Este jueves los liceos Instituto Batlle y Ordóñez (IBO) y 63 fueron ocupados por estudiantes que rechazan la incertidumbre generada por la redistribución de grupos de bachillerato en la zona. Según explicó a la diaria Avril Fernández, vocera de los respectivos centros de estudiantes, se trató de una medida tomada a partir de la coordinación entre los gremios de los liceos del Prado.
Según detalló, en la plataforma de reivindicaciones hay planteos más generales ya planteados por la coordinación de gremios de la zona metropolitana, como la necesidad de generar una inversión de 6% del producto interno bruto para la educación y el reclamo de autonomía y cogobierno para la Administración Nacional de Educación Pública. No obstante, indicó que el principal motivo de la ocupación fue la matriz de grupos definida por la Dirección General de Educación Secundaria (DGES).
En particular, se proyecta que 27 grupos de cuarto año que hasta ahora están en el liceo Bauzá sean redistribuidos en centros educativos de la zona, como el IBO y el 63. Según explicó días atrás la titular de la DGES, Jenifer Cherro, la medida tiene el objetivo de proteger la trayectoria educativa de estudiantes que pasan a cuarto año, tránsito en el que muchos alumnos se desvinculan del sistema educativo.
No obstante, la medida generó preocupación en docentes, estudiantes y familias de los liceos IBO y 63, porque, al recibir grupos de cuarto, se perderán algunos de quinto y sexto. Al respecto, Fernández aseguró que los estudiantes del IBO y el 63 “no tendrán preferencia para seguir cursando en su liceo”, algo que violenta sus derechos. En ese sentido, planteó que los adolescentes “van a tener que arreglárselas” si les toca en otro centro educativo, que no necesariamente será del barrio, ya que, según apuntó, existe una importante superpoblación en los liceos del Prado.
La estudiante indicó que será fundamental contar con el “apoyo de la familia y de los amigos”; “no sabemos a dónde van a ir a parar”, dijo con relación a quienes no cuenten con ese apoyo, y aseguró que corren riesgo de desvinculación. Consultada al respecto, dijo que todavía no han tenido ninguna comunicación formal de las autoridades y que algunas adscriptas le han manifestado que no van a rechazar la inscripción de ningún estudiante. Por su parte, contó que desde los núcleos sindicales de profesores les han manifestado que desde la DGES les encomendaron a los docentes que terminen de diseñar la matriz de grupos para el año que viene, algo que Fernández consideró contradictorio con la falta de participación que ha predominado a lo largo de todo el período de gobierno, particularmente, con el diseño de la transformación curricular.
Secundaria no labró el acta de las ocupaciones
Fernández contó que durante la ocupación de ambos liceos se hizo presente una inspectora de la DGES, que es la misma en los dos centros educativos, que quedan uno al lado del otro. Si bien hasta media tarde aún no había concurrido la Policía a solicitar el desalojo, la vocera consideró que el pedido de desocupación de la inspectora fue “poco claro”.
Según contó, en la misma línea que manifestó Cherro en 2022, la inspectora explicó a los estudiantes que la ocupación sólo está prevista en el plano laboral, por lo que los alumnos, que son regidos por el “derecho administrativo”, no están facultados a tomar esa medida que, en los hechos, estaban tomando. Al respecto, Fernández planteó su frustración por haber recibido la comunicación de alguien “que no sabe absolutamente nada de lo que está informando” y que “solamente copia y pega lo que llega de arriba”.
Ante la negativa de labrar un acta de ocupación por parte de la inspectora, la estudiante se preguntó cuál es el criterio de la DGES, que semanas atrás sí labró actas en dos ocupaciones estudiantiles: la del IAVA y la del Zorrilla. Al respecto, Fernández consideró que las autoridades definen qué hacer con las ocupaciones estudiantiles dependiendo de “lo que les convenga”. Según concluyó, a causa de esa postura de la inspectora “no se pudo negociar absolutamente nada”, lo que se suma a algunas cartas que han enviado a las autoridades y que no tuvieron respuesta.
Finalmente, el IBO fue desocupado sobre el mediodía y el 63, en la tarde, pero los estudiantes seguirán reclamando que las autoridades den marcha atrás con la redistribución de grupos en la zona.