El Día Internacional de la Mujer llega este año en un contexto global de pandemia que condicionará de alguna manera las actividades que suelen organizar los colectivos feministas durante esta jornada de conmemoración y lucha. Más allá del formato, en todos lados las mujeres y disidencias van a manifestarse: lo entienden más que necesario, después de un año en que se profundizaron las brechas de género en términos de empleo y pobreza, se agravó la crisis de cuidados y recrudeció la violencia de género, entre otras desigualdades.
En algunos países, las movilizaciones callejeras están prohibidas por la situación sanitaria, lo que obligó a los feminismos a encontrar alternativas para manifestarse, como organizar actividades virtuales, lanzar campañas en las redes sociales e invitar a decorar los balcones con distintas consignas.
Es el caso de España, donde el gobierno pidió que no se realicen manifestaciones masivas que puedan “poner en riesgo la salud” de las personas. En Madrid, las autoridades locales directamente prohibieron cualquier tipo de concentración. La decisión fue anunciada la semana pasada por la Delegación del Gobierno de la ciudad y recurrida ante la Justicia por distintos grupos feministas. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ratificó el sábado la prohibición. En este escenario, los colectivos pidieron decorar los balcones de la ciudad con pañuelos violetas, banderas y carteles con mensajes feministas.
También en Alemania las organizadoras del 8M optaron por evitar las grandes manifestaciones, debido a las restricciones vigentes, e invitan a multiplicar las reivindicaciones en diferentes actos reducidos. En Berlín, concretamente, se convocaron pequeñas protestas en barrios, marchas en bicicleta, actuaciones musicales y exposiciones al aire libre, así como encuentros virtuales.
En países de América Latina en donde no está prohibida la circulación pero se insta a evitar aglomeraciones de personas, hay programadas convocatorias en la calle con una exhortación a cumplir con los protocolos sanitarios. Además, como pasará en Uruguay, muchas organizaciones apostaron a las concentraciones descentralizadas en distintas localidades y barrios, para evitar la masividad.
En Argentina, por ejemplo, organizaciones feministas convocan a salir a la calle a partir de las 12.00 en distintos puntos del país, para reclamar medidas eficaces contra los femicidios y por un sistema judicial con perspectiva de género. Será el primer 8M en Argentina después de la legalización del aborto –que siempre ha sido uno de los principales reclamos en esta fecha– y se desarrollará días después de que el femicidio de Úrsula Bahillo generara conmoción en el país. La principal marcha en la capital está convocada desde Avenida de Mayo y 9 de Julio, hasta el Congreso.
En Chile, la Coordinadora Feminista 8M llama a la huelga feminista y a movilizarse en 80 puntos del país, “a un pañuelo de distancia”. Según informó la plataforma en sus redes sociales, las manifestaciones en la capital están convocadas en diferentes horarios y lugares, para evitar aglomeraciones. Uno de los principales reclamos será sin duda el de “aborto libre y legal”, casi dos meses después de que un proyecto para despenalizar el aborto durante las primeras 14 semanas de embarazo fue presentado en la Cámara de Diputadas y Diputados.
También en México están convocadas manifestaciones callejeras, lo cual motivó al gobierno a colocar vallas alrededor del Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo. Activistas feministas respondieron a la decisión pintando las barreras con los nombres de mujeres víctimas de femicidios. El reclamo tiene lugar después de que se registraron 940 femicidios sólo en 2020, según datos de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Casi tres por día.
Para evitar aglomeraciones, hoy hay programadas dos marchas en Ciudad de México. Ambas saldrán desde el Monumento a la Revolución y se trasladarán hasta el Zócalo. En otras ciudades, como en Aguascalientes, grupos feministas invitan a marchar en bicicleta, patines o patineta.
Las actividades por el 8M comenzaron un día antes en algunos países. En la capital de El Salvador, por ejemplo, cientos de mujeres marcharon el domingo entre tapabocas y carteles para denunciar los femicidios y la violencia sexual, laboral y política contra las mujeres. En las proclamas, también exigieron la despenalización del aborto en el país, que tiene una de las normativas más restrictivas de los derechos sexuales y reproductivos en el mundo. Guatemala también fue ayer escenario de manifestaciones en distintas localidades y formatos. En la capital, una marcha recorrió las calles bajo la consigna “Vivas nos queremos”, contra las desapariciones de mujeres, los femicidios y la falta de compromiso del Estado para erradicar la violencia de género. Otra de las marchas durante la víspera fue la de Quito, Ecuador, que entre otras cosas pidió frenar los femicidios, mejorar las condiciones laborales de las mujeres –las más afectadas por la pandemia– y ampliar las causales por las que se puede abortar en el país.