Un estudio de la universidad parisiense de La Sorbona llegó a la conclusión de que la realización de alzamientos, disturbios generalizados o estallidos sociales sería imposible en Francia de no ser por los inmigrantes. “La situación es preocupante. Si por algún motivo la inmigración se ralentiza, el país se va a quedar sin personas dispuestas a protestar quemando autos o arrojando piedras a la Policía”, explicó uno de los autores del trabajo. Es que, si bien algunos de los estallidos sociales de los últimos años, como el movimiento de los chalecos amarillos y las protestas contra el aumento de la edad jubilatoria, contaron con una importante presencia de franceses, en el resto participaron casi exclusivamente inmigrantes o hijos de inmigrantes. “Si no fuera por los disturbios que se generan cuando la Policía asesina a un inmigrante africano, este país tendría un alzamiento cada cuatro años, lo cual sería realmente vergonzoso. Creo que llegó la hora de implementar una política migratoria que garantice la llegada de personas capaces de enojarse y salir a quemar todo”.
El pedido: “Si llega a haber una revolución, les pedimos a los franceses que esta vez no le cambien los nombres a los meses, porque después es todo muy confuso”. Historiador precavido.
¿Tenés algún aporte para hacer?
Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de
leer, podés hacerlo completando
este formulario.