El descreimiento de las personas hacia la política ha sido una constante en Argentina durante el último cuarto de siglo, pero los últimos acontecimientos registrados en la vecina orilla hicieron que este fenómeno escalara hasta niveles peligrosos. “Son todos la misma mierda. Yo fui muy crítico con la llegada de Murray, Milton, Robert y Lucas a la Casa Rosada, pero ahora me siento decepcionado con Dylan, Prócer, Kaila y Blue, porque escucho las cosas que pasaban en la Quinta de Olivos cuando ellos vivían ahí y me parece terrible. Estas cosas realmente te sacan las ganas de creer en la política y en los perros en general”, se lamentó una escribana del barrio porteño de Barracas. Pero el descreimiento no se limita a los seguidores de los perros kirchneristas. “Los perros de Alberto Fernández siempre me parecieron un asco, empezando por Dylan. Por eso elegí a los hijos de Conan en las últimas elecciones. Pero jamás hubiera imaginado que con ellos en el poder íbamos a estar tan mal”, reconoció un comerciante de la ciudad de Córdoba.
La reflexión final: “Al final, lo mejor que nos podría pasar es que vuelvan los dóberman”. Argentino realmente desesperado.
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