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Foto: Gianni Schiaffarino

Nuevo plan piloto de UTU para ciclo básico se aplicará en 11 centros en 2026; apuesta por talleres e integración de materias

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La propuesta de FPB también tendrá modificaciones el año que viene y volverá a parecerse al plan 2007 de la propuesta; recuperará educadores y talleres de alfabetización laboral.

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En el caso de la educación media, los cambios que a partir del año que viene se aplicarán a la Transformación Curricular Integral (TCI) del gobierno anterior estarán concentrados en la currícula de Secundaria. Para UTU, en cambio, se resolvió no hacer cambios e implementar directamente un nuevo plan, que se instrumentará de forma piloto en 11 centros educativos de distintas partes del país, con el objetivo de ampliarlo al año siguiente.

En diálogo con la diaria, Fernando Ubal, titular de la Dirección Técnica de Gestión Académica de la institución, señaló que en el país siempre existió “un ciclo básico común generalista, más pensado para Secundaria, al que UTU siempre intentó ponerle tecnología”. Eso ocurrió con la creación de un ciclo básico tecnológico años atrás, que consistía en las mismas asignaturas con las que cuenta Secundaria más una propuesta de tecnología. Agregó que en ese tramo la TCI creó una Educación Básica Integrada (EBI) con “todas las asignaturas generalistas” y “unas horas de tecnología” para intentar darle ese enfoque.

En ese sentido, explicó que el plan a aplicarse en 2026 se propone ser “la primera propuesta de educación básica inicial que integra un espacio tecnológico” y, a su vez, plantea la integración entre asignaturas y entre las materias y un espacio de taller. Según amplió, eso parte de la experiencia de la educación técnica y tecnológica, ya que desarrolla ese tipo de experiencias desde hace varios años.

Ubal planteó que contar con ese “espacio tecnológico integrador” servirá para darles un mayor sentido a los aprendizajes de los estudiantes, algo que estaba más presente en bachillerato y en el plan de Formación Profesional Básica, algo que ahora se buscará extender a todo el ciclo básico.

El nuevo plan de UTU tendrá integraciones de materias y coordinación por grupos

Karina González, directora del Programa de Educación Media de la institución, relató que la nueva propuesta parte de un marco teórico que concibe “la educación como un derecho humano fundamental” y “al estudiante como un sujeto de posibilidad y no como un sujeto carente”, además de “la necesidad de alterar los formatos escolares”.

Según detalló González, a diferencia de la Formación Profesional Básica (FPB), que se mantendrá para mayores de 15 años, la Educación Media Básica Tecnológica (EMBT), como se llamará la nueva propuesta, “no es profesionalizante”, ya que está pensada para niños y niñas que egresan de Primaria a los 12 años y que culminarían el ciclo básico a los 14. Por lo tanto, se diseñó para que el estudiante continúe con la cursada en bachillerato.

La responsable de Educación Media en UTU indicó que, en un sentido similar al plan de FPB 2007, la EMBT “pone en el centro la interdisciplinariedad”, lo que implica que “las asignaturas no transitan por caminos paralelos, sino que habrá muchas integraciones”. Según detalló, las integraciones van a implicar que dos docentes de diferentes asignaturas estén en una misma aula en un mismo horario. “Es lo que llamamos dupla pedagógica o dupla en el aula”, definió.

La propuesta incluirá la generación de un espacio fuerte de coordinación para que los profesores intercambien sobre cada uno de sus grupos, algo que “no se puede hacer pidiendo a los docentes que coordinen en los pasillos o en los recreos”. “Hay que darle una carga horaria semanal destinada por grupo”, explicó, y dijo que eso implica romper con los espacios de coordinación tradicionales, que habitualmente están diseñados para pensar en clave de centro educativo y no de grupo. “Acá lo que queremos es que se junten para hablar de lo que pasa en EMBT, para que planifiquen semanalmente lo que esos docentes van a dar juntos”, completó.

Al respecto, el acuerdo de revisión de la TCI aprobado por el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) incluye un pedido de lograr cuatro horas de coordinación semanal “por unidad docente” para toda la educación media, con el objetivo de abordar “elementos transversales de las asignaturas, cada grupo y cada centro educativo”. Más allá de que la ANEP todavía no cuenta con recursos para implementarlo en todos los centros educativos de ese tramo, en el caso de UTU el organismo reasignó recursos a su interna para poder aplicarlo en todos los centros que tendrán extensión del tiempo pedagógico el año que viene, adelantó Ubal.

