Cristina Jones tenía 78 años cuando fue desaparecida. Era 16 de junio de 2018. Los restos de su cuerpo se encontraron en el patio de su casa en Punta del Diablo, el 23 de setiembre de 2019.
Jones fue ahorcada con un cable en el cuello. Su cuerpo fue envuelto en una sábana y en una frazada, lo que permitió la conservación del cuerpo hasta que fue hallado, un año y cuatro meses después de ser asesinada. Los tatuajes en el cuerpo de la mujer fueron clave para identificarla.
El móvil del homicidio fue el robo. Pocos días antes de ser asesinada, la mujer había pedido dos préstamos, uno de 20.000 pesos y otro de menos de diez mil pesos. El homicida además vendió algunas de sus pertenencias.
Alejandro Rodríguez, de 41 años, era el casero de Jones. Tenía cinco antecedentes previos. Dos días después de que encontraron el cuerpo fue detenido por soldados del Ejército en la playa La Moza, en Santa Teresa. Estaba en prisión preventiva. Fue condenado a 23 años y medio de prisión por homicidio muy especialmente agravado.
También fueron encarceladas dos mujeres por este caso. Una mujer de 27 años que era pareja del casero fue imputada inicialmente como coautora de un delito de homicidio muy especialmente agravado. Pero fue liberada luego de estar once meses presa.
La otra mujer que fue imputada fue una vecina que hospedó al homicida cuando fue desalojado de la casa de Jones.
En un principio fue formalizada como cómplice de un delito de homicidio muy especialmente agravado. En acuerdo con Fiscalía fue imputada por un delito de encubrimiento y tiene una pena de tres años por delante.
También fue imputado un amigo del homicida. Había sido acusado como cómplice de un delito de homicidio muy especialmente agravado, pero finalmente fue imputado por comercialización de estupefacientes. Estará recluido hasta marzo de 2021.
Matilde Mattos, fiscal a cargo del caso, pidió la pena de 25 años de prisión. Pero el juez lo condenó a 23 años y medio porque consideró atenuantes. El imputado manifestó arrepentimiento.