En un contexto de mucha incertidumbre, como siempre generan este tipo de disrupciones, Ceibal ha logrado posicionarse como un referente regional en la reflexión sobre la inteligencia artificial (IA) generativa y su abordaje en las aulas. Entre otras acciones, el organismo, que cuenta con un programa de Pensamiento Computacional e IA, organizó el año pasado el seminario internacional EduIA y también publicó el libro Construyendo inteligencia artificial para la educación.
Uno de sus autores, Emiliano Pereiro, es el jefe de Pensamiento Computacional e IA del organismo, quien conversó con la diaria sobre los desafíos de la incorporación de una tecnología que llegó para quedarse y para seguir desarrollándose. Actividades de formación para docentes y la ciudadanía en general y también propuestas para abordar el tema en el aula de forma práctica son algunas otras acciones que han llevado a que organismos especializados como la Unesco miren el caso de Ceibal como un modelo a seguir. Desde el organismo también se apunta a generar alianzas con otros países de la región para lograr una mayor incidencia ante plataformas de alcance transnacional.
El 2023 fue el año de la explosión de la IA. ¿Qué pasó con esa tecnología en 2024?
Explotó en noviembre de 2022 y en 2023 la gente empezó a conocer mucho más de IA generativa. En 2024 se dio un asentamiento del uso. Capaz que bajó un poco el hype [emoción por la novedad] que había en 2023, pero ahora va a empezar a aparecer otro tipo de uso y de desarrollo. Por más que quizás ahora en la sociedad no está ese hype que había en 2023, las grandes compañías siguen trabajando fuertemente, invirtiendo mucho dinero en pos de alcanzar la AGI -artificial general intelligence-. Alcanzar la IA general es un objetivo que tienen en su radar y a veces parece algo de ciencia ficción, pero no. Yo antes pensaba que lo tenían en los planes para un mediano plazo, tirando a largo, y cada vez los avances son más significativos. Ya es más real alcanzar esto.
¿Qué implica exactamente ese paso?
Que va a ser una inteligencia que pueda razonar o pensar como lo hacemos los humanos. Ese es el objetivo. Hoy tenemos en IA lo que se llama narrow o IA débil, que cumple muy bien un montón de funciones, pero acotadamente: puede escribir, hablar, ver imágenes e interpretarlas. Ese es un desarrollo que se viene haciendo desde hace pocos años. El objetivo es que realmente pueda pensar y razonar como un ser humano. Ahora el último modelo que sacó OpenAI es súper mega potente, hay que prestarle atención porque realmente ha pegado un salto exponencial. Hace poco tomó una prueba de programación y quedó en el lugar número 175 de los mejores programadores del mundo. Es una prueba importante que toman los programadores. Y bueno, hacia allá vamos.
¿En qué momento está el sistema educativo uruguayo en relación con esa tecnología?
Uruguay es un país avanzado en tecnología y educación. Regionalmente es líder, pero a nivel global está en los primeros lugares en el uso de tecnología, con el ecosistema que ha desarrollado. Tengo la suerte de hablar con gente de otros países, hace poco pude visitar Finlandia, pude visitar Estonia, y no tenemos nada que envidiar en cuanto a tecnología en el aula. Sí tenemos otros problemas severos en la educación que no tienen Finlandia y Estonia, pero en tecnología estamos muy avanzados. Este desarrollo que se ha hecho en la introducción de tecnología a lo largo de los años no nos agarró por sorpresa en el tema de la IA.
Ceibal, como agencia de innovación, es un gran laboratorio de investigación y desarrollo, y ya venía trabajando en IA mucho antes de que explotara. No en IA generativa, pero sí en proyectos, por ejemplo, en plataformas adaptativas que pueden guiar el aprendizaje de los estudiantes. Es un aprendizaje más personalizado, cuando utilizan esta personalización a través de la IA para que el chiquilín pueda avanzar de diferente manera, por ejemplo, en matemática. También en el uso de datos para mejorar la asistencia. Hay puntitos que se venían haciendo y a partir de 2021 ya vimos que iba a explotar, entonces empezamos a trabajar sobre modelos de machine learning, lo más parecido a lo que estamos viendo ahora. Se hizo un piloto; Rivera fue el primer departamento en el que empezó a trabajar y se trabajó tanto con docentes como estudiantes en una propuesta para llevar al aula de alfabetización en IA.