Precisamente, la institución definió que los 11 centros en los que la nueva propuesta se aplique el año que viene tengan extensión del tiempo y prevén que el plan de EMBT se pueda aplicar en la totalidad de centros con ampliación del tiempo pedagógico al año siguiente.

La nueva propuesta, además, prevé que en los centros en los que se aplique haya “horas de permanencia”, para que los docentes tengan tiempo para la “exploración pedagógica” y también para hacer tutorías o talleres a contraturno. “También se espera que los docentes acompañen a los gurises en el servicio de alimentación, porque las propuestas de tiempo extendido tienen comedor y queremos que el servicio de alimentación sea pedagógico, que realmente esté orientado a aprender”, dijo.

La Educación Media Básica Tecnológica priorizará un tema por año, que contará con talleres específicos

El nuevo plan tendrá un énfasis temático en cada uno de los tres grados del ciclo básico. Según explicó González, eso quiere decir que habrá “un conjunto de asignaturas a las que se les da prioridad” en cada grado, en vínculo con el espacio de taller. En el primer año, el énfasis estará en “comunicación y creación”, que tendrá un grupo de asignaturas asociadas a esos temas, entre ellas un taller de Audiovisual. El segundo año pondrá el foco en “bienestar y convivencia”, con materias orientadas a esa temática, que incluirán un taller de Deporte. Por su parte, en tercero el énfasis estará en “ciencia y tecnología en contexto”, para lo que, además de distintas materias, se desarrollará un taller de Tecnología.

La propuesta incluye las mismas materias obligatorias de la grilla de Secundaria y, según detalló González, en esos casos el diferencial estará en la posibilidad de integrar asignaturas. Por su parte, la referente de Educación Media de UTU indicó que habrá otros talleres con menor carga horaria y que algunos de ellos son parte de la ya tradicional oferta de UTU, como electricidad o gastronomía, que apuntan a dar elementos a los adolescentes para elegir luego una orientación en bachillerato. Además, especificó que en todos los grados habrá espacios semanales de Educación Sexual Integral y Participación Juvenil.

“Los talleres los pensamos implementar sobre todo con algunos convenios interinstitucionales, por ejemplo, hace poco estuvimos hablando con la Unidad Nacional de Seguridad Vial, con la Secretaría Nacional del Deporte, con el Instituto Nacional de la Juventud, con varias instituciones que nos han tendido la mano”, detalló.

Proceso de trabajo participativo

González contó que el proceso de diseño de la nueva propuesta fue participativo y comenzó en mayo, cuando se instalaron distintas comisiones de trabajo con el cometido de revisar las propuestas generadas por la TCI. Según detalló, dicha comisión estuvo integrada por representantes de docentes, tanto de la Asamblea Técnico Docente (ATD) como del sindicato, por directores escolares, inspectores y estudiantes.

Al respecto, González reivindicó la necesidad de contar con los aportes de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu) en el plano pedagógico y lo contrastó con lo ocurrido en la administración anterior, cuando las anteriores autoridades sólo discutían con el sindicato sobre temas laborales, proceso que también estuvo marcado por tensiones y dificultades. Además, dijo que la participación de los representantes docentes fue activa: “Hicieron propuestas, negociamos en distintas situaciones, la verdad que se dio un intercambio con un buen involucramiento”, sostuvo.

En el caso de los estudiantes de ciclo básico, contó que en conjunto con Ceibal organizaron un foro en el que se promovió “que los centros educativos se tomen entre dos y tres semanas para discutir qué piensan los estudiantes, tanto de EBI como de FPB”.

González contó que se realizaron microforos virtuales en los que participaron alumnos de 50 escuelas técnicas, que después llegaron a un foro virtual nacional en el que estuvieron representadas 15 escuelas, tanto agrarias como urbanas. Según resumió la jerarca, hicieron aportes “muy enriquecedores” acerca de los temas sobre los que les gustaría aprender, entre los que estaban lengua de señas, primeros auxilios, educación financiera, medioambiente o inteligencia artificial.

González planteó que estas comisiones trabajaron entre mayo y setiembre y, más allá de que la discusión no se agotó en esa instancia, era necesario hacer un corte para definir los cambios a aplicarse el año que viene, sobre todo a raíz de los tiempos institucionales que marcan que próximamente deberá comenzar la elección de horas para 2026.

