Una niña de 11 años murió en enero en la casa en la que vivía con su hermana, sus tíos y sus primos, en Santa Clara del Olimar, en Treinta y Tres. Tanto la niña como su hermana estaban a cargo de su tía -hermana de su madre- por disposición de la Justicia debido a que la madre de ambas ejercía violencia sobre ellas.
Según informó El Observador, con base en las declaraciones de la fiscal del caso, Alicia Abreu, los tíos también ejercían violencia contra ellas, siendo la niña que falleció la principal víctima. Además, no recibía los cuidados adecuados y la obligaban a trabajar.
La fiscal explicó a este medio que la niña se sintió mal y los adultos responsables no la llevaron a un centro de salud para que sea asistida. Dejaron a la niña en reposo hasta que un día la encontraron muerta en la cama. Estaba deshidratada, recibía una alimentación deficitaria, no tenía condiciones adecuadas de higiene y presentaba golpes en todo el cuerpo.
La tía de la niña, de 39 años, fue condenada por homicidio culposo por su negligencia; por violencia doméstica porque golpeaba a la víctima; y omisión a los deberes inherentes a la patria potestad o a la guarda porque era quien tenía la tenencia. Se dispuso una pena de tres años de penitenciaría. Dos de ellos los pasará en la cárcel y el tercero en arresto domiciliario. Además, se le aplicó una orden de restricción respecto de sus hijos y de la hermana de la niña fallecida.
En cambio, el tío, de 41 años, fue condenado únicamente por violencia doméstica agravada. La pena en su caso fue de doce meses de prisión: uno en la cárcel y once en libertad a prueba.