El Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Instituto Nacional de Estadística, con el apoyo de Unicef, presentaron el jueves la Encuesta de Nutrición, Desarrollo Infantil y Salud (Endis) en su edición rural para conocer sobre la situación de niñas y niños de 0 a 4 años que viven en localidades menores de 5.000 habitantes y áreas dispersas.
En la presentación, la directora de la División Gestión de Conocimiento de Uruguay Crece Contigo del Mides, Giorgina Garibotto, señaló que la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo apuntó la ausencia de información sobre las infancias en esas poblaciones.
Los indicadores seleccionados para realizar la encuesta fueron la composición de los hogares, la asistencia a centros de educación inicial, la seguridad alimentaria, la nutrición, el desarrollo infantil, el disciplinamiento y el bienestar emocional de referentes.
“Es la primera vez que vamos a contar con datos de tanta calidad respecto de elementos tan importantes para planificar una política pública integral referida a las infancias”, destacó el ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, antes de que se presenten los datos.
Expresó que los objetivos del gobierno en cuanto a las infancias y las adolescencias no son “módicos” ni “menores”, sino que son “sustantivos”: “Pasa por reducir sí la pobreza infantil, pero también pasa por generar condiciones integrales para un desarrollo de las infancias y las adolescencias en Uruguay, que se articule con una propuesta de desarrollo social que se piense no solamente para un periodo acotado de tiempo, sino en términos de estrategia de larga duración para esa construcción”.
El ministro resaltó la posibilidad de acumular elementos cuantitativos y cualitativos que permitan “gobernar en base a evidencia”, lo cual consideró como fundamental. “No se puede construir una estrategia integral sobre el desarrollo de las infancias y las adolescencias ni sobre el desarrollo social del país en base a intuición solamente; tenemos intuiciones que además las hemos venido confirmando”, como la infantilización y la feminización de la pobreza.
La titular del MSP, Cristina Lustemberg, apuntó que Uruguay tiene que “dar un salto cualitativo en el abordaje de los problemas, en resolver los problemas”. “Si no resolvemos los temas de vivienda, si no damos respuesta de cuidados a cantidad de cosas, las familias y los niños no van a poder salir de la situación de vulnerabilidad que hoy tienen. Ya está clarísimo que las políticas pronatalistas no dan resultado y tenemos que ir a garantizar los derechos y las condiciones de los niños que ya están”, afirmó.
95% de las personas entrevistadas son mujeres, por lo que son las referentes de los niños y niñas
Según los datos revelados, en el ámbito rural, el 24% de los niños y niñas no viven con su padre en el hogar. Dentro de ese porcentaje, se consultó a las personas entrevistadas si cuentan con acuerdo de transferencia de dinero o régimen de visitas, a lo que 51% y 64% contestaron que no, respectivamente.
La asistencia a centros públicos es del 91%, lo cual, según indicó Garibotto, es similar a lo que sucede en áreas urbanas. Por su parte, 61% de los menores de un año no asisten a centros educativos y 96% de los niños y niñas sí asisten.
Garibotto calificó de “datos alarmantes” lo vinculado a la seguridad alimentaria en los hogares: 58,6% del ámbito urbano declaró tenerla, mientras que en el área rural el porcentaje de quienes declararon tenerla descendió a 44,8%. Asimismo, 8,9% del área rural declaró tener inseguridad alimentaria severa.
La directora del Mides aclaró que este indicador es un instrumento acerca de la percepción de acceso a alimentos de calidad y de diversidad alimentaria en los hogares, y que “no da cuenta del efectivo acceso a la alimentación”. Sin embargo, recalcó que se trata de un instrumento “que ha demostrado ser un buen indicador de la situación alimentaria de las familias”.
En esa línea, los datos indican que 12,8% de los niños y niñas tienen sobrepeso y obesidad y que 5,2% de ellos tienen un retraso de crecimiento. “Todas están por encima de lo que debería tener la población; lo que esperamos para esa población de retraso de crecimiento es un 2,3%, así como en sobrepeso y obesidad”, señaló Garibotto.
A su vez, 45,6% de las infancias mayores a dos años consumen bebidas azucaradas, así como 22,9% de las que tienen entre seis y 23 meses.
La encuesta midió también el nivel de desarrollo de los niños de 24 a 59 meses, y según los datos, 90% de ellos tienen un desarrollo adecuado frente a un 10% que no lo tiene.
Por último, hay una medición sobre el bienestar emocional del referente del niño o niña, que en el 95% de las entrevistadas fue madre. De esa forma, 23,7% de las madres entrevistadas tienen síntomas compatibles con depresión. Garibotto apuntó que, si bien no se hace un diagnóstico, sí se trata de una población a la que se le recomendaría hacer un diagnóstico de salud mental en algún servicio de salud.
Para concluir, la directora afirmó que las problemáticas en general “son comunes” entre la población rural y urbana, con excepción de algunas, pero que, de todas formas, “seguramente van a requerir políticas y respuestas específicas por las características de los lugares donde viven estos niños”.