Los clásicos de verano entre Nacional y Peñarol estuvieron en discusión por una serie de hechos violentos que incluyeron homicidios de simpatizantes de ambos cuadros y amenazas desde la cárcel que partieron de un sicario asociado a otro caso de homicidio relacionado con el fútbol.

Parte del operativo de seguridad para el clásico en juego esta jornada en Maldonado incluyó controles vehiculares en las rutas nacionales camino a Maldonado, donde se disputó el partido.

En uno de estos controles policiales, sobre las seis de la tarde, cerca del peaje de Solís, Nicolás Schiappacasse, jugador vinculado con Peñarol, fue detenido por llevar un arma de fuego con municiones en un vehículo Hyundai Accent en el que viajaba como acompañante. El auto era conducido por ELML, de 22 años, con antecedentes penales. También viajaban dos mujeres: RBSV, de 18 años, y LBPM, de 22 años. Todos fueron detenidos.

Schiappacasse planteó inicialmente a la Policía que el arma era para entregársela a un barra de Peñarol en el estadio, pero no supo decir a quién. El arma la llevaba envuelta en ropa en su falda.

Ana Carolina Dean, de la Fiscalía Letrada Departamental de Maldonado de cuarto turno, lleva adelante la investigación y debe determinar, en un plazo de 48 horas desde la detención, si imputa a Schiappacasse y al resto de los ocupantes del vehículo de algún delito. Este jueves va a tomar declaración a los detenidos.

Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, dijo a los medios que “todavía no tiene toda la información sobre lo sucedido”, pero que “Peñarol tiene muy claro qué mensaje tiene que dar si todo lo que se dice es cierto”. Si bien actualmente el jugador no tiene contrato vigente con Peñarol, Ruglio aceptó que “tiene relación con el club”. Era una posibilidad que el jugador de 23 años firmara contrato en breve con el club aurinegro.

Julio Pioli, jefe de Policía de Maldonado, dijo en rueda de prensa luego del partido que los policías vieron una “actitud sospechosa” y señaló que es “un hecho muy grave” por la persona que se trata. Participaron del operativo la seccional 5 de Maldonado, Policía Caminera y el Grupo de Respuesta Táctica de Canelones. El detalle de las declaraciones prefirió que sea manejado por Fiscalía, pero el Ministerio del Interior confirmó que la declaración inicial del jugador fue que el arma era para alguien de la hinchada.