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Andrés Ojeda, el 30 de junio, en la Casa del Partido Colorado.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Ojeda y “la renovación” se quedaron con la interna del Partido Colorado, pero aún no se define la fórmula

2 minutos de lectura
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El candidato destacó que ahora empieza la “interna de la coalición” y llamó a trabajar “espalda con espalda” para “ganarle al Frente Amplio”

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Cae la tarde en el hotel Hilton y llega Andrés Ojeda. Tres niveles del elegante recinto están ambientados para esperar los resultados. Música de fondo y un color rojo que rodea cada espacio; no hay carteles, sólo luces y pantallas LED. En el lugar marcan presencia los efervescentes militantes de la Unión de Jóvenes Reformistas (UJR), primera agrupación que apoyó la campaña del abogado y espacio del que forman parte algunos de sus principales laderos.

Una hora después, los gritos y abrazos inundaron el comando, que Ojeda recorrió, repartiendo abrazos. Elsa Capillera, Julio Luis Sanguinetti y Carlos María Uriarte eran algunas de las caras conocidas que rondaban, aunque se mantenían lejos de los movimientos más vehementes.

Ojeda, que triunfó en su interna con 39,8% de los votos, abandonó el lugar y 20 minutos después dio su primer discurso como candidato. En primer lugar agradeció “a la gente que se la jugó” y lo apoyó, aun sin tener el “respaldo de un sector histórico partidario”. “El 22 de noviembre [de 2023] nadie daba dos cobres por esto”, afirmó el abogado. A continuación, remató: “Antes, la frase era 'tenés todas las condiciones, pero no es tu momento', pero parece que sí era el momento”.

Los jóvenes militantes del Hilton se mezclaron en la sede partidaria con colorados de viejas batallas. Ojeda llegó junto a Gustavo Zubía y lo recibieron con bengalas y gritos, y así la fiesta y la solemnidad se juntaron. En el lugar ya estaban los demás precandidatos: Robert Silva, Gabriel Gurméndez y Tabaré Viera, quienes, junto a Julio María Sanguinetti y el prosecretario del partido, Gustavo Osta, protagonizarían una reunión que buscaría, sin éxito, anunciar este mismo domingo la fórmula para competir en octubre.

La mesa en el centro de la sala fue sólo decoración, porque los presentes -a los que luego se sumaron las demás precandidatas, Carolina Ache y Zaida González- hablaron en una esquina, parados y en ronda. La voz cantante de Sanguinetti guiaba la conversación, y por momentos celulares, llamadas y mensajes lo interrumpían. Las miradas se centralizaban en Ojeda, quien con la cabeza repetía un gesto negativo.

Minutos después confirmaría lo que de su cara se desprendía: no había fórmula para anunciar esa noche. Con el argumento de la tranquilidad y de no cometer “errores del pasado”, este lunes se hará público el nombre que acompañará al candidato en octubre. El segundo precandidato más votado fue Robert Silva, lo siguieron Tabaré Viera y Gabriel Gurméndez. Por el peso de su electorado, y pensando en los equilibrios, se puede esperar que la persona elegida sea alguien que coseche el consenso entre esas fuerzas.

En su primer discurso como candidato, Ojeda manifestó su apuesta a la unidad: “Voy a abrazar a cada colorada del país; lo que pasó, pasó, miramos para adelante. Creo que hoy tenemos que estar todos bien juntos”, resaltó Ojeda en su primer discurso como candidato. El abogado había sido blanco de suspicacias internas en los últimos tiempos, y como consecuencia de eso había resaltado que no había “ambiente” para definir la fórmula el domingo.

Inaugurando la nueva etapa electoral, Ojeda destacó que lo que se termina es “la interna de los partidos políticos”, y lo que comienza es “la interna de la coalición de gobierno”. Partiendo de ese razonamiento, el candidato apeló a los que se sienten “nativos coalicionistas” y, en ese sentido, destacó que es momento de “elegir el mejor candidato de la coalición para enfrentar al candidato del Frente Amplio en noviembre”.

Luego de dirigirse al partido y a la coalición en términos electorales, se refirió al concepto clave de su campaña: la “renovación”. Una renovación que, a su entender, trasciende las estructuras, y llega a toda “la política”. “Acá no hay un candidato de 40 años desde hace mucho tiempo”, subrayó.

“El Partido Colorado, que da un paso de máxima renovación, sale de un liderazgo de casi 90 años para cambiarlo por uno de 40”, apuntó, en referencia a Sanguinetti. “Espalda con espalda con los compañeros del partido, espalda con espalda con los socios de la coalición para ganarle al Frente Amplio”, cerró su discurso.

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