El pedido de “fichas personales” para perjudicar a dos senadores del Frente Amplio (FA) se concretó en el supermercado Disco de 8 de Octubre y Garibaldi una mañana a finales de enero de 2022. Dos de los militares retirados investigados por presunto espionaje se conocían del Círculo de las Artes Marciales y proyectaban viajes a Brasil en grupos de motociclistas. Ambos coincidieron en un “proyecto de seguridad” en el Club de Golf que duró 12 meses, y uno de ellos definió al otro como un “jugador profesional de póquer”.

Los detalles surgen de las audiencias del 22 de diciembre en la Fiscalía de Flagrancia de 12° turno, a cargo de la doctora Gabriela Fossati, que en aquel momento todavía estaba al frente del “caso Astesiano”.

Ese día concurrieron a la sede penal tres militares retirados: dos de ellos vinculados a Vertical Skies (Mario Panizza y Marcelo Acuña) y Mario Fraud, gerente del Grupo Sur Seguridad. Fueron citados en el marco de la investigación por el pedido de tareas de inteligencia contra los senadores Mario Bergara y Charles Carrera.

En las casi cuatro horas de grabación, a las que accedió la diaria, Acuña aportó nuevos elementos que ya se incluyeron en la carpeta judicial que ahora está a cargo de la fiscal Sabrina Flores. La causa por presunto espionaje se inició a raíz del pedido de información privada sobre los dos senadores opositores que denunciaron el acuerdo entre el gobierno y la empresa belga Katoen Natie para la concesión de la terminal de contenedores en el puerto de Montevideo.

“Los quieren atar para que retiren la denuncia”, le aclaró Acuña en aquel diálogo por Whatsapp, de marzo de 2022, al entonces jefe de seguridad presidencial. “Bien, lujo” fue la respuesta de Astesiano.

A finales de diciembre Acuña precisó en la Fiscalía en qué consistía el “trabajo” y cómo, según su versión, se fueron transmitiendo los pedidos de información entre enero y setiembre del año pasado. “Fraud me dijo que querían las fichas de Bergara y Carrera porque al parecer estaban siendo sobornados por Montecon”, confesó el militar retirado, una hora después de iniciada la audiencia y tras varios reclamos del equipo de Fossati, que entendía que el exdirector de Vertical Skies no estaba colaborando con la investigación.

“Lo único que me dijo es que estaban recibiendo coimas de esa empresa. Y como conocía a Astesiano le insistí para conseguir esa información, porque hablábamos bastante. Pero nunca supe para quién era esa información. Yo le pregunté a Fraud varias veces para quién era la información y nunca me lo dijo. No sé si era para un político o para una empresa. No tendría problema en decirlo. No lo podría afirmar, pero con alguien seguro que tenía vínculos”, detalló en el testimonio que está incluido en la carpeta investigativa.

La versión de Acuña sobre las “coimas” de Montecon

Acuña concurrió a la Fiscalía junto con su abogado, Mario Moll. Basaron su defensa en responsabilizar por el pedido de “fichas personales” a Fraud, algo que este negó en su declaración en Delitos Complejos de la Policía y también ante la fiscal Fossati.

La versión de Acuña es que Fraud le pidió la información al menos cuatro veces, en reuniones presenciales (la primera de ellas en el supermercado Disco) y por mensajes de texto y llamadas telefónicas, ya que no usaba Whatsapp. Acuña, en tanto, le solicitó las fichas a Astesiano al menos en cinco oportunidades, tal como se pudo ratificar con los audios que le hicieron escuchar durante la audiencia.

“Ale, ¿cómo estamos? Decime por favor que tenés lo mío, no me la marees. Si no lo tenés decime, porque si no veo de buscar la información por otros lados, puede salir algo ahí, una moneda”, se le escucha decir a Acuña en el audio 278, del 29 de marzo. La respuesta de Astesiano, según consta en el audio 286, fue la siguiente: “No te la mareo, Marcelo, es que te aprietan y te dicen ‘sí, dale’. Ayer quedamos en que la mandaban a otro y el otro me la mandaba a mí porque no querían dármela a mí directamente porque estaban apretados”.

“Bueno, buenazo, avísame, por favor, porque lo necesito urgente y ahí capaz que sale algo, viste”, termina diciendo Acuña, ya un poco resignado. Las asistentes de Fossati, Giuliana Realini y Gloria Nicolini, le hicieron escuchar estos audios a Acuña durante la instancia judicial de finales de diciembre y eso generó el siguiente intercambio en la sede de Fiscalía.

