Nicolás Schiappacasse fue detenido este miércoles en un control policial en el marco de los operativos por el clásico que se disputó en Maldonado. En el control que estaba a la altura del peaje de Solís, Schiappacasse, jugador vinculado con Peñarol, fue detenido por llevar un arma de fuego con municiones. Schiappacasse planteó inicialmente a la Policía que el arma era para entregársela a un barra de Peñarol en el estadio, pero no supo decir a quién. El arma la llevaba envuelta en ropa en su falda.
Este jueves, tras declarar ante Fiscalía, fueron liberadas las otras tres personas que iban en el auto y habían sido detenidas junto a Schiappacasse: ELML, de 22 años, con antecedentes penales, y dos mujeres de 18 años y 22 años.
Ana Carolina Dean, fiscal letrada de Maldonado de cuarto turno, lleva adelante la investigación. Según informó la Fiscalía, mañana será la audiencia de formalización de la investigación.
Rafael García, abogado de Schiappacasse, dijo en una rueda de prensa que “el arma tendría una denuncia de hurto de larga data, de más de dos años”. “Aparentemente, fue hurtada en Montevideo”, indicó, y añadió que la denuncia fue presentada por el titular del arma.
Informó que el jugador está “muy acongojado con la situación” y “en buen estado físico”. “Muy amargado por este hecho”, agregó. Y confirmó que Schiappacasse no tenía permiso para el porte de armas.
Juan Gómez, fiscal de Corte, se expresó al respecto. Aclaró que si Schiappacasse no refrenda sus declaraciones ante la Fiscalía, lo que dijo al momento de su detención no tendrá validez en el caso (que llevaba el arma para entregar a alguien en la hinchada). Por eso, criticó que se haya hecho público este aspecto de la investigación. También lamentó que el jugador se haya prestado “a este tipo de acciones de estar transportando un arma de fuego”, y que, más allá de que Fiscalía determinará para qué llevaba el arma, “son fines absolutamente nefastos para la propia sociedad”.
Sebastián Bauzá, secretario nacional del Deporte, planteó: “Lo lamento mucho por él, pero estamos todos [esperando] a que salga una sanción ejemplificante”, dado el lugar que tienen los jugadores de fútbol en la sociedad.
Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, adelantó la desvinculación del jugador con el club si las hipótesis que se investigan se confirman.