Nuevo plan de FPB con más puntos de contacto con el Plan 2007

Además de los cambios en la propuesta más extendida de la educación media, el año que viene comenzarán a regir ajustes al plan de FPB. Ese plan fue creado en 2007 y fue rediseñado en el gobierno anterior, y la comisión que trabajó en los cambios curriculares entendió pertinente hacer cambios que lo vuelven a acercar a la propuesta de 2007.

Mantendrá la edad de inscripción en 15 años y será pensado específicamente para estudiantes que se desvincularon del sistema educativo. Según valoró Ubal, los cambios realizados en 2021 “desarmaron totalmente la esencia de la FPB, que estaba concentrado en la articulación con lo tecnológico y en el acompañamiento de los estudiantes”. Como ejemplo mencionó que “los docentes dejaron de trabajar de forma integrada” y que “se sacaron los educadores, que eran una pieza clave en el acompañamiento de los estudiantes”. Al respecto, anunció que el año que viene “se vuelve a la figura del educador y a algunos espacios, como el de alfabetización laboral, como un espacio para trabajar con los adolescentes, no tanto como espacio curricular tan estructurado, sino también como taller”.

Ubal señaló que los cambios realizados en la administración anterior golpearon fuertemente a la propuesta, que cayó a nivel de matrícula, de resultados y de presencia en escuelas técnicas. Según ilustró, en 2019 las FPB tenían 11.000 estudiantes y mejores resultados educativos que el ciclo básico tecnológico. “En 2025 tenemos 4.000 estudiantes en FPB y los resultados en comparación con el EBI son peores”, comparó.

Como la propuesta educativa que está presente en cada escuela técnica se pide desde el territorio, desde la actual conducción de UTU esperan que con los nuevos cambios la FPB vuelva a ser atractivo para las comunidades educativas y, en consecuencia, mejore tanto su cobertura como sus resultados. En el caso de la FPB, el nuevo plan se aplicará en todos los centros educativos que cuenten con esa propuesta.

La implementación de un plan piloto y los cambios para bachillerato

Consultado sobre por qué se optó por la aplicación de la nueva propuesta de EMBT de forma piloto, Ubal explicó que se trata de una “tradición de UTU” que se vio interrumpida durante la implementación de la TCI, que aplicó los cambios de una vez, más allá de que no rigieron en todos los grados al mismo tiempo.

Al respecto, el jerarca hizo referencia a los importantes procesos de transformación que se viven en UTU desde 2005, ya que actualmente la institución cuenta con el doble de estudiantes. Insistió con que “las distintas transformaciones siempre fueron progresivas” y, por ejemplo, la FPB comenzó a aplicarse en 10 u 11 centros y después se amplió.

Según completó, en el caso de UTU los cambios curriculares aplicados en el gobierno anterior tuvieron distintas implicancias en ciclo básico y en bachillerato. Ubal planteó que, en el primer caso, si se lo compara con el plan anterior, los cambios planteados en EBI no deberían ser catalogados como transformación. Sin embargo, apuntó que en la educación media superior sí se hicieron modificaciones sustanciales, con efectos especialmente negativos en las propuestas de educación técnica y tecnológica.

Según entendió Ubal, el gobierno anterior tuvo “un apresuramiento por terminar el período haciendo el cambio de los bachilleratos”, algo en lo que “no midió consecuencias” que se siguen lamentando hasta hoy. Por ejemplo, mencionó que, por la vía de los hechos, “se cambió de plan a mitad de camino” a los estudiantes que habían ingresado a la institución para cursar otro tipo de propuestas. “Cambiaron las titulaciones y eso generó problemas en los títulos que reciben al final del bachillerato, y además hubo cambios en las cargas horarias de los talleres, que están directamente relacionados con la titulación que van a recibir”, ejemplificó.

En ese sentido, dijo que en bachillerato se provocó “un desorden bastante grande” en el que las actuales autoridades tuvieron que tomar cartas en el asunto desde el inicio de la gestión. Al respecto, Ubal dijo que por eso no dio el tiempo de pensar y diseñar cambios a aplicar en los bachilleratos en 2026, pero adelantó que en el correr del año que viene los grupos de trabajo se abocarán a esa tarea. Por ejemplo, dijo que se abordará la reducción de las cargas horarias de talleres específicos que se hicieron en los primeros años de algunas orientaciones, a las que definió como “muy significativas”.

“Nosotros no venimos con un afán refundacional ni a decir que todo lo que se hizo está mal, pero sí entendemos que los cambios que debemos hacer tienen que ser ordenados, porque, de lo contrario, después los directores de los centros educativos, los docentes y los propios estudiantes terminan haciendo algo que no tienen muy claro”, sostuvo.

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