Ese es nuestro objetivo, por eso el libro que publicamos es sobre alfabetizar. Creemos que nuestros estudiantes y docentes tienen que estar alfabetizados en IA, tienen que entender las mínimas de cómo funciona, qué es, para después entender las discusiones que vamos a dar en el corto plazo, por ejemplo, qué va a pasar con la IA general. Para poder dar bien esa discusión, vos tenés que tener mínimos conceptos aprendidos.
¿Eso incluye también el uso y las posibilidades de distintas plataformas en un contexto en el que a muchas de ellas primero tienen acceso los estudiantes?
Exacto. Una de las primeras reacciones cuando apareció esto fue un poco de pavor, de miedo, de pensar que los estudiantes van a copiar y que todo iba a ser usado para el mal, entre comillas. Esos primeros miedos se van limpiando y van dejando lugar a preguntarnos qué tenemos que hacer, qué podemos usar y qué no. Esta tecnología es disruptiva, es verdad que no podemos seguir evaluando como se seguía evaluando, porque tenés una herramienta que te puede generar un texto de muy buena manera, mejor que lo que puedo escribir yo, en pocos minutos. Pero bueno, tenemos que repensar la educación y cómo nos evaluamos.
Al modelo anterior de OpenAI, por ejemplo, le hicieron hacer las diez pruebas de las universidades Ivy League de Estados Unidos y quedó en el 10% de los mejores ubicados. No es sólo a nosotros, afecta la forma de evaluar en todo el mundo, y es un repienso pedagógico mundial que tenemos que hacer, por lo menos en cuanto a lo que es evaluación.
¿Qué desafíos presenta la IA para la evaluación?
Es un tema que tiene que repensar la comunidad educativa, sobre todo para formas de evaluación como parciales domiciliarios. Yo soy docente de posgrado en educación, mando trabajos domiciliarios y les digo que usen la IA. Que me lo digan, obviamente, y que la usen con sentido, no es copiar y pegar, sino que la usen como copiloto. Que te pueda mejorar tu escritura, que te pueda mejorar los temas, pero no que te haga el trabajo. Para eso también tenés que trabajar la parte ética del estudiante y también tienen que entender cómo funciona la IA para usarla de otra manera. Es una discusión mucho más general y más pedagógica de qué tenemos que hacer en temas de evaluación.
En particular, ¿cómo está posicionado Ceibal a nivel internacional en relación con el uso de IA?
Como comentaba, venimos trabajando en IA desde hace varios años, y desde 2021 ya parados en machine learning, venimos avanzando, hace poco sacamos un manifiesto sobre IA, un statement desde donde nos paramos de manera ética para trabajar con IA, y el congreso EduIA fue otro paso. Estamos haciendo un montón de cosas, Uruguay está avanzando mucho, fuimos reconocidos por el World Economic Forum como una de las nuevas experiencias mundiales en IA en las aulas, fuimos a presentar el caso en la Unesco de París, en la Digital Learning Week, viendo lo que estaba pasando en las aulas. Me tocó ir y, capaz que peco de soberbio, pero realmente la gente quedaba admirada. Yo no he visto una integración en las aulas de la IA como la tenemos nosotros, o sea, cómo la alfabetización está llegando a los niños. Escolares de sexto año están entrenando su propio modelo de machine learning y entendiendo cómo funciona esta tecnología.
Nos preguntamos por qué no empezamos a liderar la conversación en la región sobre IA. A partir de lo que nosotros hemos aprendido, acompañar a otros países y poder tener puntos en común para discutir en la región. Así fue la idea de organizar este congreso, fuimos convocando a otros organismos y todos se sumaron con muchas ganas de trabajar. Fue un congreso que hicimos con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, Unesco, Unicef, la CAF, mucha gente que se sumó a trabajar y eso logró también una regionalización. Vinieron delegaciones de toda la región, desde Ecuador, Argentina, Brasil, Paraguay, hasta de Guyana, a trabajar estos temas y a discutir sobre lo que teníamos que hacer en IA. Además, en ese congreso logramos llegar a un primer documento que se llama Hacia un consenso de Montevideo en IA y educación que hicimos en un día previo al congreso, juntamos a todos los organismos y redactamos estos puntos base de política educativa en IA. Todos nos pusimos de acuerdo que debería ser la base para que los países empezaran a trabajar en pos de poder introducir esto en sus sistemas educativos.
