En marzo, mientras Gabriela Fossati, la fiscal que llevaba adelante la investigación del caso de Alejandro Astesiano por la Fiscalía de Flagrancia de 12º turno, tomó licencia médica, fue subrogada por el fiscal Fernando Romano. En este marco, con autorización judicial, Romano visitó a Astesiano en la cárcel en la que estaba recluido, la Unidad 1 Punta de Rieles (cárcel de participación público-privada), porque denunció haber recibido amenazas.
El 10 de marzo, el fiscal entrevistó al exjefe de la seguridad presidencial. Según el audio, al que accedió la diaria, Romano le preguntó a Astesiano cómo había llegado a trabajar para Luis Lacalle Pou, que en ese momento era diputado, y este respondió: “Pregúntele a Nicolás Martinelli, que era el que siempre me contrataba”. “Iban a llamar 'a un pesado de Danubio' [de quien dio el nombre], pero al final, Luis dijo que me contrataran ahí, fue ahí mismo”.
Astesiano recordó su pasado antes de acercarse a la política: “Fui lo más bajo de la Policía. Hice hasta primero de liceo. Superé obstáculos. Salí de estar preso en 2013 y después iba preso a cada rato porque a mí no me daban la cédula de identidad. Después de haber cumplido [la condena], estuve tres años sin cédula; fíjense en las detenciones, que estaba sin cédula”.
Consultado sobre si el presidente sabía de sus indagatorias, respondió que “sí, pienso que sabía” y acerca de por qué lo negó, contestó que “por política” y enfatizó que “nunca les pedí nada”. “Estando mal, estando preso. Nunca le pedí nada a la política. Nada”, dijo, aunque mantenía vínculos desde hacía años con varios políticos.