Gabriela Fossati (GF): Acuña, necesitamos que nos aclare mejor cuál era su vínculo con Fraud y con este pedido de información, para qué lo querían y qué se supone que estarían haciendo estos senadores.

Marcelo Acuña (MA): Mario Fraud me pide esa información y me especifica que, al parecer, estos senadores estaban recibiendo una coima de Montecon y que él necesitaba esa información. Como yo conocía a Astesiano le insistí por esa información, porque hablábamos bastante.

GF: ¿Y qué vínculo tendría Mario Fraud con Montecon?

MA: No lo sé, porque nunca supe para quién era esa información o para que la quería. Eso nunca lo supe.

GF: Sí lo sabía, porque usted dijo que era para apretarlos.

MA: Porque fue lo que me dijo él. Me dijo que tenían la información de que están recibiendo dinero de Montecon y querían saber quién les estaría pagando.

GF: ¿Y usted qué recibiría a cambio?

MA: Yo, nada.

GF: Pero usted le ofreció dinero a Astesiano, le dice que habría “una moneda”.

MA: Yo no iba a recibir nada, a mí no me interesa... Este... sí, de seguro que capaz que le iban a pedir algo o él podría, no sé. Yo le dije eso por decirlo, pero yo no tengo...

GB: A ver, Acuña, estamos hablando de Astesiano, que es un hombre que tiene boliche. Estamos hablando de usted, que también tiene boliche. ¿Usted considera creíble que alguien le va a decir a Astesiano que puede haber algo y no sabe si hay algo? ¿Considera creíble que alguien se va a meter en la boca del lobo y mentirle a Astesiano?

MA: No, sin dudas.

GF: Entonces está claro que algo le ofreció porque a usted algo le ofrecieron.

MA: A mí particularmente no me ofrecieron nada [...] yo le dije realmente eso porque capaz que esa otra gente estaba dispuesta a darle dinero por esa información.

La versión de Fraud

Durante la audiencia Acuña mostró un diálogo que había tenido con Fraud unos días antes de la citación judicial y que grabó, según dijo, con el celular de su esposa, porque el suyo había sido incautado por la Policía. En el audio se escuchan pájaros, ladridos de perros y la voz de ambos investigados. “¿Cómo anda, don Fraud?”, se le escucha decir a Acuña, como quien prueba sonido. Luego le preguntó si había logrado hablar con su abogado, pero la respuesta de Fraud apenas se escucha, como un balbuceo lejano.

Fossati y sus fiscales adjuntas le plantearon al exdirector de Vertical Skies que esa grabación no parecía ser una prueba suficiente para demostrar la participación de Fraud en el pedido de espionaje a senadores, pero Acuña intentó poner el diálogo en contexto.

“Fui dos veces a hablar con Fraud como consecuencia de la publicación en los medios. Le dije: ‘Mirá que yo te voy a nombrar cuando me llame la fiscal. Te voy a nombrar y vos vas a tener que nombrar a quien te pidió la información’. Él me dijo que no podía nombrar a esa otra persona porque no tenía pruebas, pero nunca me dijo quién era”, relató Acuña.

Y luego continuó: “En un momento él [por Fraud] me dice que vamos a ir a un careo, entonces me doy cuenta de que él va a negar que me hizo el pedido. A mí no me gusta grabar a la gente, pero tenía que tener algo para mostrar que me pidió [...] Yo en un momento le pregunto incluso si tiene miedo de decir [quién era la otra persona] y me dice que no, que no puede hacerlo porque hay cosas que no se hacen”.

La versión de Fraud es diametralmente opuesta. El militar retirado declaró ante el equipo de la fiscal Fossati que Acuña –a quien conoció hace diez años como instructor de gimnasia y con quien comparte la afición por las motos y las artes marciales– llegó a su casa a comienzos de diciembre para pedirle ayuda por la situación en la que se encontraba.

“Me dijo que estaba enganchado con el tema de Astesiano y lo de los senadores, y me preguntó si podía darle una mano con algo. La explicación que me dio es un poco insólita, me dijo: ‘Mirá, vos sos un perejil, no estás metido en nada, a vos no te va a pasar nada’. Le dije que se fuera de inmediato de mi casa, porque no quería tener problemas”, declaró Fraud.

