Este jueves, junto con el aniversario de la Jura de la Constitución de 1830, la Universidad de la República (Udelar) celebra sus 175 años. Como se trata de un número especial, la institución inició un período de festejos con un acto en la sala Zitarrosa este miércoles, que contó con la presencia de las principales autoridades de la institución y también de buena parte de la primera plana del gobierno. Además del ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, quien hizo uso de la palabra, estuvieron la vicepresidenta, Beatriz Argimón, y la ministra de Salud Pública, Karina Rando, entre otras autoridades.
En el evento, el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, recordó que, si bien la ley que creó la universidad –impulsada por Dámaso Antonio Larrañaga– data de 1833, recién comenzó a funcionar el 18 de julio de 1849, a iniciativa del entonces presidente de la República, Joaquín Suárez. “Desde aquel momento las actas del Consejo Universitario, desde su primera sesión de 1849, son celosa y profesionalmente custodiadas por el Archivo General de la Udelar [AGU]”, dijo Arim.
El rector señaló que no sólo se trató de la creación de la Udelar, sino de la institución que dio lugar al surgimiento de los demás entes de enseñanza, ya que en sus inicios incluyó la enseñanza primaria y secundaria, que luego se escindieron. Arim también hizo referencia a distintos episodios de la historia de las universidades y del país que marcaron a la Udelar, como la reforma de Córdoba de 1918, que contribuyó a la democratización de las instituciones a cargo de la educación superior.
Además de reivindicar la autonomía, el cogobierno y la posibilidad de la Udelar de transformarse a sí misma, el rector se refirió a la forma en que sobrellevó la pandemia de covid-19 y los aportes que hizo al país en ese momento. “Si tuviera que elegir un sentimiento primario que guardo con respecto a esos años, diría que siento orgullo de haber sido parte de la construcción de una institución que puso todos sus músculos en tensión para responder a la emergencia nacional y apostar al país todo lo que estaba en condiciones de hacer, sin egoísmos”, dijo.
Por su parte, Da Silveira recordó su etapa estudiantil en la Udelar, donde recibió su primer título universitario. Más allá de que egresó en democracia, señaló que tuvo que ingresar a estudiar durante la última dictadura. Por ello, relató que fue parte de eventos que marcaron un mojón en el tránsito hacia la recuperación democrática, como la creación de la Asociación Social y Cultural de Estudiantes de la Enseñanza Pública (ASCEEP) ante una proscrita Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), y también de la organización de la Semana del Estudiante, en 1983.
Más allá de su trayectoria personal, el ministro se refirió a la Udelar como una institución que “ha sabido transformarse y adaptarse a los cambios”. Da Silveira analizó que de su “época vieja”, todavía “muy marcada por tradiciones y dinámicas que se remontaban a la Edad Media”, transitó hacia “la universidad profesionalista y moderna que se asocia a la figura de Alfredo Vásquez Acevedo”. “Esa universidad luego se abrió a la investigación y a la extensión, que pasaron a cumplir funciones esenciales en la institución”, dijo, y también se refirió a que junto con la recuperación democrática, la Udelar dejó de ser la única institución universitaria del país, ya que en esos años fueron habilitadas las universidades privadas. Entonces, sostuvo, pasó a ser “actor principal de un sistema de educación superior cada vez más complejo”.
Algunos reclamos de la FEUU y ADUR
Al escenario también subieron representantes de los docentes, estudiantes y egresados, los órdenes que forman parte del cogobierno de la Udelar, y también de la Agremiación de Funcionarios Federados de la Udelar. Maite Lanza, integrante de la FEUU, reivindicó la autonomía y el cogobierno en momentos en que están siendo “atacados”, según consideró. Al respecto, planteó que la razón de ser de la existencia de los órdenes tiene que ver con que la institución no ceda a intereses “de unos pocos” y permanezca al servicio de la mayoría de la sociedad. Por su parte, señaló que los estudiantes son partidarios de que las tres funciones universitarias estén en pie de igualdad, lo que implica que la extensión –históricamente más relegada– ocupe el mismo plano que la investigación y la enseñanza.
Al mismo tiempo, reclamó por condiciones dignas de estudio y planteó que “nada de sentido tiene que nuestros papers sean leídos en todo el mundo, si los estudiantes se quedan sin cursar por falta de cupos, si las materias obligatorias se ofrecen en un único horario o si la condición para poder pertenecer a esta casa de estudios es vivir en Montevideo, Maldonado o Salto”. “Sería un error olvidar que el corazón de la Universidad de la República somos las y los estudiantes”, reclamó.
En tanto, Mariángeles Lacava, representante de la Asociación de Docentes de la Udelar, se mostró orgullosa de compartir los valores de la institución para el ejercicio de la docencia, pero también consideró oportuno reflexionar sobre lo que todavía queda por conseguir. En concreto, se refirió a los bajos salarios que reciben los docentes de la Udelar, que los colocan como los peor remunerados de todo el sistema de educación pública. Según planteó, eso lleva al multiempleo y a que las condiciones para el desarrollo de la carrera docente estén lejos del ideal. Según resumió, buena parte del trabajo de la Udelar está siendo “sostenido” por “el esfuerzo” de ese cuerpo docente, que no cuenta con condiciones adecuadas para “responder adecuadamente al crecimiento de la matrícula” registrado en los últimos años.
Serie de libros sobre la historia de la Udelar
Desde la Unidad de Comunicación Central de la Udelar también se anunció el lanzamiento de tres tomos que hablan de distintos aspectos de la historia de la institución. El primero transita por la historia desde su creación hasta finales del siglo XX. El segundo consta de cuatro entrevistas a los tres exrectores que están vivos –Rafael Guarga, Rodrigo Arocena y Roberto Markarian– y a Arim, quien ocupa el cargo actualmente. El tercer tomo aborda el patrimonio arquitectónico de la Udelar. Próximamente estarán disponibles para descarga gratuita y luego se podrán adquirir en el hall de la Facultad de Derecho. Además, los libros darán impulso a que la institución retome un proyecto de editorial universitaria y también serán la principal novedad del stand de la Udelar en la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios en México, de la que la Udelar será invitada de honor.