La compra de dos buques destinados a patrullar las aguas territoriales uruguayas ha recibido varios cuestionamientos, entre ellos, la falta de experiencia en este tipo de barcos del astillero Cardama, el ganador de la licitación para construirlos. Pero desde el Ministerio de Defensa rechazaron estos cuestionamientos. “Obviamente que nosotros buscamos ciertas garantías para la compra de los buques, pero la verdad es que tampoco necesitamos tanto por parte de estas patrullas. Con que puedan desplazarse de un punto a otro por sus propios medios ya son mejores que los Hércules. Y me cuesta creer que un par de barcos nuevos vayan a pasarse en un astillero. No sé qué tan buenas serán sus prestaciones, pero navegar van a navegar”, aseguró un jerarca de la Armada.
La compra de los patrulleros a un astillero con experiencia en la construcción de buques militares fue descartada por el elevado precio que tendría la operación, pero tampoco se quiso comprar barcos usados. “La experiencia de los Hércules nos sirvió para comprender que la gente le puede perdonar muchas cosas a un vehículo, pero que no sea capaz de desplazarse no es una de ellas”, explicó el jerarca.
La queja: “¿Cómo es posible que se sugiera de manera tan liviana que la Armada, justo la Armada, pueda estar involucrada en algo turbio?”. Viejo lobo de mar de las compras irregulares.