El gerente de Grupo Sur Seguridad detalló en la audiencia que Acuña trabajó un año en esa empresa, más concretamente en un “proyecto” que llevaron adelante juntos en el Club de Golf. También negó haber tenido contactos directos con Carrera o Bergara (con respecto a este último dice: “Apenas me lo crucé en un ascensor en un edificio de la calle Viejo Pancho, donde yo estaba haciendo una reparación, pero sólo eso”) y aseguró que su única actividad política la tuvo en el Partido Colorado, en el primer gobierno de Julio María Sanguinetti y porque tenía contactos con Antonio Marchesano y Luis Hierro López.

Cuando la fiscal Fossati le preguntó si conocía algún antecedente de Acuña vinculado a pedidos de información o “fichas personales” de políticos, Fraud contestó: “Yo no sé exactamente a qué se dedica Acuña. Sé que él era jugador de póquer profesional porque me lo comentaba, pero sus medios de vida no los conozco”.

El negocio de las licitaciones

Más allá del posible careo con Fraud –estaban citados a pedido de las víctimas para el 22 de marzo, pero la fiscal Flores suspendió la audiencia para analizar mejor la carpeta–, en la instancia judicial de diciembre Acuña aportó información sobre su relación con Astesiano y los negocios de Vertical Skies por la venta de insumos militares al Ministerio de Defensa Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aérea Uruguaya y los drones para UTE.

Panizza y Acuña hablan concretamente del papel de Nelson, un inversionista de Maldonado que puso 120.000 dólares para el armado de Lunacar y Vertical Skies al comienzo de este gobierno y que pretendía recuperar esa inversión en futuras licitaciones, según consta en otro de los chats con Astesiano que aparecen en la carpeta judicial (el 188).

Acuña contó en la Fiscalía que su vínculo con Astesiano empezó en la campaña electoral de 2019 por su trabajo en el equipo de seguridad del entonces precandidato Juan Sartori. “Con Astesiano hacíamos todas las coordinaciones logísticas de los actos conjuntos. Una vez que el doctor Lacalle llega al gobierno, me vuelvo a contactar con Astesiano para presentarle a la empresa [Lunacar]. Queríamos ver la posibilidad de tener una reunión con el presidente, para ver en qué podíamos aportar”, explicó Acuña.

El exdirector de Vertical Skies definió al “gurí Nelson” como un inversionista que puso plata en Lunacar a cuenta de lo que luego ganaría con “el negocio de las licitaciones”, una promesa en la que Astesiano tenía un rol central y por la que “seguramente” cobró algún tipo de comisión, según especuló Acuña.

La participación de Nelson en el negocio, de acuerdo a su versión, quedó plasmada en un documento notarial. “Eso se firmó a finales de 2020 o comienzos de 2021, se hizo un papel como que él [Nelson] aportó determinado capital y se estipularon las ganancias. El escribano que certificó ese acuerdo lo llevó Astesiano”, informó el militar retirado, quien se comprometió a aportar esa documentación ante la sede penal.

En aquel momento, Acuña tenía 33% del paquete accionario de Lunacar Sociedad Anónima, y los otros dos socios eran Panizza y Claudio Domínguez, según dijo. La empresa con sede en Boca Ratón, a 70 kilómetros al norte de Miami, llegó a ganar licitaciones en la Armada (máscaras de buceo, un intercomunicador subacuático y manuales), en el Ejército (una venta de botas por 17.000 dólares) y tenía un proceso licitatorio abierto para la venta de paracaídas recreativos, también para la Armada.

“No fueron muchas las ventas; recién estábamos conociendo el sistema de las licitaciones”, explicó Acuña. Panizza, en tanto, estimó que su inversión en Lunacar fue de unos 300.000 dólares, de los cuales logró recuperar apenas 57.000. Los militares retirados aseguraron que esa inversión incluyó “donaciones” y viajes de efectivos de la Fuerza Aérea que viajaron a Europa para conocer la fábrica de drones que utilizará la UTE, una compra estimada en 750.000 dólares, de un proceso licitatorio que todavía sigue su curso.

Entre febrero y setiembre de 2022, desde Vertical Skies le pidieron información a Astesiano por la compra de dos patrulleros oceánicos (OPV) para la Armada Nacional –un negocio millonario en el que tenía interés uno de sus clientes, la coreana Hyundai Heavy Industries–, la adquisición de aviones para la Fuerza Aérea Uruguaya y hasta detalles de una reunión que mantuvo en marzo el presidente Luis Lacalle Pou con el chino-canadiense Changpenz Zhao, fundador y director ejecutivo de Binance, uno de los sitios de compraventa de criptomonedas más importantes a nivel global.