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Segundo Torneo Nacional de Debate (archivo, octubre de 2022).

Foto: ANEP

Estudiantes de bachillerato participarán en la tercera edición del Torneo Nacional de Debate de la ANEP

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Este sábado 72 grupos de estudiantes de todo el país debatirán sobre distintas “mociones” y el 1º de octubre lo harán los equipos finalistas sobre reelección presidencial.

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Por tercer año consecutivo, el Plan Educativo Cultural de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) llevará adelante un torneo de debate y argumentación: el Torneo Nacional de Debate, en el que participarán estudiantes de la educación media superior de todo el país.

Horacio Bernardo, coordinador del Plan Educativo Cultural de la ANEP, explicó a la diaria que el torneo se realiza desde 2021 y que participan estudiantes de educación secundaria y de UTU. En esta ocasión, 72 grupos de cinco personas de distintas clases, con representación de todos los departamentos, participarán en el torneo.

Los estudiantes deberán debatir sobre distintos temas, a los que les llaman “mociones”, que son elegidas por un comité de mociones, integrado por inspectores de Secundaria y de UTU. Bernardo contó que las mociones varían de año a año: el pasado, por ejemplo, dijo que se debatió sobre “si era conveniente fomentar o no el lenguaje inclusivo” y “si el voto debía dejar de ser obligatorio”.

La línea común es lo “polémico”, en relación con la “actualidad” y “siempre respetando la laicidad, nunca entrando en cuestiones político partidarias”. Es en ese marco que la primera fase del torneo se llevará a cabo este sábado, de manera virtual por la plataforma Discord, y las mociones serán varias: “Si el Chat GPT generaría más ventajas o desventajas para la sociedad, si debería haber subsidios para más productores o no cuando hay una cuestión climática que afecta la producción, y si se debería modificar la legalidad para que se pueda volver a ser presidente”, ilustró Bernardo. Por su parte, la posibilidad de reelección presidencial será la moción del debate final.

El Plan Cultural de la ANEP, en el que se enmarca el torneo, tiene varias líneas de acción. Una de ellas, de acuerdo con el coordinador, es “el programa de estímulo de pensamiento crítico”, que tiene varios proyectos y el torneo es uno de ellos. “Es una instancia ante todo educativa” y “lo importante para nosotros es todo el proceso”.

Luego está la segunda fase, que se realizará de manera presencial el 30 de setiembre y el 1º de octubre en el Museo Pedagógico José Pedro Varela y en el Centro de Formación Permanente de Montevideo, con la participación de 24 equipos clasificados de la primera. El último debate, y también la entrega de premios, se realizará en la Cámara de Representantes el primer día del mes entrante.

Bernardo explicó que las inscripciones las hicieron los docentes y anotan al grupo entero, pero luego, junto con la propia clase, eligen a cinco estudiantes para representar a toda la clase en el torneo. Los cinco estudiantes que ganen, por lo tanto, recibirán un premio compartido para toda su clase, porque también forman parte de “las tareas de preparación” y del “contrapunto para preparar las mociones”.

Para el primer premio, la ANEP brindará una estadía de tres días en una de las colonias vacacionales de la administración, que incluye alimentos y traslados. Además de la clase completa, el premio abarca a los docentes que estén a cargo y también al director del centro educativo o a quien elija para que vaya en su lugar.

Además de recibir una placa de reconocimiento –al igual que los miembros de los equipos finalistas y semifinalistas y sus centros educativos–, los docentes destacados recibirán una partida de 10.000 pesos para comprar libros, y los del otro equipo finalista, una de 5.000 pesos. Para los jueces, a su vez, se sortearán diez partidas de 3.000 pesos cada una para comprar libros.

¿De qué hablamos cuando hablamos de debatir?

“Estamos muy contentos por la gran aceptación que tiene el torneo. Participan docentes, toda la clase, y en el interior es muy lindo de ver porque a veces salen en los diarios locales: son logros reconocidos a nivel local y para los estudiantes también es una experiencia muy buena”, esgrimió Bernardo.

Según el coordinador, diversos docentes han manifestado que “el debate en sí mismo es una muy buena herramienta para varias cosas, y que a través de ese estímulo estudiantes investigan con los temas de mayor interés, pierden la timidez en cuestiones de hablar o de presentarse en público, y además permite trabajar la herramienta de pensamiento, aprender a pensar en un ejercicio dialéctico”.

En el marco de la “transformación educativa” y el documento preliminar de la reforma para bachillerato, se agregó como taller optativo Argumentación y Debate, para ser dictado por docentes de Filosofía. La docente Cecilia Larrosa, vocera del grupo Profesores de Filosofía Autoconvocados, había manifestado a la diaria la disconformidad del colectivo con dicho cambio: “Qué tipo de sociedad estamos intentando construir cuando todos los estudiantes aprenden a ganar”, se preguntó.

Consultado al respecto y sobre la vinculación con el torneo, Bernardo dijo que “va en sintonía” con la propuesta curricular, pero “hay muchos formatos de debate: competitivos y no competitivos”, y, por lo tanto, distintos “modos de ejercer el debate y el ejercicio dialéctico del pensamiento crítico”. Por otro lado, señaló que lo opcional “nunca va a sustituir que se estudie argumentación como algo obligatorio en Filosofía o un espacio obligatorio”, y que el taller se trata de “una profundización”.

A modo de conclusión, Bernardo destacó la necesidad de “romper el mito de que un debate es una especie de pacto violento o negativo” y resaltó que “es importante potenciar una cultura del debate en nuestro país, aprender a que podemos refutar u objetar lo que el otro piensa y que eso no implica que yo esté peleado con esa persona; podemos plantear objeciones y seguir en diálogo”.

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