Ahora estamos viendo de trabajarlo con la embajada de Uruguay ante la Unesco, para que la embajada pueda traccionar que los países suscriban a este primer consenso de Montevideo y seguir avanzando, no sólo nosotros, sino también ir liderando esto en la región.
¿Qué desafíos presenta que estas plataformas sean desarrolladas por compañías transnacionales, en las que los Estados prácticamente no tienen incidencia? ¿Cuál es la importancia de esas alianzas internacionales para un país chico como Uruguay?
Hoy por hoy, a veces las grandes compañías tienen más poder que muchos Estados. Es muy importante aliarse regionalmente para poder tener otras condiciones en lo que vas a utilizar, o sea, las condiciones que podés poner ante los servicios que vas a precisar. Uruguay tiene una ley de protección de datos personales muy fuerte. Está bueno transferir todo ese conocimiento que ya tiene Uruguay de cara al uso de otras plataformas en la protección de datos, que es muy importante, sobre todo cuando hablamos del sistema educativo. Es clave tener esa fuerza regional para contrarrestar las condiciones que te podrían llegar a poner estas compañías.
¿Cuántos docentes ha formado Ceibal en IA generativa?
En 2024 se inscribieron más de 2.000 docentes a diferentes cursos de IA y pensamiento computacional. Hay un postítulo que trabaja los dos temas y ahí tuvimos más de 2.000 docentes durante 2024. Hay mucha avidez, después hay acciones específicas, como talleres, ferias STEM [ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, según la sigla en inglés], que van por el interior del país. Si hacés un taller de IA en esa feria se llena, tenés que abrir más cupos. Hay mucho interés del cuerpo docente de entender esta tecnología, de sumarse, de utilizarla, de llevarla al aula. Ya esto del miedo va dejando lugar a: bueno, esto acá los estudiantes lo están usando, yo también lo quiero usar y quiero mejorar mi trabajo. Te piden mucho cursos sobre herramientas y cómo utilizarlas como copiloto. Está presente esa necesidad. También la de cómo la llevo al aula.
En los últimos años se han procesado muchos cambios importantes, como la pandemia y la transformación curricular, lo que ha hecho que muchos docentes se sientan saturados. ¿Cómo se paran a la hora de plantear la necesidad de que los docentes estén al tanto de las novedades de la IA?
Es verdad que la profesión docente está tensionada todo el tiempo. Lo que Ceibal siempre trata de hacer es acompañar. En este afán de agencia de innovación está siempre viendo qué es lo nuevo, qué se puede hacer. Si no hacés nada con la IA, si no la usás o no tenés una intervención para adquirir los conocimientos, vas a seguir generando brecha. Ceibal ve la tecnología que hay y trata de llevarla al sistema educativo, obviamente, acompañando los procesos. Nosotros nunca obligamos a nadie a sumarse a nada, los docentes lo hacen voluntariamente. Es verdad que ahora con la transformación educativa hay una competencia, la de pensamiento computacional, que da otro marco, pero esto fue creciendo de forma exponencial porque el docente lo consideró interesante para sus estudiantes y luego se lo recomendó a otro docente. Ahí no le impusiste nada, es como una política educativa que va construyéndose de abajo hacia arriba. Por eso también se toma a la transformación educativa. Esto del pensamiento computacional ya estaba sucediendo, ahora se le da un marco y está bueno que lo tenga. Es acompañar lo que está sucediendo y no imponer, porque si imponés vas a generar rechazo, y es cierto que los docentes están tensionados.
¿Qué rol juega el docente para lograr un uso pedagógico de la tecnología?
