Ingresá

Droga enterrada en Punta Espinillo fue descubierta debido a la presencia de lombrices “anormalmente veloces”

Menos de 1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Los 2.000 kilos de cocaína estaban ocultos debajo del piso en una chacra del oeste montevideano. Si bien el hallazgo fue precedido por un importante operativo de inteligencia, el dato que finalmente permitió dar con la droga fue aportado por los vecinos. “En determinado momento empecé a ver que las lombrices iban mucho más rápido que de costumbre. Algunas casi volaban. Además, se las veía especialmente hiperactivas por la noche, algo que no es común en ellas”, contó un vecino de la chacra en donde estaba escondida la cocaína.

Cuando se conocieron las primeras noticias sobre el comportamiento inusual de las lombrices, se trasladó hasta el lugar un equipo de científicos pertenecientes a la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, quienes examinaron varios ejemplares y llegaron a la conclusión de que estos nuevos hábitos no estaban relacionados directamente con la evolución de la especie o con cambios en el entorno, sino con que “esos bichos claramente no sabían tomar”. Los científicos dieron aviso a la Policía y esta montó el operativo. “El único problema es que ahora las lombrices están desesperadas. Temo que hagan alguna locura”, declaró el vecino responsable del hallazgo.

La hipótesis: “Creemos que buena parte de los cargamentos que salen por la costa se pierden en el mar. Se han avistado muchos delfines que hablan sin parar durante horas”. Científico perspicaz.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el humor de la diaria?
None
Suscribite
¿Te interesa el humor de la diaria?
Recibí la newsletter de Humor en tu email todos los sábados.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura