La menstruación sigue siendo un tema tabú. Aunque en los últimos años ha habido cambios en cuanto a su visibilización, sobre todo gracias a organizaciones civiles dedicadas al tema, hay estigmas que persisten y que constituyen un obstáculo en el acceso a la información por parte de niñas y adolescentes, así como para las personas adultas referentes en el momento de hablar con ellas sobre la primera menstruación. Por estos motivos, y también con el objetivo de educar a las niñas en salud menstrual, se publicó Menstrupedia Cómic, un libro dirigido a niñas y niños a partir de los nueve años que aborda los “intensos” cambios emocionales y físicos en la pubertad, y, en particular, la menstruación, explicó a la diaria Carla Giacummo, coeditora del texto.
El proyecto surgió en 2014 en India, por iniciativa de la actriz Additi Gupta, a raíz de su experiencia personal y ante la falta de información confiable y accesible sobre el ciclo menstrual para niñas y adolescentes en su país. Desde su primera publicación, la propuesta comenzó a crecer y se extendió a otros países del mundo. En Uruguay, la primera edición de Menstrupedia Cómic se publicó en octubre de 2015, editada por Eco-Ser, una empresa que promueve “hábitos sanos en salud e higiene menstrual”, según asegura en su sitio web, y que desde 2012 se dedica a la venta de copas menstruales.
El cómic presenta información “médicamente precisa” sobre la menstruación y otros cambios durante la pubertad de una manera “muy fácil y entretenida”, a través del relato de historias reales en las que niñas y niños pueden reconocer su propia experiencia, sostuvo Giacummo. Al mismo tiempo, señaló que uno de los principales objetivos del libro es cuestionar y derribar los mitos sociales en torno a la menstruación. En ese sentido, aunque el texto narra la historia de Gupta en India, la edición publicada en Uruguay y otros países de la región está “adaptada culturalmente” para que el contenido se ajuste a las realidades de las niñas y niños que lo lean.
Si bien el tema central que aborda el libro es la menstruación, también aborda otros cambios en “diferentes niveles” que transitan niñas y niños antes de entrar en la adolescencia. Además, Giacummo consideró que los varones también pueden aprender sobre el período menstrual y que la lectura de niñas y niños de Menstrupedia Cómic, de forma conjunta o individual, puede fomentar que “compartan sus experiencias y conocimientos”.
La idea de publicar la guía en Uruguay surgió a partir del intercambio con mujeres de diferentes edades que se acercaron a Eco-Ser interesadas en las copas menstruales, según contó la coeditora. En el marco de esos encuentros, las mujeres compartieron su experiencia con la menstruación, cómo fue su primer período, qué información tenían al momento y cómo las acompañaron en ese proceso. En esa línea, también surgió la inquietud de varias madres –y también padres– sobre “cómo hablar sobre este tema con sus hijas”, recordó Giacummo. “Me decían que no sabían cuándo y cómo hacerlo. Me sorprendió esa situación porque pensé que esto ya estaba resuelto, pero no. Realmente es un tabú. Recién hace cinco o seis años empezó a haber un movimiento más fuerte”, expresó.
Otro de los temas que surgió en esos intercambios fue la “carga negativa” que existe sobre la menstruación, visible en expresiones que se escuchan frecuentemente como que “es un asco”, “me tiene harta”, “es una incomodidad”, entre otras. Giacummo señaló que las niñas que escuchan estos planteos absorben la información negativa y la internalizan, por lo que hay que trabajar para deconstruir esa percepción.
La coeditora dijo que, aún hoy, las personas adultas tienen dificultades para acercarse a sus hijas o a niñas a las que estén vinculadas para hablar sobre el ciclo menstrual. En algunos casos, “no se nombra ni se habla” –o se menciona con eufemismos– y, en otros, “demoran mucho”. “Lo hacen cuando las niñas ya tuvieron su primera menstruación y básicamente el mensaje que les dicen es: ‘te va a venir todos los meses, vas a sangrar y vas a pasar horrible’”.
