Los estudiantes del liceo Miranda decidieron ocupar el edificio este jueves, desde que comenzó el primer turno, a las 7.30. En diálogo con la diaria, Bruno Volpi, integrante del gremio estudiantil del liceo Miranda (GEM), contó que, a esa hora, los estudiantes ingresaron al establecimiento e impidieron la entrada a los docentes. Hasta el momento, nadie de inspección se ha presentado en el lugar, aseguró el estudiante: “La ocupación no está siendo reconocida por la inspección, no vino nadie a hacer un acta y demás, como está pasando habitualmente”.
Volpi explicó que la medida se aprobó por “amplia mayoría” el martes en una asamblea y que, además, esta acción se enmarca en las “ocupaciones sistemáticas” organizadas por la Coordinadora de Gremios de Secundaria del Área Metropolitana para visibilizar la falta de respuestas a los reclamos de estudiantes de distintos liceos de la capital.
Si bien el joven aclaró que el GEM está en conflicto desde el año pasado y en ningún momento se levantó, “no es casual que ayer haya ocupado el liceo Zorrilla y que hoy esté ocupando el Miranda”, expresó. Asimismo, Volpi dijo que hay “definiciones de otros centros” para los próximos días.
Los principales reclamos del GEM refieren a la “urgencia” por instalar equipos multidisciplinarios, accesibilidad para el liceo, la falta de docentes, horas de clases y recursos en general y “sin duda” plantarse en contra de la transformación educativa impulsada por el gobierno. Además, acompañan el pedido de seguridad de todos los centros educativos.
Los estudiantes del Miranda reclaman instancias de diálogo con inspección y con la Dirección General de Educación Secundaria desde el año pasado, aseguró Volpi, y afirmó que no han recibido respuesta ante ninguna de sus solicitudes. “Justo hoy en la mañana cuando la inspectora del liceo se enteró de la ocupación, nos dijo que tenía la mañana libre y que podíamos ir representantes del gremio a su oficina para tener una reunión”, contó. Los jóvenes rechazaron la propuesta, pero plantearon que están abiertos al diálogo y pidieron a la inspectora que ella se acercara al centro educativo.
Ante la negativa de la inspectora, los estudiantes propusieron hablar por teléfono. Sin embargo, también recibieron un “no” por respuesta. Como última alternativa, los jóvenes plantearon a la inspectora tener una reunión en un lugar “neutral, que no sea ni su oficina ni el liceo”, pero tampoco accedió. Según relató Volpi, les dijo que “la única manera en la que se va a destrabar este conflicto es que vayamos a hablar con ella”.
Frente a esta situación, los estudiantes realizaron una asamblea a media mañana para decidir qué pasos tomar. Allí, entre las personas que ocupan el establecimiento, decidieron que “hasta que la inspectora no se presente a una reunión en un local neutral el conflicto no se destraba y las clases en el Miranda no se van a dictar”.
“Somos conscientes de que nos van a venir a desocupar en algún momento, vamos a proceder a la desocupación primando la seguridad de todos nuestros compañeros. Pero, de todas formas, no vamos a permitir el normal funcionamiento del liceo. Puede ser ocupando el liceo, no está descartado, pero pueden ser otras medidas poniendo parlantes con música en los pasillos, ocupando todos los salones”, manifestó el integrante del GEM.
Volpi enfatizó que “este conflicto se va a destrabar si la inspectora se presenta a los espacios de diálogo que estamos pidiendo”. Aseguró que el encuentro será de forma pacífica, “como siempre fue todo”. “No sé qué miedo nos tienen a los estudiantes organizados”, se preguntó. Por último, planteó que si los estudiantes pierden “un día, dos días o dos meses de clases es responsabilidad de la inspección del liceo, porque no se presenta al espacio de negociación”.
Como se preveía, a media tarde los estudiantes recibieron una intimación para desalojar el centro educativo. Según supo la diaria, la efectivización del desalojo tomó varios minutos, porque la directora del centro no firmó el acta de ocupación y por tanto no había constancia de que se estuviera desarrollando. Aún así, con la presencia no solo de la Policía sino también de la Guardia Republicana, los estudiantes decidieron terminar con la medida de ocupación. De acuerdo a lo consignado por Subrayado, luego del desalojo el estudiantado llevó a cabo otra medida: una “marea de bancos”, que implicó sacar los bancos de los salones para impedir que las clases continuaran.