Eso es clave. Es verdad que a veces hay un fetiche de la tecnología por el solo hecho de poner una pantalla interactiva o poner computadoras, y ya sabemos que eso no tiene resultados educativos. Para que tenga resultados educativos vos tenés que tener un uso en el aula con sentido pedagógico. Eso es a lo que apostamos en Ceibal y para lo que trabajamos todo el tiempo. Por ejemplo, ahora estamos trabajando con Unicef en una tecnología generativa en un proyecto para que los libros sean más accesibles para los estudiantes. Eso es utilizar una tecnología que está ahora y usarla para un fin bastante loable, que es la accesibilidad. Quizás con otra tecnología no lo podías lograr y ahora estamos viendo que con esto lo podemos hacer. Otro ejemplo: en las aulas en pensamiento computacional e IA tenemos secuencias y propuestas didácticas que llevan la tecnología con sentido pedagógico. Podés usar la computadora, vas a usar programación, pero con un sentido. Además, lo hacemos de forma interdisciplinaria: vos programás y usás la IA con matemática, con ciencias, pero también con arte, ciencias sociales, también con educación física. Los chiquilines terminan haciendo un contador de pasos, por ejemplo, y después corren y cuentan los pasos con el profesor de educación física. Como la ciencia de la computación, el pensamiento computacional, la IA, lo digital, atraviesa todo lo humano, nosotros también pensamos que hay que llevarlo a las aulas en todas las áreas del conocimiento. Desde ahí es que trabajamos, dándole un sentido pedagógico, si no no funciona la tecnología.
¿Qué planes se pueden hacer a futuro, teniendo en cuenta lo hecho hasta ahora?
Seguir viendo qué se puede hacer con la tecnología que funcione en las aulas. Estamos profundizando cosas que ya están en marcha, por ejemplo, el proyecto de accesibilidad de los libros es un proyecto incipiente, para 2025 se va a profundizar y va a seguir en esta línea. Ahora también estamos desarrollando un sistema de tutorías virtuales con IA para los cursos de docentes. Lo que hace esta tutoría es apoyar al docente. También tenemos algunos chatbots para ese apoyo. Por un lado, es el uso más técnico de la tecnología para ver cómo apoyamos al sistema y, por otro lado, cómo seguimos profundizando esto en las aulas, cómo seguimos en el camino de la alfabetización, en particular a docentes, con estos cursos que seguimos haciendo. Necesitamos profundizar eso.
Hoy en el programa tenemos una propuesta de IA que se llama “La vaca es una buena mascota de apartamento”, porque los chiquilines entrenan un modelo que está sesgado y les dice que la vaca es una buena mascota de apartamento. Eso es para ver cómo funciona el sesgo, pero en función de cómo funciona la tecnología. Ahora estamos trabajando en otra propuesta que se llama bibliodatos, que es sobre datos y cómo está construida la IA, que es a base de datos. Para el año que viene tenemos una propuesta que vamos a lanzar, por la que van a poder construir un minichatbot. Y seguimos investigando, ahora estamos en conversaciones con gente del MIT [Instituto Tecnológico de Massachusetts] que nos mostró unas herramientas de modelos de lenguaje natural, también para llevarlo al aula. Seguimos en esa investigación y viendo cómo lo llevamos al aula.
¿Qué ventajas tiene el trabajo práctico para abordar aspectos más teóricos como los dilemas éticos del uso de la IA?
A veces la discusión es que la IA está sesgada. ¿Por qué está sesgada? Los que estamos sesgados somos los humanos. Este es un tema completamente humano, igual que el tema de cómo vamos a usar esta tecnología. Lo que nos preocupa a nosotros es poder entender cómo funciona y por qué llega a ese sesgo. Si vos vas derecho a la discusión del sesgo, queda medio trunca si no sabes cómo llegás a ese sesgo y cómo podés resolverlo.
Nos paramos desde ahí y, si bien empezamos con docentes y estudiantes, ahora estamos con la ciudadanía en general. Sacamos un curso de IA desde cero, pensado para gente que no sabe nada, para que pueda empezar a entender algunos conceptos básicos de la IA. Salió un desarrollo divertido, porque, por ejemplo, podés jugar ChatGPT versus Luis Suárez. Es seguir alfabetizándonos en IA.
En definitiva, para evitar que deleguemos en la IA capacidades o habilidades que son muy importantes, los docentes y el sistema educativo son especialmente importantes.
El sistema educativo es completamente crucial para enfrentar los dilemas que la IA nos está trayendo. Como te decía, es un tema humano. Esta tecnología tiene un potencial increíble para “el bien” y también tiene un potencial tremendo para “el mal”. Es cuestión del sistema educativo y de nosotros ver cómo vamos a usar la tecnología y a encarar con nuestros estudiantes estos momentos para que la usen de la mejor manera y no como un simple copiar y pegar.