Afuera de la sede central de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP) había carteles llamando a votar Sí contra 135 artículos de la ley de urgente consideración el 27 de marzo, y pancartas aludiendo al “cimbronazo” que los sindicatos de la enseñanza dieron en las elecciones de los representantes docentes para el Consejo Directivo Central (Codicen). Adentro, la sala estaba llena de autoridades y dirigentes sindicales con camisas y tapabocas rosados que esperaban por la asunción del profesor Julián Mazzoni y la maestra Daysi Iglesias como nuevos consejeros en representación de los trabajadores en el máximo órgano de la ANEP.
Ambos se mostraron en contra de la eliminación de los consejos de Primaria, Secundaria y UTU, y consideraron que el gobierno de la educación dio “la espalda” a los docentes en la discusión sobre la transformación que impulsa el organismo. Mazzoni e Iglesias coincidieron en que asumen la responsabilidad en un momento con varios temas de suma importancia en agenda, entre ellos la inminente reforma educativa, a la cual han “llegado tarde”, según consideró Mazzoni. “Se ha avanzado sin tener en cuenta la opinión de los principales actores, lo que desde el principio pone en duda el éxito futuro. Creo que hay formas de corregir ese error”, consideró el profesor de Lavalleja, y pidió llamar a las Asambleas Técnico Docentes (ATD) y al Congreso Nacional de Educación.
En diálogo con la diaria, Mazzoni dijo que desde su lugar en el Codicen va a insistir en que se convoquen las ATD, puesto “que han sido dejadas de lado”. “Vamos a insistir para que tengan su presupuesto, que puedan emitir opinión, que desde el punto de vista legal es obligatorio antes de cualquier tipo de modificación curricular”, afirmó.
Para Mazzoni, en las ATD “hay un material riquísimo” que las autoridades de la educación “no han podido o no han querido aprovechar”. A su vez, dijo que con su equipo de trabajo tiene un plan “ambicioso”, que implica recorrer el país escuchando las quejas de los docentes. El novel consejero consideró que “hay grandes posibilidades de trabajar bien”, dado que ya hicieron un plan de trabajo “muy intenso” para “poder responder” a las “exigencias cotidianas”, pero sin caer en los “aspectos burocráticos”. “Hay que atender las cosas con celeridad, con eficiencia, y tratar de hacer una proyección de cuáĺes son nuestras concepciones pedagógicas, que a veces han quedado un poco de lado”, apuntó.
Defensa y ataque
Para el integrante de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) hay “una campaña muy seria y muy fuerte” para “desprestigiar” al cuerpo docente, cuya máxima expresión son las escasas citaciones a las ATD, según insistió. “Es parte de una estrategia, esto lo tenemos que revertir; vamos a defender los prestigios de los trabajadores docentes y no docentes, porque son los que sostienen el sistema. El aporte pedagógico es muy importante. Para los que hemos estado trabajando en los liceos, en las escuelas, sabemos que en cada ámbito donde hay intercambio entre dos, tres o más docentes se generan experiencias, aportes muy importantes que se necesita unificar”, estableció.
Por su parte, Iglesias dijo en la toma de posesión que ambos consejeros son “férreos defensores” de los consejos de los subsistemas. “Llegamos en un momento en el que se habla de la sociedad de la información y el conocimiento, que tiene mucho de información pero muy poco de conocimiento. Educamos para el conocimiento y tenemos que mirar la importancia del saber disciplinar”, afirmó. Para Iglesias, aún en el marco de las direcciones generales unipersonales de los subsistemas tiene que haber espacios para que esto pueda ser discutido desde lo “político-académico”. La nueva consejera marcó que ANEP tiene bajo su órbita a 700.000 personas y, por lo tanto, se debe “conocer qué caminos les estamos marcando”. “Esto es entre los que tienen conocimiento y los que se reciclan, y no queremos el reciclaje, queremos el conocimiento”, dijo. Para Iglesias, el reciclaje es seguir el conocimiento que otros producen y, por lo tanto, esto divide a “los que tienen poder y los que no”.
En tanto, el presidente del Codicen, Robert Silva, indicó que si bien el Plan de Desarrollo Educativo guía la confección de las políticas, no quiere decir que esa hoja de ruta “obstaculice el diálogo” con los docentes. “Al contrario, somos convencidos de que la transformación educativa se construye a través del diálogo”, dijo, y agregó que “jamás” existió una “voluntad tácita” de negar la discusión con los educadores. “Una reforma no se hace sin los docentes, pero tampoco sólo con los docentes. Reivindicamos la participación”, aseguró.
A su vez, más allá de las diferencias con los nuevos consejeros ‒algunas expresadas en la toma de posesión‒ Silva se manifestó proclive a apostar “al diálogo, con mucho respeto y concordia” para lograr acuerdos. “Y si no arribamos a acuerdos, administraremos nuestras diferencias de la mejor manera”, expresó.
Quienes dejan la representación de los trabajadores son Adémar Cordones, de la Lista 4 que en 2015 encabezó Silva, y Juan Pérez, suplente de Elizabeth Ivaldi, ambos electos por los sindicatos de la enseñanza. Cordones y Pérez cerraron su ciclo como integrantes del organismo que dirige a la ANEP y las autoridades destacaron su capacidad de “diálogo y respeto”.
La tardanza
Al igual que los resultados de las elecciones, que se conocieron el 10 de diciembre cuando el acto eleccionario fue el 30 de octubre, las actas de la Corte Electoral para que el Codicen decidiera en qué fecha tenían que asumir Mazzoni e Iglesias llegaron un tanto tarde, y por eso el acto se celebró cuatro meses después de la votación. Mazzoni, que es dirigente de Fenapes y lideró la lista 11, fue el más votado dentro del lema de la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU) con 8.853 apoyos, mientras que Iglesias, líder de la lista 30, fue la segunda con 7.637 votos. Con el director del Departamento de Educación Rural, Limber Santos, en tercer lugar, por apenas 23 votos menos que Iglesias, las listas de la CSEU superaron ampliamente al lema “Participación y representación plural sin exclusiones”. Dicha opción era liderada por el inspector de Primaria Óscar Pedrozo, quien ya había sido consejero en lugar de Silva, cuando este último optó por ser candidato a vicepresidente por el Partido Colorado en las pasadas elecciones nacionales. De esa forma, los sindicatos de la enseñanza superaron con holgura su objetivo de duplicar en votos a sus adversarios y recuperar así los dos lugares de representación en el Codicen, que habían perdido en 2015.