El Estado Mayor General de la Policía Nacional (Esmage) distribuyó entre las distintas unidades de esta fuerza el protocolo de actuación para el operativo “Fiestas Tradicionales”, en el que establece instrucciones sobre el accionar de los efectivos y las zonas de “riesgo” donde se intensificarán los controles. El objetivo del operativo es disuadir aglomeraciones y fiestas clandestinas en el marco de la pandemia por covid-19, en fechas en que se prevé un “flujo importante de personas” y “la realización de eventos no autorizados”.
La operación se ejecutará entre el 24 y el 27 de diciembre entre las 21.00 y las 6.00. La maniobra incluye cinco puntos: patrullaje en las “áreas donde se ubican o concentran los principales locales, pubs, restaurantes, etc., como así también en áreas verdes, plazas y espacios de pública concurrencia”; patrullaje reforzado en el horario nocturno “prestando especial interés en fiestas clandestinas y zonas donde suelen realizarse concentraciones”; “dispositivos de canalización y organización del Tránsito vehicular en aquellas zonas afectadas, en caso de ser necesario”; personal de la Guardia Republicana dispuesto como “Reserva Operativa”, y la adopción de “medidas de seguridad en relación a la situación sanitaria del país”.
La Jefatura de Policía de Montevideo “deberá prestar especial atención” a las zonas del Prado, Parque Rodó, establecimientos para eventos de campo, fincas particulares, áreas verdes, plazas, espacios de pública concurrencia, “todos los lugares donde se registren eventos clandestinos y que requieran la intervención policial” y aquellas “zonas donde suelen realizarse concentraciones”, debiendo realizar “exhortos” en caso de constatar aglomeraciones.
Asimismo, la orden de operaciones establece una secuencia de actuación dirigida a los funcionarios: primero se toma conocimiento de la aglomeración de personas, en segundo lugar personal el policial concurre al lugar y realiza el exhorto, en tercer lugar se reitera el exhorto, de continuar la aglomeración, y en cuarto y último lugar se “dará cuenta al fiscal competente y el personal policial estará a lo que este disponga”. “Se deberá impartir directivas a los Efectivos policiales, para que su accionar operacional se ajuste a las Fases de: Observación, Prevención, Disuasión y Represión”, se dispone.
El documento también indica que “el accionar del personal policial se ajustará a lo establecido en la Ley Nº 18.315”, de Procedimiento Policial, y que todas las unidades “deberán disponer la utilización de cámaras personales, las cuales deberán permanecer encendidas durante la intervención por el presente Operativo”.
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La participación de la Policía de Tránsito fortalecerá los controles “con especial interés en la zona de Kibón y canteras del Parque Rodó”, disponiendo patrullaje móvil también en la plaza Varela (Bulevar Artigas y Canelones), la plazuela Manuel Azaña (José María Montero y Bonpland) y la plaza Villa Biarritz (José V Ledesma entre Leyenda Patria y Ellauri), “para el mantenimiento del orden público” y “evitar aglomeraciones de personas y ruidos molestos (música alta)”.
Las Unidades de Respuesta de la Policía de Montevideo deberán disponer del “máximo de personal disponible” y su despliegue operativo se enfocará en “los sectores donde se concentran locales, pubs, restaurantes, áreas verdes, plazas y espacios de pública concurrencia”. Por su parte, la Guardia Republicana dispondrá de un Grupo de Intervención en Control de Masas en cada una de las Jefaturas de la Zona Operacional de Montevideo, reforzando las jurisdicciones de las zonas III y IV, y dispondrá en “alerta” a Grupos de Intervención en Control de Masas, “para ser accionados en caso de ser necesario”.
La Dirección de Investigaciones de la Policía Nacional estará encargada de elaborar un informe de riesgo y realizará un constante monitoreo de los medios de comunicación para informar al Comando del Operativo de “cualquier novedad que surja”. La Policía Caminera intensificará los dispositivos de vigilancia y control del tránsito vehicular sobre rutas nacionales y caminos, en aquellas potenciales zonas de riesgo donde suelen realizarse concentraciones y/o aglomeraciones de personas, tratando de desalentarlas. Por último, la Dirección Nacional de Bomberos también dispondrá de una Unidad de Apoyo en Alerta, ante posibles incendios, “quema de cubiertas, etc”.