Feminismos Ingresá
Feminismos

Jorge Chediak y Elena Martinez Rosso, ministros de la Suprema Corte de Justicia. Foto: Andrés Cuenca (archivo, febrero de 2018)

La participación de las mujeres en el Poder Judicial decrece en las jerarquías más altas, aunque la tendencia se está revirtiendo

4 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El Poder Judicial es uno de los organismos del Estado con mayor proporción de mujeres respecto de los hombres. A pesar de eso, ha estado gobernado por hombres en casi la totalidad de la historia, al punto de que desde 2017 es la primera vez que apenas dos de los cinco ministros de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) son mujeres. ¿Cómo revertir esta situación? Para algunos la mayor presencia de las mujeres en las altas jerarquías se producirá naturalmente con el paso de los años, pero para otros es necesario que haya mayor “voluntad política” para cambiar la realidad.

Recién en los últimos años se ha podido revertir la abrumadora presencia masculina que gobernó el Poder Judicial desde su creación, aunque los números actuales no son impermeables a algo que suele ocurrir tanto en la esfera pública como en la privada: a medida que se asciende en la pirámide jerárquica las mujeres ocupan una proporción más pequeña de la torta.

El Poder Judicial es uno de los organismos más feminizados del Estado en cuanto a su composición: 70% de las 4.945 personas que mantienen vínculos con este son mujeres. Esta cifra, no obstante, cambia en función del escalafón de los funcionarios. En los administrativos, 75% son mujeres; en los defensores públicos, 73,6%; y en los magistrados, 61,5%.

La estadística de que siete de cada diez funcionarios son mujeres también se altera en los integrantes de los tribunales de apelaciones, elegidos por la SCJ y con venia previa de la Cámara de Senadores. Allí la diferencia pasa a ser menor: tres de cada cinco jueces son mujeres. Un análisis pormenorizado permite ver cómo algunas áreas de la judicatura están más feminizadas que otras: en los tribunales de apelaciones en lo civil hay 16 mujeres y cuatro hombres; en los de familia hay cuatro mujeres y dos hombres; en los de trabajo hay ocho mujeres y cuatro hombres, y en cambio, en los penales hay dos mujeres y diez hombres.

En las autoridades actuales del Poder Judicial, es decir, los ministros que hoy integran la SCJ, la proporción se invierte: actualmente son tres hombres y dos mujeres. Esta integración, no obstante, es la más heterogénea de la historia en cuanto a género se refiere: la designación de Bernadette Minivelle el año pasado hizo que se tratara de la primera vez en 111 años que dos mujeres conviven en ese organismo. La restante, Elena Martínez, fue designada en 2015 por la Asamblea General y es la actual presidenta de la SCJ, la tercera mujer en comandar la corporación.

Las otras tres ministras que pasaron por el organismo fueron Sara Bossio (2006-2008), Jacinta Balbela de Delgue (1985-1989) y Sara Fons de Genta (1981-1985). Esta última fue la primera mujer en llegar a las sesiones que los ministros tienen en la Sala de Acuerdos del Palacio Piria, aunque no por mérito de ningún partido político: su designación fue en plena dictadura cívico militar. Contando a estas cinco magistradas, en total ha habido 80 ministros en 111 años, desde 1907.

Interpretaciones y teorías

Carolina Padrón, ex coordinadora del Grupo de Trabajo en Políticas de Género del Poder Judicial, observó que la mayoría de mujeres en los tribunales de apelaciones revirtió la situación de hace unos años. No hay que ir mucho tiempo atrás para que la estadística fuera al revés: en 2011 había más hombres que mujeres allí. Sin embargo, la proporción actual de magistrados de segunda instancia “no se condice con el resto de los escalafones, donde superan ampliamente las mujeres a los varones”.

Según Padrón, “lo que se argumenta institucionalmente es que por defecto, por ser mayoría las mujeres, a la larga van a terminar siendo mayoría las mujeres en la SCJ”. Ese argumento fue utilizado por el senador nacionalista Luis Alberto Heber, quien ha sido partícipe de varias negociaciones entre legisladores para la elección de ministros de la SCJ. “Seguramente en el futuro haya más mujeres que hombres”, dijo el legislador al respecto. También resaltó que nunca hubo la actual proporción de mujeres en la corporación, y destacó que “ahora están ingresando más mujeres”. Según el senador, este tema ha ido evolucionando y ha permitido cambiar la integración de toda la judicatura.

El senador del Partido Independiente Pablo Mieres coincidió con esa visión: “En la lista de jueces que están en la línea de antigüedad hay cada vez más mujeres. La tendencia va a ser cada vez más paritaria”. El legislador resaltó el “incremento importante” de la presencia femenina en los últimos años y dijo que los cambios son “reflejo de una evolución de la sociedad, que fue muy machista y que todavía tiene reflejos machistas, pero está cambiando. Hay que ver si se mira el vaso medio lleno o medio vacío”.

Incluso, la vicepresidenta de la Asociación de Magistrados del Uruguay, Laura Sunhary, sostuvo que “los propios números van a hacer que la situación actual se revierta”. “Ha sido y fue motivo de preocupación, pero ya no lo es”, dijo al respecto.

En cambio, la senadora del Frente Amplio Mónica Xavier sostuvo que si bien en el transcurso del tiempo ha habido un “cambio” en la oferta de jueces con posibilidades de ser electos para la corte, resaltó que esto también se ha dado “en muchas otras profesiones”, y que ese cambio “no ha supuesto una participación más significativa”. “El hecho de que hoy haya dos ministras es la mayor proporción de la historia”, graficó. Según dijo, “el problema en el Poder Judicial es que si bien en el número hay ámbitos que están feminizados, el ascenso a los lugares de responsabilidad sigue siendo dificultoso. Hay que tener voluntad política para transformar esa realidad”.

Los caminos para enfrentar esta situación dividen aguas. Para Heber, a la hora de designar a los futuros ministros de la SCJ no se debe tener en cuenta el género: lo que se debe analizar y evaluar es la “capacidad y trayectoria”, y además hay que ponderar “si van a actuar con la necesaria objetividad”, lo que también es parte de las negociaciones entre los partidos.

En cambio, Xavier aseguró que el tema del género “ha estado presente”, incluido por el Frente Amplio, en las negociaciones para designar a los ministros. “He formado parte de negociaciones y he visto que ese ha sido un tema, junto a otros, en la evaluación. Llegar tienen que llegar, pero no han llegado... Estas designaciones requieren mayoría extraordinaria”.

.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el feminismo?
Suscribite y recibí la newsletter de Feminismos en tu email.
Suscribite
¿Te interesa el feminismo?
Recibí la newsletter de Feminismos en tu email todos los miércoles.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura