En marzo de 2022 Alejandro Astesiano todavía se desempeñaba como jefe de la seguridad presidencial y Héctor Ferreira era subdirector nacional de la Policía, un cargo que dejaría en diciembre, tres meses después de que saltara el escándalo por la entrega de pasaportes a ciudadanos rusos.

Astesiano y Ferreira estaban en contacto permanente. Hablaban sobre diversos temas y mediante varios teléfonos, según consta en la carpeta judicial a la que accedió la diaria.

Ferreira renunció luego de que trascendieran chats de Whatsapp en los que se hacía un pedido de vigilancia sobre el novio de la hija de Astesiano ante una situación de violencia doméstica, la solicitud para facilitar el ingreso a una conocida a la Escuela Nacional de Policía y hasta insultos al senador frenteamplista Alejandro Sánchez, a quien el entonces subdirector de Policía trató de “lacra, sucio y HDP”.

Un intercambio entre ambos del 23 de marzo confirma, con más detalles, cuáles fueron las advertencias sobre los antecedentes de Astesiano que le llegaron a Luis Lacalle Pou cuando comenzó su gobierno.

Ese día la conversación se inició por la situación administrativa de un funcionario policial que quieren trasladar desde la seccional 12 de José Batlle y Ordóñez a la residencia de Suárez. Se trata, según Astesiano, de un asunto que están hablando en la “secretaría privada” de Lacalle Pou: “Está archivado en el Ministerio (del Interior) y queremos ver qué se puede hacer”.

Ferreira le responde que ese expediente todavía no salió de Lavalleja. En ese contexto Astesiano retoma un diálogo de días atrás por supuestos cambios en la cúpula policial, un tema de interés para ambos y por el que coordinaron una reunión presencial. “Vos tranquilo, que vos estás protegido. Acá el 1 te está protegiendo”, lo tranquiliza Astesiano, en un mensaje de audio.

“Igual quiero llegar al fondo del asunto. Ya estoy re podrido de que me ensucien sin razón... y de HDP. Voy a pescuesiar a uno y ya sabes a quién”, retruca Ferreira. “Son HDP. Pero viste cómo dios no quiere cosas chanchas. Mirá cómo le tocó ahora”, escribe Astesiano. “¿Lo del hijo?”, pregunta Ferreira. Astesiano responde afirmativamente: “El 1 me mandó averiguar todo. Si metió el dedo no lo perdona”.

“Obvio… yo me enteré hoy... y me van a mandar todos los detalles. De buena fuente, si se metió y mandó tapar todo. Igual lo denunciaron en asuntos internos por lo que me está llegando”, informa el entonces subdirector de Policía. Astesiano ratifica esa versión: “Sí, me dicen que sí. Yo toqué una línea y me dijo que es verdad pero no sabe tanto”.

Ni Ferreira ni Astesiano nombran a la persona, pero las críticas siguen. “Si con alguien tiene que estar agradecido este HDP es conmigo. Lo rescaté del fondo de la mierda y lo llevé a trabajar conmigo en la zona uno. Le di casa, auto, cargo y lo protegí. Es un reverendo mal agradecido”, escribe Ferreira.

“Mirá, sé todo. Aunque te parezca mentira sé la mano que le diste. Te re entiendo, vos tranqui que hay un dios”, intenta consolarlo Astesiano. “¿Pero a quien le está haciendo los deberes? Quien empezó otra vez… La hermana de Patricia? Vos fíjate si no es una tal Olivera... Que se está arrastrando con el Partido Colorado”, sugiere Ferreira.

“Es lo que yo dije. No es lógico que venga con algo de eso acá y justo cuando hay movimientos ahí. Pero tranqui que está todo bien”, vuelve a repetir el entonces jefe de la seguridad presidencial.

Ferreira y Astesiano coinciden luego en que deben reunirse para hablar de estos asuntos “a fondo”. “Él me invitó a pelear y a traición. Cuando yo peleo, uno de los dos no se va a levantar”, amenaza Ferreira.

A esta altura de la conversación Astesiano le manda varios audios a Ferreira, siempre en referencia a la misma persona. “Cuando yo entré, él andaba con toda la ficha mía. Fue y se la llevó a Nicolás Martínez, que es el secretario del presidente, que me conoce como si... Bo, todos saben. Y el presidente agarró y le dijo: ‘mire, a mí no me venga a hablar del Fibra, yo sé todo del Fibra. Sé lo que hizo para darle de comer a la familia. Del Fibra sé todo, cuidó a mi madre, a mi padre, a mi hermano, a mis hijos. Del Fibra no me venga a hablar’”, parafraseó Astesiano.

Según la versión del excustodio, Lacalle Pou no tuvo en cuenta las advertencias de esa persona porque “vio que era traidor”. “Porque un tipo que va a hablar sobre nosotros, que va a investigarnos a nosotros mismos, es un traidor”, agregó.

En otro mensaje de audio Astesiano precisa que la persona que le llevó las “fichitas” al presidente incluía también información sobre otros dos funcionarios policiales del equipo de la custodia presidencial: el subjefe Jorge Luis Borges y el policía Pablo Martín Valenzuela, que desempeñaron tareas en la zona operativa IV de la Jefatura de Policía de Montevideo.

En este mensaje Astesiano relata que llegó incluso a pensar en la posibilidad de dejar su cargo por los movimientos que había realizado este funcionario “traidor” a nivel de la Torre Ejecutiva, algo que, según su versión, no sucedió por los pedidos de Lacalle Pou y su secretario privado, Nicolás Martínez.

“Me fui con el presidente hasta Punta del Este. El presidente bajó a la Primera Dama de la camioneta y la mandó con el auto de la custodia. Se fue hablando conmigo porque yo quería renunciar. Me agarraba del brazo y me decía: ‘Vos no te vas, vos no te vas’. Requemado estaba yo, cuando empezás y estás trabajando con traidores que sabés que te están investigando, para qué vas a ir”, comentó Astesiano.

Lacalle Pou y las advertencias

Unas horas después de la formalización de Astesiano, a fines de setiembre, Lacalle Pou admitió que algunas personas le habían advertido sobre los antecedentes penales y las indagatorias que tenía su jefe de seguridad.

Cuando le preguntaron si esa persona había sido el exministro del Interior Jorge Larrañaga, Lacalle Pou respondió que no lo recordaba.

“Lo que sí es cierto es que cuando empezó el gobierno o antes de empezar, obviamente, hubo gente interesada en hacer saber algunas cosas. Yo tenía la información correspondiente en la que había anotaciones y que no había antecedentes penales. Pudo haber sido Jorge [Larrañaga], no lo recuerdo; sí recuerdo de otra persona que me habló de este tema”, contó el presidente durante una rueda de prensa en Fray Bentos.