continúan con las clases gracias a los centros de recursos

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La continuidad depende de que los profesores de las asignaturas entreguen materiales para traducir en distintos formatos.

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La virtualidad es la nueva modalidad de enseñanza para todos los estudiantes durante la emergencia sanitaria, y eso trae consigo diferentes ventajas y problemas. Las dificultades se acrecientan en el caso de los estudiantes con discapacidad visual o auditiva, que en muchos casos dependen fuertemente de la presencialidad para llevar al día cada curso. En el caso de los estudiantes del Consejo de Educación Secundaria (CES), tienen el respaldo de los centros de recursos para estudiantes sordos (Cereso) y para alumnos ciegos y de baja visión (Cer). Las coordinadoras de ambos centros afirmaron en diálogo con la diaria que la nueva dinámica provocó un cambio de rutinas, pero que luego de unos primeros días de adaptación lograron cubrir las necesidades de esos estudiantes.

Beatriz Santiago, coordinadora del Cer, explicó que el equipo trabaja con los 362 estudiantes ciegos o con discapacidad visual de enseñanza media. A grandes rasgos, se enfocan en dos líneas de trabajo: la construcción de materiales en braille, texturizados o en modelos 3D, y la traducción de textos escritos a la oralidad. Por el momento la etapa de generar materiales físicos está en pausa, pero se incrementó la traducción de textos para que los estudiantes puedan reproducirlos en sus computadoras o celulares. La docente aseguró que hay que insistir en que “el braille es fundamental”, y de hecho impulsaron durante este tiempo un curso en línea de braille en el que participan 70 docentes, pero reconoce que “en estas circunstancias hay que concentrarse en lo positivo, que es haber reforzado la parte auditiva”.

En esta línea Santiago afirmó: “Nos falta el componente presencial, que es muy importante para nosotros, pero vemos, en esta situación que vive el país, una oportunidad de explorar algo nuevo que tal vez no se había hecho antes con tanta profundidad, por eso creo que vamos a salir fortalecidos en esa área auditiva”.

Otro componente fundamental que resaltó la coordinadora del Cer es intentar ser el puente de unión entre los docentes y los estudiantes, una tarea que ya realizaban en la presencialidad pero que ahora cobró una importancia sustancial. “Paralelamente a las tareas que hacemos con los materiales, tratamos de no perder el vínculo con los estudiantes. Muchos de ellos van al Cer en busca de distintos apoyos para el estudio, que ahora tenemos que mantener en la distancia”, dijo Santiago. Para lograr continuar con esa relación hay muchas vías que incluyen las distintas redes sociales del centro, pero sobre todo se usa Whatsapp para comunicarse directamente con los estudiantes y sus familias y con los docentes de cada clase.

Una de las formas que eligieron para mantener activos a los estudiantes del Cer es enviarles “desafíos con un fuerte componente lúdico”. “No es dar clase, sino buscar la estrategia para mantener el contacto con ellos”, aclaró Santiago. Asimismo, el vínculo sirve para tratar de resolver ciertos temas puntuales que pueden aparecer. Según ejemplificó la coordinadora, ha habido casos de docentes que no envían materiales o de estudiantes que no se conectan a la plataforma CREA, de Plan Ceibal; en esas situaciones es el equipo del Cer el que intenta contactar a las partes. Santiago aseguró que los llaman y monitorean la situación en la que están: “Tratamos de hacer de puente para asegurarnos que todos puedan avanzar”, resumió.

Lengua de señas

Para los estudiantes sordos las intérpretes de lengua de señas en el aula son un componente fundamental de su educación, y durante estas primeras semanas no contaron con ellas de la forma en la que están habituados. Según explicó María Eugenia Rodino, una de las coordinadoras de Cereso, en el país hay 143 estudiantes sordos. La docente dijo que lo que hizo la institución estas semanas es “potenciar el trabajo que ya venía realizando”. Explicó: “Nosotros trabajamos principalmente en la adaptación de contenidos en formato digital, haciendo que los materiales que se usan en clase estén accesibles en lengua de señas en diferentes formatos y lenguajes, sobre todo el audiovisual”.

Lo que se incorporó con más énfasis a partir de la emergencia sanitaria fue “la articulación, no sólo con los docentes, sino también con las intérpretes de todo el país que fueron designadas a los centros educativos”, detalló Rodino. La coordinadora comentó la dinámica de estos días: “Las intérpretes se contactan con Cereso y nosotros apoyamos en lo que tiene que ver con recursos técnicos, como pueden ser pequeños tips de cómo filmar y hacer un contenido audiovisual casero, con la cámara del celular y alguna aplicación de la computadora. Además, los apoyamos en el proceso de traducción, en caso de que se dificulte buscar cuáles son las equivalencias en los léxicos específicos que se utilizan en el ámbito educativo”.

Rodino también resaltó las actividades de formación que realizan por medio de la plataforma CREA para que los intérpretes puedan acercarse a las herramientas de comunicación digital como Zoom o Hangouts, de forma que puedan coordinar con los docentes de clase y participar de las instancias sincrónicas que tengan los estudiantes. Según explicó la coordinadora, “los docentes que necesitan hacer contenidos están llamando a Cereso y estamos poniendo nuestro equipo para generar la comunicación con los estudiantes”.

La dinámica con las intérpretes no fue similar en todo el país; de hecho, en Montevideo y en Canelones recién pudieron elegir horas de clase el 14 de abril y se continúa con el calendario de elecciones en el resto del país. Tal como informó el semanario Brecha, las intérpretes de los dos departamentos no cobraron el sueldo de marzo ni el de la mitad de abril porque desde el CES se negó la posibilidad de un sueldo espejo para mantener el que tenían hasta febrero, lo que implicó también que las intérpretes se quedaran sin cobertura de salud.

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