En ese sentido, aseguró que el libro es un “recurso” para que madres, padres u otras personas adultas referentes pueda iniciar una conversación “distendida” e “informar bien” a las niñas acerca del período menstrual. Asimismo, consideró que la lectura compartida del cómic es una oportunidad para que las mujeres adultas “vuelvan a aprender” sobre algunos aspectos de la menstruación y puedan compartir sus experiencias. También apuntó que es una instancia que habilita a las niñas y niños a hacer diferentes preguntas sobre lo que quieran saber en relación a la pubertad.
En la pubertad
Giacummo explicó que el libro está dirigido a niñas y niños a partir de los ocho o nueve años porque es la edad en la que comienzan a ser visibles los cambios de la pubertad, que se manifiestan más tempranamente en las mujeres que en los varones. “Entendemos que es el momento más importante para explicar esto para que, cuando llegue la menstruación, las niñas ya estén preparadas, sepan qué es lo que va a pasar y estén más tranquilas y seguras”, explicó. Además, opinó que esta es una etapa en la que las niñas y los niños tienen “mucha curiosidad” y “toman la información que necesitan con mucha naturalidad si se les abre el espacio y se les proporcionan los recursos”.
La coeditora apuntó que a partir de su trabajo con “distintas personas de diversas áreas del territorio” pudo observar que la pubertad no recibe la misma atención que los temas vinculados a la primera infancia y la adolescencia, lo que consideró “muy loco” porque “es un período corto, pero muy intenso”. “Normalmente, se aborda la menstruación como un hecho biológico reducido a cinco días de sangrado. Pero no es sólo eso. Es un ciclo importantísimo que tiene muchísimas puntas y está vinculado a muchas cosas”, manifestó.
En esa línea, Giacummo consideró que sería bueno incorporar este material en las escuelas y utilizarlo como una herramienta para poder hablar sobre estos temas con las y los estudiantes. “Hemos hecho algunas experiencias en centros educativos y es muy lindo todo lo que surge. Es un espacio muy rico entre las niñas, niños y las maestras”, dijo. A su vez, planteó que, aunque la salud menstrual está dentro de los temas vinculados a la “sexualidad de la mujer”, debe tener un espacio y abordaje específico por su importancia y porque “no es lo mismo” que la educación sexual. “Sería como una instancia previa para recibir información y, en definitiva, poder acceder a la educación sexual con otra apropiación del funcionamiento del cuerpo”, detalló.
“Visibilizar la salud menstrual como tal es difícil porque toca demasiadas áreas”, señaló Giacummo. “Tiene que ver con derechos humanos, con la dignidad y el empoderamiento de las mujeres. También se relaciona con la pobreza y con el medio ambiente. Tiene que ver con un montón de cosas”.
Más materiales
Menstrupedia no se limita a la publicación del cómic. A través del sitio web de Eco-Ser también se puede acceder a materiales audiovisuales, señaló Giacummo, y aclaró que algunos son accesibles para personas sordas. También están disponibles una guía para educadores formales y no formales, que busca dar herramientas para abordar estos temas en talleres con niñas y niños, y una guía para que madres y padres accedan a “ciertos tips para iniciar una conversación” con sus hijas e hijos.
Además, Eco-Ser ofrece el “Kit Primera Menstruación”, que incluye el cómic, una bolsa de semillas, dos protectores diarios de tela, una bombacha y un necessaire. El objetivo es “preparar” a las niñas para su primera menstruación con un detalle “especial”. “Nos gustó la idea de hacer algo para que ese momento fuera un poco más agradable”, afirmó Giacummo. En la página web también puede adquirirse la copa menstrual Mooncup.
Informar y educar
La falta de diálogo y de información sobre la menstruación tiene diferentes impactos en la vida de las mujeres y las niñas, en particular en áreas como su economía, salud y educación. En América Latina, dos de cada cinco niñas faltan a la escuela durante los días en los que están menstruando, según cifras de la Organización Mundial de la Salud citadas por la agencia Efe.
El organismo advierte que esto puede pasar cuando no se cuenta con acceso a toallitas u otros productos de gestión menstrual o no se tiene el dinero para comprarlos, pero también por los estigmas que existen en torno a la menstruación. Incide además la falta de información que reciben las niñas sobre el ciclo menstrual en sí mismo y sobre los distintos productos que existen.